"Manecillas De Reloj"

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Mis pulmones rechazaron el oxígeno. O al menos eso me parecía que provocaba el fuego que los quemaba por dentro. Algo debía estar intentando desesperadamente llenarlos de aire, porque yo en ningún momento trate de hacerlo.
No quería molestarme en respirar, de echo simplemente quería que, quien fuera que estuviera luchando por mantenerme respirando se diera por vencido y desistiera de eso.
Aquella sensación de estar quemandome desde adentro se fue, reemplazado por un liquido fresco y frío que me inundó el pecho y posteriormente el estómago. De inmediato me sentí mucho mejor y me atreví a moverme solo por si a caso eso significaba que ya había muerto. Sin embargo, mi cuerpo respondió y fue entonces que me arrepentí. Supuse que de estar equivocada y aun seguía con vida el dolor sería terrible e insoportable, dado que lo mas seguro era que estuviera llena de heridas y hematomas. Pero mis brazos no dolían, a decir verdad nada en mi anatomía lo hacia, algo que me dejo completamente desconcertada.
Tras pasar los segundos no soy capaz de distinguir si aun me encuentro en aquel lugar del accidente o si es que alguien me ha encontrado y por ende traslado a otro sitió. Me comienza a invadir la incertidumbre y mientras mas luchó por salir del estado de coma en el que me encuentro mas me sobrepasa la desesperación. Soy consciente de que quizás ya todo acabo. Que al fin logre mí cometido de terminar con mi vida, pero algo dentro de mi me decía que no. Que aun seguía viva y por lo tanto debía encontrar la manera de salir de esto. Me esfuerzo el doble por allar la salida y es entonces que me topo con recuerdos que tenia perdidos, los mismos que me recuerdan aquellas dos realidades que se han destruido y las mismas que me habían traído aquí. Pude ver a Adrien caminado por la escuela, siempre mirándome a la distancia, escondido bajo el secreto de haberme borrado la memoria por conveniencia propia. Alya quien siempre habia sido mi amiga y confidente. A Tom Dupain, mi padre, aquel hombre que por azares del destino se convirtió en la fachada perfecta para que Gabriel Agreste ocultara su desliz con mi madre. Intento no prestar atención a lo que sigue. Aquella adicción que desde el principio me causo muchos problemas. Y es entonces que algo dentro de aquel túnel lleno de imágenes se aclaró, y me mostró una luz al final del pasillo. Era una voz, la misma que habría reconocido sin importar que hubiera un millón de voces distintas haciendo interferencia.
Me siento de golpe abriendo los ojos en el procesó. Al princio la habitación da vueltas y es casi imposible distinguir absolutamente nada. Tengo que cerrarlos nuevamente y dejar que todo en mi mente se asiente. Después lo intento de nuevo y descubro que aquello no es mas que otro escenario de mi memoria. Los colores claros de las paredes, los cuadros de estilo abstracto, el vaporoso velo que cubría y envolvía la enorme cama figuraban en un momento pasado. Había sido parte de la antesala de mi muerte y el fin de mi primer existencia. El corazón se me empieza acelar, mientras busco si esto es falso o real. (Tiene que ser un sueño) me digo mientras intento moverme para bajar de la cama pero me freno al ver que alguien me observa por detrás de el velo.. Las palabras no me salen y por lo visto el tampoco tiene nada que decirme. Nos quedamos en silenció. El con expresión seria mientras que yo estuve segura de que mis ojos al igual que el resto de mi rostro no daban crédito a lo que veía.
—Pareces muy sorprendida de verme— comenta el y después se ríe por lo bajo.
—Bueno, la verdad es que sí..— respondo sin aliento.
—Supongo que no esperabas volver a verme ¿verdad?— ahora soy yo quien se ríe.
—No te imaginas cuánto deseaba hacerlo— su sonrisa ilumina su rostro y me cuesta mucho no saltar de la cama directamente a sus brazos.
—Marinette yo también lo deseo. Pero comienza a preocuparme que sea siempre en estas circunstancias—
—Eso no importa— me apresuré a decirle. —Estas aquí y el precio que haya que pagar para eso es lo de menos— Chat suelta un resoplido y aparta la tela para entrar en la intimidad que encierra.
—Eso no es cierto. Tu seguridad es lo más importante que existe..— me toma del cuello y acaricia lentamente el borde de mi cuero cabelludo.. —No sabes cómo me aterra la idea de que por algún motivo yo no pueda salvarte— mis ojos se tornan llorosos y no se qué decirle. La culpa me abruma. Sin embargo, me recuerdo que no deberia estar tan tranquila. Se suponía que debía estar en un hospital, llena de vendas, cables, mangueras y aparatos. Desvío la mirada a mi cuerpo. Mis brazos están intactos, al igual que el resto. Salvo por mi ropa que estaba echa trizas lo cual me demostraba que el accidente había ocurrido en realidad y que por alguna razón era lo único que no pudo salir hilezo de todo ésto.
—Tranquila, no te alteres..— me dice apartandome el cabello del rostro.
—¿Pero...?— farfullo. —¡Esto es imposible!— exclamó maravillada de que mi cuerpo no tenga absolutamente nada. —¿Me dirás qué pasó?— le pregunto poniendo por primera vez en duda mis recuerdos. Aquellos de haberme golpeado en el interior del auto para después ahogarme lentamente en lago..
—Bueno, supongo que sabes que no debería hacerlo. A estas alturas del partido se que para ti no es un secreto que existe la magia y eso mismo es lo que ahora evita que tengas una pierna rota..— su mano me recorre el musmlo derecho. —..Tu torso casi desecho..— ahora su mano se filtra por el enorme agujero que tiene mi blusa y acaricia mi vientre.. solo entonces descubro que trata de mostrarme donde estuvieron aquellas heridas de las que hablaba. —..y ni que decir de tu cráneo— su rostro se contrae en una mueca, seguramente esta era la peor y la que mas trabajo le costaba recordar. 
Cierro los ojos y trato de imaginar, aunque el dolor que recuerdo me ayuda a visualizar el estado en el que el me encontro. —Te saque del agua y trate de no entrar en pánico. Solo así sabía que podría ayudarte— respiro profundamente y espanto de mi mente todo aquello.
—Chat, te lo agradezco—
—No lo hagas. Es lo menos que puedo hacer por ti después de haber sido un imbecil durante tanto tiempo— lo miro y me atrevo a que mis manos le acaricien la piel que su antifaz deja al descubierto.
—¿A qué te refieres con eso?— le pregunto y mi dedo se paraliza cuando toca sus labios..
—Otra cosa que no debo decir— murmura y por un momento cierra los ojos, y quiero creer que se debe a mi caricia. —Pero..— suspira y su aliento sobre mi piel me estremece. —Creo que es mejor que lo sepas. Tienes derecho hacerlo, pero sobre todo quiero hacer las cosas bien esta vez— no me imaginó que pueda ser, por lo que esperó con impaciencia, tratando al mismo tiempo de no perderme con su cercanía.. —Marinette comenzare por decirte que bajo el disfraz soy Adrien Agreste— el espera a que yo reaccione. Se le nota que espera que me sorprenda por la confección, pero lo único que consiguió fue que me riera.
—Eso ya lo sabía— entorna la mirada y yo me vuelvo a reír por lo bajo. —O al menos esperaba que lo fueras—
—¿Como lo supiste?—
—Yo tengo recuerdos. Sobre nosotros— me detengo para buscar la mejor manera de explicárselo, pero el abre la boca para decir.
—Justamente ese es al punto al que voy— ambos permanecimos en silencio, claramente confundidos el uno del otro..
—¿Eso quiere decir que tus dos versiones recuerdan el pasado?—  me atreví a preguntar, después de minutos en suspenso.
—No— aquello me desilusionó. —Por algún motivo solo recuerdo mis vidas pasadas cuando soy Chat Noir— entendí porque me dolía tanto eso, y al mismo tiempo me preguntaba ¿porque demonios ocurría eso? —No tengo idea de porque es así. Ni tampoco porque me he transformado solo cuando has estado en peligro y necesitabas de mi ayuda— me sentí mareada y mi cerebro comienza a relentizar mi capacidad de procesar las palabras y tengo que concentrarme en organizar mis pensamientos..
—Bueno al menos se como es que llegas a tiempo para salvarme—
—La trasformación ocurre de repente. En un segundo soy Chat Noir y te recuerdo con claridad al igual que se porque y donde encontrarte. He llegado a pensar que se debe a una conección que existe entre nosotros dos— el corazón se me altera, de repente feliz de que eso pueda ser la verdadera razón.
De pronto no lo resisto mas y me cuelgo de su cuello para besarlo, al punto de que apenas si lo toque y ya me hacía falta la respiración. Me deje caer sobre el colchón y su cuerpo cayó sobre el mío. Precionándolo con delicadeza a la vez que me dejaba sentir toda su anatomía. Era maravilloso. Mucho mas de lo que podía soñar o esperar de nuestro encuentro. La información que había ganado eras mas de la que habia esperado obtener y me dije que era momento de disfrutar de mi recompensa. Chat me acarició la cintura para luego detenerse abruptamente. Alejo sus labios de los mios y se echo para atrás.
—Quiero esto tanto o mas que tu pero debemos aprovechar el tiempo para encontrar respuestas— al principio me deja lo bastante desorientada para no lograr pensar en nada mas que no sea la excitación que me recorre el cuerpo.
—¿Que importa?— murmuró y lo atraigo hacia mi de inmediato, besándolo con desesperación.
—Marinette realmente tenemos problemas..— dice el mientras trata de alejarse otra vez.
—Lo entiendo pero ahora necesitó de ti— respondo. —Te necesitó— reafirmó con tono solemne.
—Lo se. Creeme que lo se. Pero piensa en que debemos buscar la manera de que yo sea Chat Noir sin necesitar que tu estés en peligro— respiró, y vuelvo a respirar. Hasta que por fin logro mantener mis hormonas a raya.
—Bien— digo y me vuelvo a sentar.
—Debe haber algo que se nos esta escapando..— desvío la mirada hacia las puertas francesas que dan al balcon, segura de que es la mejor manera de poder concentrarme en esto.
—Pues.. Supongo si debe ser por la conexión que existió ente nosotros. Porque de lo contrario no imagino que pueda ser—
—Supongo. Pero debe haber algo más— su tono de voz me hace volver el rostro para mirarlo de nuevo. Tiene aquella expresión de frustración que tan bien recordaba. Sonrió con melancolía.
—Quizás pueda encontrar la manera de ponerme en peligro, ya sabes seguir con mi plan original..— su rostro palidece al instante y yo por mi parte me arrepiento de inmediato por haberle dicho esto.. Chat se baja de la cama y yo maldigo en voz baja.
—¡No puedo creer que hayas sido capas de tanto!— explota. (Mierda) Esta furioso.
—Lo siento, pero después de que me salvarás la primera vez descubrí que necesitaba verte y quise probar si mi teoría era cierta.. —
—¿Sabes lo fuerte que fue el accidente?— me pregunta el. —Eso no fue cualquier cosa Marinette. Pudiste haber muerto—
—Lo se, pero confiaba siegamente en que tu aparecerias para rescatarme— me bajo despacio de la cama y me planto frente a el. —Y lo hiciste. Así que sin importar nada yo tenia razón. Solo de esa forma te vería de nuevo—
—Aun así eso fue muy estúpido de tu parte— me alivia que su enfado haya bajado un poco, aunque sabia muy bien que aun no podía cantar victoria.
—Escúchame. No solo tenía urgencia de verte, también porque tengo la esperanza de que tu tuvieras información sobre aquella noche en la que cambiaste la realidad— los ojos de Chat se fijan en un punto detrás de mí y con forme pasan los segundos parece que esta retornando a ese momento. —Por favor intenta recordar que fue exactamente lo que pensabas cuando liberaste el vapor— el no dice nada, ni tampoco se mueve. Tal parece que esta muy concentrado en su memoria...
—Yo...— empieza y su expresión se torna confusa. —Recuerdo haberte llevado a la granja.. Después al sótano donde yo habia instalado un laboratorio secreto y a las espaldas de Marcus..— vuelve hacer una pausa a la vez que otro cambio se produce en su rostro ahora torturado.. —Yo quería que fuéramos felices. Te juro que esa era mi motivación principal, pero algo debió pasar. Cometí un error y lo eche todo a perder..—
—No, basta..— lo interrumpo. —Sea lo que sea que paso no fue tu culpa. Se que tus intenciones eran buenas y es justo por eso que todo este tiempo he estado luchando por encontrar la verdad—le acarició el rostro y sigo para pasar mi mano por su cabello revuelto.
—Siento que hayas tenido que luchar sola. Que mi terrible decisión te provocará tanto dañó—
—No te negare que fue muy duro cuando desperté y me di cuenta de que nada era igual. Todos los recuerdos me atormentaron mientras asimilaba que ya no estabas tu. Que Adrien donde quiera que estuviera no me reconocería mientras vivía su nueva realidad— mi voz se apago y fue imposible no revivir en mi mente de nuevo aquella triste época.
—Mi amor lo lamentó tanto. Sólo ahora que recuerdo todo me hago una idea de cuanto debió dolerte, y más aún cuando pienso en Aiden y en el bebé que estabas esperando— persivo mis lágrimas arañar el interior de mis ojos pero me contengo a sabiendas de que llorar solo empeoraría las cosas y haría que Chat se sintiera mucho peor consigo mismo. En cambio sonrió y lo obligó a que me mire a los ojos..
—¿Sabes que es lo que me ha mantenido fuerte y de pie todo este tiempo? Ha sido la esperanza de encontrar la manera de revocar tu decisión y volver de nuevo a nuestra realidad. Aquella donde no necesitabas ser un súper héroe para recordarme— su mirada me infunde valor. Aunque sea sólo momentáneo y superficial, pero mientras dure se que me servirá para aligerar su pesada carga moral.
—No se como solucionar eso Marinette. Como hacer para que Adrien tenga idea de cual importante eres para el.. De echó, justo ahora deseó poder quedarme así y ser Chat Noir para siempre— se inclina y recarga su frente sobre la mía. En mi pecho su deseo se ancla, echando raíz de inmediato.
—¿Eso es posible?— no quería que sonara como pregunta, pero tampoco quería afirmar algo que estaba muy lejos de saber.
—Creo que no..— murmura lleno de ansiedad. —La otra vez solo duro algunas horas. Lo suficiente para pasar la noche contigo en la azotea del edificio y al amanecer, apenas si tuve tiempo de llevarte a la mansión y dejarte en tu cama antes de que volviera a ser Adrien otra vez— me cuenta el. —Mientras dormías no deje de pensar en todos los recuerdos. En la manera de guardarlos más haya de Chat Noir. Pero al parecer no lo logre. ¿Dime hablaste con mi otro yo sobre eso? ¿Sobre como te encontró en el edificio?—
—No. Quería hacerlo pero no encontré la oportunidad ni la manera de hacerlo. Se muy bien que el desconoce todo esto y por lo mismo no quería asustarlo con algo que de todas formas no debe enterarse.. No por el momento—
—¿Porque? Ahora que lo dices creo que es lo mejor. Yo debería saberlo y quizás así mi memoria se active—lo pienso durante un segundo y aunque me atrae mucho la idea de que eso ayude a Adrien debo aceptar que hice un trato que debo cumplir.
—Es una larga y muy complicada historia que me impide decirle a Adrien la verdad. Te juró que por ahora no puedo. Pero en cuanto descubra todo yo misma arreglaré todo y no sera necesario involucrar a tu alterego..—
—Pero..—
—Confía en mí. Tengo un plan. Siempre lo hemos tenido y solo tengo que seguir como hasta ahora, apegandome a el en cada paso que de—
—¿Tenemos? ¿Tu y quien mas Marinette?— paso ruidosamente la saliva, nerviosa por no haber sometido al filtro correcto mis palabras. Lo miro con ansiedad mientras lucho por descubrir si era buena idea darle nombre y señas de todos los involucrados en este retorcido juego de poderes.. —¿Debes protegerlo?— me pregunta y noto que su voz guarda un trasfondo de recelo. —¿A caso es alguien del pasado?— no se que decirle, o como salir de este interrogatorio sin sacar nada a relucir.. —¿Vamos solo dime si es alguien de quien debería preocuparme?— asentí despacio una vez y después suspiré.
—No es nadie con quien yo pueda tener una relación que no sea estrictamente de nogocios. O en este caso sobre venganzas— sus ojos me estudian con detenimiento. Me da la impresión de que intenta leerme la mente para descubrir por si mismo que es lo que le guardo con tanto recelo.
—Quiere vengarse de mí por haberlo cambiado todo verdad—
—No— me precipitó a corregirlo a pesar de que no hubiera sido una pregunta sino una afirmación. —El sabe que aunque tu hubieras comenzado todo no fue tu culpa. No técnicamente. Lo sabe, creeme que esta consiente de eso y te aseguró que tu no saldrás perjudicado en absolutamente nada. Yo me encargare de eso y sino estuviera cien por siento segura de que cumplirá su palabra de no tomar repercusiones hacia ti jamas habría accedido a ayudarlo a descubrir la verdad— se me corta la respiración y pierdo el habla, molesta porque aun tenia mucho que decirle hasta que el entendiera que no tenia nada de que temer.
—Marinette no me preocupa lo que quiera hacer conmigo. Estaría en su derecho de castigarme por haber echo semejante estupidez. Y lo aceptó, en realidad espero que lo haga y tu también encuentres la manera de hacerme pagar por tanto error..—
—¿Puedes dejar de ser tan absurdo y estúpido?— le espeté con rudeza. —Nadie te hará pagar nada—
—¿Como puedes seguir amandome después de..—
—Te amo— le digo sin titubear. —Y lo mas probable es que lo siga haciendo aún cuando tu te las aregles para volver a cambiarlo todo de nuevo. Así que por favor deja de castigarte a ti mismo y mejor date cuenta de que debemos aprovechar el tiempo que nos queda para disfrutar el uno del otro— sigue tenso cuando acepta que tengo toda la razón. Sus manos parecen torpes cuando se aferran a mi cintura y me atraen a su cuerpo para unirlos todo lo que sea humanamente posible. Posteriormente me besa aunque otra vez no sea lo suficiente y lo que mi me hubiera gustado.

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