Capítulo 58

6.1K 416 68
                                    

Hoy era el primer día de clases y actualmente me encontraba en casa guardando algunos libros que necesitaba.

Todo durante el resto de la Navidad fue tranquilo, exceptuando una carta de Hermione en la cual pedía hablar urgentemente con ella nada más volver al castillo.

Terminé de empaquetar todo y comencé a prepararme y maquillarme para marcharme.

Había optado por vestirme con un vestido y unos tacones, ya que hoy no tendríamos clase y estaba cansada de usar tantos pantalones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había optado por vestirme con un vestido y unos tacones, ya que hoy no tendríamos clase y estaba cansada de usar tantos pantalones. Desde pequeña me siento más cómoda con faldas y vestidos de tejidos cómodos, y para practicar ejercicios aeróbicos suelo usar algún maillot de ballet. 

Cuando me asegure de que todo estuviese listo bajé a desayunar, donde Severus ya me esperaba.

Nada más verme con un vestido me miró extrañado.

-Hace mucho que no te vestías así.

-Lo sé, y no sabes cuánto lo echaba de menos. Por cierto ¿Algo nuevo sobre la orden?

-No. La reunión a la que no pudistes ir sólo fue para organizar turnos en el departamento de misterios. ¿Y tú sobre Voldemort?

-Está enfadado porque después del intento fallido de Nagini el ministerio está alerta.

-¿Y sobre Fudge?

-Es lo peor. Ayer recibí una carta de Areana donde avisa que planea concederle más poder a Umbridge.

 -No comprendo como no puede hacer nada. Ella es la más cercana a él.

-Sí, pero Areana siempre ha sido amiga de Albus, este ha sido siempre el único tema en el que han diferido.

Después de esta breve charla nos despedimos antes de que él usase la red flu para llevar todo nuestro equipaje al castillo. Como al principio del curso tenía que viajar en el tren por seguridad. Francamente, esta situación me estaba hartando. El año que viene haría lo que fuese para salvarme de este estúpido trabajo. 

Suspirando tomé a Kraesiva para aparecerme delante de una casa que conocía bastante bien. Antes de ir al tren quería hablar con un viejo amigo.

Con tranquilidad llegué al porche y llamé a la puerta. Sin esperarlo tres kneazles me rodearon y comenzaron a ronronear cerca mía, por lo que me agaché para acariciarles.

En poco tiempo la puerta se abrió, dejando ver a una mujer de avanzada edad.

-¿Puedo ayudarla en algo?-Preguntó con un marcado acento americano.

-Buenos días señora Skamander. Soy _____ Black, fuí...

-Ya me acuerdo de tí, eres la pequeña _____, pasa.-Dijo con una sonrisa para abrazarme y después  hacerse a un lado para dejarme pasar. 

-Me alegro de que se acuerde de mi. Hace mucho que no les visitaba.

-Cierto, pero no te preocupes, sabemos que has tenido que estar muy ocupada.-Dijo mientras se sentaba en una butaca y me indicaba que ocupase otro de los asientos.- Y bien, ¿Qué te ha traído por aquí?

¿volver a amar? (Severus Snape y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora