Capítulo 31

9.7K 665 157
                                    

Ya era el primer día de clase, y a pesar de estar desde la Copa de quidditch investigando quién había conjurado la marca tenebrosa no tenía nada.

Me había despertado temprano para asegurarme de que lodo estuviese en mis baúles. Severus había pasado la noche en su casa en la Hilandera preparando todo lo que necesitaba para este curso. Con todo lo relacionado con el torneo de los tres magos todos estábamos bastante alterados ya que seguramente tendríamos que no sólo lidiar con los alumnos de las otras escuelas, sino que también con sus profesores.

Por lo que me había contado Albus no había sido fácil organizar el torneo, de hecho, muy a mi pesar tuve que enviar una carta a Karkarov para que terminase de aceptar. Lo único que me lograba tranquilizar era que tendríamos a Alastor Moody como profesor. Nunca había coincidido con él, pero es conocido por nunca bajar la guardia, algo crucial este año. A mi entender su retirada forzosa era algo estúpida, a pesar de no ser alguien de mi agrado no lo veía logico.

Tras preparar todo me aparecí en la casa de Severus. Todo estaba con un aspecto de cierto descuido y decadencia. Sinceramente no me agradaba demasiado estar aquí, no por ser un lugar humilde, sino por la sensación que se esparcía por toda la casa. Todo el ambiente y la atmósfera me hacía sentir tristeza y sufrimiento. No conozco los detalles, pero sé que Severus no tuvo una buena infancia, y ciertamente no quería forzarle a hablar de ello, todos guardamos muchos secretos y somos nosotros los que decidimos cuando mostrarlos.

Sin hacer ruido me dirigí al cuarto de Severus y empujé la puerta de la habitación, la cual se encontraba ligeramente entreabierta. El interior estaba en penumbra total por lo que transfigurando mis ojos en los de un guepardo me acerqué de forma sigilosa. Pensé en despertarlo con agua o de alguna forma divertida, pero lo descarté cuando ví que estaba sudando y tenía una expresión de intranquilidad. Rápidamente dirigí mi vista hacia su marca tenebrosa. Normalmente no me dejaba verla ya que se avergonzaba de llevarla, pero estaba segura de que estaba más oscura y marcada que antes.

Sin pensarlo dos veces usé legeremancia para ver su sueño. En él solo se escuchaban amenazas por haber traicionado a Voldemort. Después la escena cambió, ahora se veía un bulto oscuro que poco a poco se veía mejor. Cuando por fin se veía lo suficientemente bien pude darme cuenta de que era mi propio cadáver.

Rápidamente salí de su mente y comencé a agitar sus hombros para que despertase. En pocos segundos abrió los ojos y me miró sorprendido.

-Estás viva.-Dijo para abrazarme contra su pecho con fuerza.

-Tranquilo, sólo ha sido un sueño.-Dije correspondiendo el abrazo.

-Lo siento, te había matado.-Murmuró asustado.

-No te preocupes, sé que nunca me harías daño.

-Y si cambio y si...-Dijo todavía afectado por el sueño.

Sin saber qué hacer estreché el abrazo y le susurré en la oreja que estaba bien hasta que se tranquilizó.

-Severus, todos cambiamos con el tiempo, pero pase lo que pase en un futuro sé que no serías capaz de hacerme daño. Eres un buen hombre.

-Pero soy parecido a él.

-¿Quién es él?-Dije en tono tranquilo y suave.

-Mi padre. Él era el peor bastardo que he conocido.-Respondió con odio.

-A través de nuestros actos y comportamiento formamos quienes somos. Los genes no tienen nada que ver.

-¿Cómo puedes estar tan segura? ¿Cómo puedes saber que un día no llegaré borracho y te pegaré hasta matarte como en mi sueño?-Dijo mirando a una esquina de la habitación donde se encontraban algunas botellas vacías con asco.

¿volver a amar? (Severus Snape y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora