—Todo es culpa del destinó que juega con migo— Tom me abraza, se nota a leguas que no tiene experiencias a la hora de consolar personas y sobre todo adolescentes llenos de problemas, aún así su gesto torpe me sube la moral y pensar es mucho más fácil. Las imágenes y los recuerdos dolorosos van tomando su lugar hasta que caigo en la cuenta de que mi actual vida era solo una repetición de la anterior, lo cual quería decir que tarde o temprano podría volver a morir de la misma manera. Me quedo rígida y el lo nota, me suelta y me da la impresión de qué no sabía cómo manejar la incómoda situación..
—Eres muy joven y quizás solo te estés ahogando en un vaso de agua..—
—No..— lo interrumpo y ya todo estaba claro. —He vivido en medio de mentiras y cariño falso, y justo cuando encuentro el amor resulta que tengo que alejarme para evitar que nuestro destino se repita..—
—¿Repetirse?..— pregunta el en voz baja y preocupada. Mis ojos desesperados buscan los suyos ansiosos y asustados, se que debe pensar que estoy loca, y quizás sea mejor que crea eso ¿porque como explicarle que me aterraba el echo de Adrien pudiera volver a morir frente a mis ojos? Mi mente va perdiendo lucidez y mis pulmones se niegan a recibir oxígeno.. (No, ahora no me puedo desmayar) Me aferró al borde de la mesa y trato de que las palabras que me obstruyen la garganta salgan y así poder decirle a Tom que necesitaba que me ayudara empezar de nuevo, lejos de los Agreste y del futuro que me aguardaba. Sin embargo, no puedo, me tambaleó y de no ser que sus brazos me sostenían me habría caído del banco..
—Marinette.. ¿Que ocurre?...— su voz suena cada vez más lejana, mientras mi mente se sumerge en las aguas gélidas de la inconsciencia..
Aquí todo es más sencillo, no hay sonidos y mis ojos solo captan destellos luminosos que parecen provenir de la rendija de una puerta, no me muevo y me dedico a observar mi desolada mente..Me encuentro en un cuarto de paredes blancas y cortinas que sirven para separar las camas unas de otras, muy a mi pesar reconozco donde estoy y porque lo estoy, Tom debió traerme y seguramente se lamenta el haberme dejado pasar. (Bien echo Marinette. Así ya no querrá saber nada mas de ti) dejo que el frenético sonido del gotero ahogue la molesta voz de mi conciencia y giro el rostro para ver quién sostiene mi mano derecha. El hombre esboza una media sonrisa y respira aliviado. Mi intento de corresponderle se quedó atrapado en la mascarilla de oxígeno y aunque quisiera no podía quitarla de en medio ya que no me sentía lo suficientemente fuerte para respirar por mi misma. Abro la boca y solo logró que salgan débiles susurros incomprencibles.
—No hables, el medico dijo que estabas muy débil— me dice el. Asiento y de todos modos lo vuelvo a intentar..
—Lamento esto..— el sonido sigue siendo bajo, pero es suficiente para que llegue a sus oídos —..Tom lamento mucho que mi madre jamás se diera cuenta de que a tu lado todo hubiera sido mejor..— debía decirlo ahora que podía, estaba plenamente conciente de que tal vez después de esto no lo volvería a ver.
—Vamos, no soy tan bueno como tu piensas.. La cobardía siempre a sido mi mayor defecto y como sabrás en el corazón no se manda. Ella ama a Gabriel Agreste, siempre lo a echo—
—Tienes razón..— respondo. Yo sabía por experiencia que el amor no podía cambiarse así como si nada, ni tampoco olvidarse de la noche a la mañana.
—Descansa y no te preocupes que todo saldrá bien..—
—Tom, no te vallas.. Por favor quedate y finge que eres mi padre.. Que siempre lo fuiste— me aferró a su mano y le suplico con la mirada. (No quiero estar sola).
—Siempre pensé en ti, y te considere mi hija aun sabiendo que no lo eras. Me alegra que no me odies e hicieras lo que yo nunca tuve el valor de hacer, buscarme la otra noche— Tom me besa con delicadeza y ternura la frente, para después volver a acomodarse en la silla, suspiro y dejó que mis ojos se deslicen por su rostro, guardando en mi memoria el tono café de sus ojos, lo pobladas y gruesas que son sus cejas y como le daban harmonia a su nariz, sus labios y a su mandíbula cuadrada. En su juventud debió ser un chico muy apuesto, pero no lo suficiente para que mi madre se olvidara del rubio de ojos grises que lanzo sobre ella el encanto Agreste, el mismo que ahora su hijo había usado contra mi.
Mas tarde la medicación ya me había vencido y no tenía idea de cuento tiempo había transcurrido desde entonces. No quería volver en sí, temía abrir los ojos y encontrarme con Adrien, no quería enfrentarme a el, al menos no por ahora, antes quería tener las cosas bien claras y una decisión tomada.
A mi alrededor reinaba el silencio, no había molestos pitidos ni goteros irritantes, aún así sabia que no estaba dormida ya que sentía el aire tibio de la calefacción y el fuerte olor a desinfectante antibacteriano. Abro de golpe los ojos y parpadeó para acostumbrarme a la luz de las lámparas y así poder ubicarme nuevamente..
—Marinette por fin despiertas— el dueño de la voz se encuentra sentado sobre del sofá a unos pasos de mi cama.
—Marcus..— digo y la sangre se me enfría, por un segundo creí que seria Adrien.
—Tranquila ya todo esta bien..— tiene la pierna cruzada y el rostro inexpresivo. Verlo me hace recordar y sin querer me estremezco por completo.
—Había un hombre con migo, ¿donde esta el?— pregunte. Ya no tengo la mascarilla ni mangueras conectadas al cuerpo por lo que pude sentarme, recargando la espalda sobre las almohadas..
—Se marchó, sabe perfectamente que no podía quedarse y tuvo mucha suerte de que Gabriel estuviera de viaje— se fue, era lógico que lo haría, había un contrato que le impedía acercarse a mi y con certeza Marcus se encargo de recordárselo. —¿Marinette el te busco? ¿Te dijo quien era?—
—No. Fui yo quien lo busco y se que su nombre es Tom Dupain. Mi difunto padre—las manos me sudan y mi caprichoso pulso se niega a retomar su cause. ¡Demonios! Si antes ya me era difícil estar junto a Marcus ahora las cosas se había vuelto mucho peores.
—Siempre supe que terminarías por descubrirlo todo y se lo dije a Gabriel, pero supongo que prefirió subestimarte— tragó saliva y me preguntó ¿Si el sabrá que diecinueve años atrás yo misma dispare el arma que le quito la vida? Es posible ya que nunca antes lo había visto tan serio y pensativo. Una llamarada de pánico me prende en el estómago y requiero de todo mi auto control para seguir hablando sin gritar.
—Supongo que a estas alturas mi madre ya sabrá que estoy aquí— ojalá estuviera aquí, solo para no sentirme tan vulnerable y débil.
—Después de que Tom me llamara no me quedo mas remedio que decirle a Gabriel que estabas en el hospital, el y tu madre tomaron un vuelo de regreso a París y han estado como locos de un lado para otro a la espera de que despertarás— escuchar eso me toma por sorpresa, había creído que mi madre seguía en la granja, preparándose para mudarse con migo.
—¿Adonde fueron y cuanto tiempo llevo aquí?—
—Estaban en Barcelona y duraste cuatro días inconsciente— ¡Cuatro! Tras hacer cálculos mentales descubrí que me había perdido la subasta, algo que en fondo me alivió.
—¿Alguien mas aparte de mis padres ha venido a verme?— tenía que preguntar ya que cuatro días era tiempo suficiente para que la noticia llegara a los oídos de Adrien.
—Si, algunos amigos de Adrien y Félix.. Por cierto hablando ellos han estado muy preocupados por ti.. Cualquiera se atrevería a suponer que les importas demasiado, sobretodo a Adrien quien no quiso asistir a la subasta por mas que su madre le rogó— mi ansiedad aumenta de golpe tras descubrir el transfondo que guardaba la insinuación de Marcus, si no estaba enterado de nuestro pasado si lo estaba de mi relación con sus sobrinos, en especial con el que podía ser su hijo. Le sostengo la mirada sólo para aparentar que nada pasa y que no he logrado entender sus palabras y ruego porque mi voz no me delate..
—Marianne debe estar furiosa con migo..— dije y por supuesto que fallé estrepitosamente, mi nerviosismo saltaba a relucir.
—Si, pero te daré un consejo, no sigas entró metiéndote en su camino. Resuelve todo lo que tengas pendiente y marchate lejos, donde nada pueda alcanzarte nuevamente— solo había una forma de interpretar aquello. De alguna manera Marcus sabía tan bien como yo que la historia podría repetirse, me lo estaba advirtiendo.
—¿Irme, adonde?— francamente no me había cruzado por la cabeza la posibilidad de huir, pero ahora que el lo mencionaba me parecía una buena opción..
—Lejos.. Algún lugar donde Adrien no pueda encontrarte..— ¿Adrien? Creí que solo trataba de protegerse así mismo, pero al perecer era otro el motivo de su preocupación.
—¿Marcus que escondes?— el se levanta del sofá y recorre con lentitud los cuatro pasos que lo separaba del borde de la cama, mi corazón reacciona al mismo tiempo que mi cuerpo se preparaba para saltar y salir corriendo de el..
—Nada..— comenzó y desde luego que no le creí —..Solo que no quiero que salgas lastimada y mucho menos Adrien.. Y te parecerá una locura pero si tu sigues en su vida las cosas terminaran muy mal para ambos y por el no lo puedo permitir— bueno ya todo estaba claro, yo era el único peligro real aquí, Adrien estaría a salvo mientras que yo no estuviera en su vida.. —Por eso vete, utiliza a Ethan Mercier como vía de escape—
—¿Estas sugiriendo que huya con el?— pregunte recelosa.
—Bueno eso dependerá de ti.. Pero si tienes instinto de supervivencia sabrás que es lo mejor que puedes hacer— ¿lo era? Después del accidente que sufrí había creído que escapar no resolvería nada, en todo caso sólo lo empeoraba mas. Pero tal vez esta ocación pudiera ser la excepción.. —Si decides hacerlo te prometo que de mi boca no saldrá absolutamente nada. Gabriel nunca sabrá donde estas ni porque te fuiste.. A menos de que quieras hacer un teatro para engañar a todos y marcharte limpiamente— me cuesta seguirle el ritmo y comprender al vuelo lo que me estaba diciendo, sobre todo cuando su profunda y misteriosa mirada no le daba tregua a la mía.. —Eres una chica muy inteligente y sabes exactamente a que me refiero, por esa razón te pido por favor que antes de irte desilusiones por completo a Adrien y lo dejes seguir su vida..— de nuevo todo esto era por Adrien, a Marcus no le preocupaba en lo mas mínimo que yo pudiera matarlo y prefería a su sobrino por encima de su propia vida, al menos en eso ya podía estar tranquila. —Te dejare a solas para que lo pienses y termines de convencerte de que no tienes otra alternativa mas que seguir mi consejo..— me sonríe tan cordial como siempre y se vuelve para dirigirse a la puerta..
—¿Estas seguro que es la única opción que me queda?— lo detuve antes de que su mano girara la perilla.
—Lamentablemente si..— me respondió sin mirar atrás —Lo lamento Marinette, en serio que lo hago— sale de la habitación dejandome confundida y con el corazón roto.
Me levanto y me acerco a la ventana, afuera el cielo esta encapotado y gris, recargo la frente sobre el cristal y observo las gotas de lluvia que se estrellan y se deslizan por el... La sensación de dèjá vu ya no me desconcierta, en mi pasado debe haber algún momento en cual mirara la lluvia y deseara que nunca dejara de caer, para así no darme cuenta de mis propias lágrimas.
El sonido de la puerta al abrirse me alerta pero no muevo ni un solo músculo para averiguar de quien se trata, sus pasos resuenan huecos hasta que se detuvo por detrás de mí. Sus manos se filtraron con rapidez por la curvatura de mi cintura y tuve su mentón sobre mi hombro. El rostro de Adrien se reflejo sobre el cristal, exquisito y e increíblemente apuesto, como siempre..
—¿Tienes idea de cual preocupado estaba..—
—Shhh.. No digas nada, solo deja que te bese y me olvide de todo..—mientras hablaba me giré para besarlo. Por ahora solo quería que la pasion se apoderara de mi y borrara de mi mente las últimas horas. El me corresponde y me acorrala contra la ventana, su cuerpo es la anestesia que estaba buscando. Le doy rienda suelta a mis manos y lo pego mas a mi, acariciando su espalda en el proceso, no me detengo y las dejo sobre su nuca, desesperada por encontrar la manera de fundirme en sus labios que paran de repente y se alejan para recuperar el aliento..
—Sabes que me encanta complacerte mi lady, pero quiero saber ¿que te ocurría cuando me llamaste aquella noche?— jadea y me precipitó a capturar entré mi boca su tibio aliento.. —Marinette..— murmura y se que me estaba presionando para que respondiera su pregunta, sin embargo, no planeaba hacerlo.
—A pesar de todo conocerte es lo mejor que me pudo pasar.. El tiempo que he pasado con tigo aunque fue poco a sido maravilloso— logro sonreír pese a que tengo el corazon en la boca, llorando y pidiendo a gritos que no lo separe de su lado. En mi cabeza se reproduce la imagen de su rostro sin vida y es suficiente para terminar de convencerme de que dejarlo es lo mejor que podía hacer.
—¿Porque presiento que te estas despidiendo de mí?— finjo no escucharlo y dejo que sus ojos verdes me corten la respiración. Jamás podría despedirme de el, la simple idea me parecía insoportable. Me iría, le rompería el corazón, pero le dejaría mi alma para así no tener que decirle nunca adiós..
—Adrien perdóname por haberte preocupado..— (y por lo que estoy planeando hacerte..) La mano me tiembla un poco cuando la alzo para apartar de su frente los mechones rebeldes que nunca a podido mantener en su lugar, y otra sonrisa se me dibuja en los labios, extrañaría su color amarillo y la textura sedosa y lisa..
—Si estas actuando tan raro por que temes que tu enfermedad empeore te aviso que no será así—
—¿Como puedes saberlo?— con mi dedo recorro el puente de su nariz, para seguir con su boca, grabando cada detalle y sensación en mi memoria..
—Hable con Leandro y me aseguro que no hay de que preocuparse, tu enfermedad no ha evolucionado y lo que te paso fue una recaída por exceso de estrés— se esfuerza por sonar convincente, y agradezco que crea que mi rara actitud se debía a eso, aunque la verdad fuera que mi enfermedad me tenía sin cuidado, ahora que sabia que me esperaban por delante tiempos aun mas difíciles y duros.
—El que todo siga igual no quiere decir que nunca valla a cambiar.. Adrien quizás debas comenzar a..—
—Olvídalo..— me interrumpe antes de que pudiera aprovechar la excusa de mi enfermedad para sugerirle que fuera el quien diera el primer paso para alejarse de mi. —..Bonita se lo que estas pensando y no lo haré..— acorto de nuevo el espació y uno nuestras bocas.. —¿Marinette quieres decirme que pasa?— pide y me aleja.
—Nada.. Ya te dije que sólo quiero besarte..—
—No me engañas algo te ocurre y siento que es malo.. Tanto que tus labios me saben amargos— dejo escapar un suspiro y después me río de la ironía que a dicho.
—Siempre han sido agridulces y lo sabes, así que no hay diferencia—
—Te equívocas, porque justo ahora percibo claramente el sabor a despedida y lo peor es que no se porque— (No quiero que guardes ese sabor. Quiero que cada que pienses en mí recuerdes la dulzura y la pasión)
—Te amo.. Y siempre lo haré— tengo que ocultar la cara en su pecho y respirar profundamente para aplacar las terribles ganas de llorar. (Se valiente)
—Eso claramente fue una despedida— dice y me envuelve firmemente entre sus brazos, como si quisiera formar una cárcel con ellos de la cual nunca pudiera escapar, (Ojalá lo lograra) ojalá Chat Noir nunca hubiera regresado.
—No, yo jamás podría despedirme de ti— le aseguro —Así que quedate tranquilo..— después de eso ninguno de los dos nos movemos, dejamos que el tiempo siguiera su curso y avanzara en silencio...

ESTÁS LEYENDO
"Juegos Del Destinó "
FanfictionTodo nuevo comienzo tiene su lado malo, y para Adrien y Marinette no será la excepción... Créditos de la portada: para MajoCheng 16.