Le creí, aunque una parte de mi cabeza me gritara que era demaciado pronto para confiar por completo en el. —¿Y que hay del número de Ángela?. ¿Aún lo quieres?— preguntó en voz alta las últimas dudas que me rondaban en la cabeza. Adrien se encoje de hombros y sonríe. Desde ya podía intuir la respuesta que estaba por darme..
—La verdad es que sí..— me bajo del estúpido columpio y me escabulló antes de que el pudiera detenerme..
—Espera, no me has dejado terminar. Planeó dárselo a Damien. No bromeaba al decir que le gustas y no pienso arriesgarme a que intente seducirte— me toma por los hombros y me gira para que lo miré. —Aunque siendo franco verte celosa es muy halagador— ruedo los ojos.
—¿Celosa? En realidad Damien es mas apuesto que tu. ¡De echo sus hoyuelos son adorables!— por mucho que trato de esconderlo, mis palabras surtieron el efecto esperado. Lo supe por la presión que ejercía su mandíbula. Le paso las manos por el pecho, la delgada tela de su camiseta se ceñía a sus bien formados pectorales y el simple tacto me puso a temblar..
—Te advierto que soy bastante posesivo. No te será tan fácil deshacerte de mí— me murmuró al oído. —Dime que no te vuelven loca mis ojos verdes..— continúa, posando ambas manos sobre mi cadera. —..Que no te altera lo sexi que luzco tocando la guitarra— sus labios seguían rozando mi oído, soplando sobre el su cálido aliento..
—Creí que esa actitud arrogante se iría ahora que tú y yo nos llevamos mejor— le digo, pasando de forma involuntaria la saliva que se me acumula con rapidez en la boca.
—Lo siento preciosa es uno de mis muchos encantos. Te mentiría si te prometiera que intentare cambiar.. A menos de que entremos a un mundo alterno donde mi personalidad sea todo lo contrario—
—¿Eso significa que tendré que conformarme con el sobrevalorado Adrien Agreste?— lo escucho soltar un gruñido juguetón, para después retroceder.
—Fingiré que no escuché tu claro y sarcástico insulto y te llevaré de vuelta a casa— me da la espalda antes de seguir hablando.. —¡Vamos señorita intelectual sube a mi espalda!— me ordena. Me quedo plantada un momento, preguntándome si lo decía enserio. Me mira por encima del hombro y me hace una seña de impaciencia, hasta que termine por montarme. Adrien me sujeta de las piernas y yo de su cuello. Me llevo por otro caminó, uno mas obscuro y despejado, seguramente para ahorrarse el trabajo de apartar los arbustos y así no tener que soltarme. Durante el trayecto aproveche la oportunidad para pegar la nariz a su hombro, para inhalar mejor el olor de su piel. La fragancia que destilaba era una mezcla dulce de hierbas, canela y manzanas. (Nota:*One million*) Si Adrien se dio cuentan de que lo estaba oliendo, no lo comentó.
Dos minutos después las luces de la casa aparecieron, mi madre se encontraba en la entrada. En su rostro se echaba de ver que estaba en problemas. Temo que verme sobre la espalda de Adrien lo empeore mas pero seria imposible, teniendo en cuenta la mirada colérica que ya tenía. Nos deja entrar primero y escucho como estrella la puerta.
—¿Marinette me puedes explicar que pasó exactamente en tu habitación? ¿Porque Nathaniel se fue tan enfadado?— me recuerdo que debo bajarme, así que me muevo para que el lo capte y me suelte. Las piernas me temblaron un poco cuando aterrizó, y necesite agarrarme a su brazo para conservar el equilibrio.
—No fue nada de importancia— respondo, esperando que mi tono le demostrara que estaba exagerando el asunto.
—Ah juzgar por su cara, el no lo tomó de la misma manera. Marinette no me gustaría que su relación acabará, por esa razón considero que sería bueno invitarlo mañana a cenar así podrás hablar con él y arreglar las cosas..—
—¡No lo hagas!.. Será mejor darnos un tiempo para pensar— la interrumpo a la ves que me giraba para mirarla. No pretendía ser tan dura, pero era mucho mejor si no intentaba intervenir.
—¿Sabine tienes un botiquín?. ¡Marinette fue tan tonta y termino cayendo por ese imbécil!— tanto mi madre como yo volvimos los ojos así el y agradezco que ella no entendiera el doble significado de su insultante comentario. De reojo veo como ella se dirige al bañó y un minuto después regresa con los primeros auxilios.
Adrien le quito la caja blanca de las manos antes de que ella pudiera cuestionar tambien el origen de mis raspones.. —Yo puedo hacerme cargo..— aseguró él.
—¿En serio? Ya la has traído hasta aquí cargada y no queremos aprovecharnos de tu buena disposición— sonaba tan escéptica, que seguro se preguntaba ¿Que mosca le había picado ahora?
—Si, supongo que hacer una buena acción más no me matará— ambas intercambiamos una rápida mirada, en la cual intente que leyera que esto también era una gran novedad para mi..
—Bien.. Vallan entonces— dijo, despegando su mirada incrédula del rubio para posarla de nuevo sobre mí —Mientras tanto te prepare una tasa de té— asiento antes de que Adrien me obligará a seguirlo escaleras arriba.
El desorden de cartas me recuerda al instante a Nathaniel, se muy bien que el haberlo engañado me pesará en la consciencia y no me dejara vivir tranquila. Esquivo el plato con la rebanada intacta de pastel, y me siento al borde de la cama. Me distraigo observando como Adrien se arrodilla y abre la tapa, para extraer las bolitas de algodón y el frasco de desinfectante. Con cuidado humedece una y la frota despacio por las heridas.. Reprimió un quejido y me muerdo el labio mientras el se inclina mas para soplar, lo cual no sirvió de mucho. El dolor seguía siendo el mismo...
—Marinette lo nuestro tendrá que permanecer en secreto— me dice al cabo de un rato, sin alzar el rostro. —Al menos por ahora— alargo la mano para atrapar un mechón de su peló.
—¿Puedo saber porqué?— le preguntó antes de que el montón de teorías formarán otra vez dudas en mi cabeza. Para entonces el ya había terminado, pero no se levantó. Se quedo allí y me respondió..
—No creó que a tu madre le parezca bien—
—Ah ella le agrada mucho Nathaniel, pero se que tú también podrías convencerla si le muestras tu lado bueno— alegó, pero ni yo misma llegue a confiar en eso.
—-Algo me dice que no sería tan sencillo. Y no me malentiendas, por supuesto que lo intentaré, pero aún nos quedaría un problema más, mi padre—
—Mi tío es estricto pero no..— me miró antes de interrumpirme.
—¡Créeme Marinette, con el no habra mucho que hacer!. Si se llegará a enterar lo más seguro es que envíe alguno de los dos al otro lado del mundo con tal de separarnos— negué con la cabeza, el no podía ser capas de eso. ¿Porque lo haría?
—Que Nadie lo sepa es la única manera de evitarlo..— lo miro fijamente pensando que exagera, sin embargo algo en sus ojos verdes me dijo que no era así, que el tenía razón.
No se en que momento entro mi madre, y mucho menos cuando Adrien se fue. La idea de mantener una relación secreta me había sumido en mis pensamientos.
Tengo que romperlos cuando ella me ofrece la taza, caliente y fragante. —Mamá.. ¿Que dirías si en caso hipotético, llegara a sentir algo por Adrien?— ella sonrió, con mas ganas de las que esperaba que me dejara ver.
—¡Seria maravilloso que pasará!— exclama mientras quita mi hasta ahora perdido pantalón, para posteriormente aparta las cobijas y acomodar las almohadas..
—¿Enserio no te molestaría?—
—No, todo lo contrario. Me refiero a que ya te había dicho que me encantaría que se llevaran bien y se tratarán como verdaderos hermanos— todas la esperanzas de evitar tener que escondernos quedaron rotas. Por alguna razón me rehusaba aceptar que fuera la única opción. Tenían que haber otra manera.. —¿Porque supongo que a eso te estabas refiriendo no?— suspire. No importaba si sentía que esto estaba mal. Si para seguir con el tendría que engañar a mi propia madre y al resto del mundo.. (¡Estas apuntó de comenzar a mentir!)
—Ah... Si claro, amor de hermanos..—
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"Juegos Del Destinó "
ФанфикTodo nuevo comienzo tiene su lado malo, y para Adrien y Marinette no será la excepción... Créditos de la portada: para MajoCheng 16.