"Sombra Negra"

504 50 16
                                    

—¿Me estas tratando de decir que.. Que Marinette está muerta?— casi no puedo terminar las preguntas. Tenía​ la garganta cerrada y mi corazón parece que ha dejado de latir..
—Se que es muy difícil de aceptar pero...—
—¡Estas loco!.. Ella no está.. ¡No está muerta!— gritó y de pronto siento que tampoco respiró..
—¡Tranquilízate y escuchame..—
—¿Que hacemos aquí? ¿Porque no la están buscando?— le pregunto a él y a todos los policías idiotas que se han acercado para intentar calmar mi ataque de pánico. Me retuvieron por los brazos para evitar que golpeara al grupo de ineptos que perdían el tiempo observando un horrible incendio que nada tenía que ver con ella.. A menos qué..
—Adrien ya no hay nadie a quien buscar..— comenzó el comandante con voz tensa y resignada. —..ella estaba dentro de la cabaña cuando se incendió..—
—¡NO! ¡ELLA ESTA VIVA, MI HERMANO SE LA LLEVO!.. ¡EL ME DIJO, ME ASEGURO QUE NO LE HARIA DAÑO!— mis gritos se sobreponen al sonido que causan las furiosas llamas mientras lamen todo a su paso. ¡Ella no estaba allí!. ¡No se había ido para siempre!..
—Al parecer los hombres que la sacaron aquella noche del bar la trajeron y la mantuvieron aquí. Hay testigos que aseguraron verlos subirla a la camioneta que vez allá, además de que se encontraron informes sobre ella y todo apunta que esperaban pedir rescate para ponerla en libertad..— empiezo a forsejear sin importarme un carajo ver la dichosa camioneta o tratar de entender lo que me estaba diciendo, yo solo quería salir de aquí correr y buscarla..
—¡¿No me está escuchando?! Le digo que fue mi hermano quien la rapto, el la tiene escondida en algún lugar y ustedes solo están perdiendo el maldito tiempo!— continuó tratando de liberarme pero no me sueltan y dentro de mí todo se rompe, de echo podría jurar que mi corazón había sido removido de su lugar. Me quedo quieto sintiendo el enorme vacío que dejó. De pronto ya no soy capaz de seguir resistiendome y dejó que el dolor me arañe el pecho, el alma y me deje desangrar lentamente.. (¡No puedes rendirte! ¡Tal vez ellos se equivocan y Marinette está bien!) Trato de aferrarme a eso, pero en el fondo se que es inútil. Había pruebas y testigos.. (¡Al carajo con todo eso! ¡Ella podría seguir con vida!) Me dice esa parte que no ha dejado de repetir que debía ser fuerte y seguir con su búsqueda. Aprovecho que han aflojado el agarre para soltarme, apartó la mirada del fuego para que me fuera más sencillo confiar en mí sexto sentido..
—Adrien es mejor aceptar que ella está muerta. Se que es difícil pero..—
—¡Somos los padres de Marinette Dupain Cheng!— lo interrumpio la voz alterada de Gabriel a mis espaldas.. Tanto el como Sabine se acercaron mientras el agente dejaba salir el aire para tomar otra carga, se le notaba lo mucho que le costaba repetir la fatídica y horrible noticia.. Al cado de unos minutos el por fin se dispuso abrir la boca para decirles..
—Señores como les dije por teléfono no les tengo buenas noticias.. Lamentablemente no pudimos llegar a tiempo para intentar rescatarla.. La contrucción era muy vieja y el fuerte incendio hizo que colapsara y lo más probable es que se derrumbará encima de todos los que estaban adentro antes de que el fuego se propagara por completo..— lo que sucedió a continuación fue muy rápido y solo pude captarlo en fragmentos rotos e inconexos.. un segundo tenía las manos de Gabriel sobre el cuello.. En otro más ya me encontraba en el piso y recibiendo la paliza que me estaba dando..
No moví ni un solo músculo para evitarlo y dejé que me golpeara la mandíbula, el costado y en culaquier lugar donde su pie fuera a parar.. —¡TU ERES EL ÚNICO CULPABLE DE ESTO Y NO SABES COMO ME ALEGRO DE QUE NO SEAS MI HIJO, ASI PUEDO MATARTE PERSONALMENTE CON MIS PROPIAS MANOS!..— su gritó me resonó en la cabeza y me dolió más, mucho más que cualquiera de sus anteriores golpes. Para el yo siempre fui un dolor de cabeza, el recuerdo contante de la traición de su esposa y ahora también era el causante de la muerte de su única hija.. (¡Bien echo Adrien!)..
—¡Gabriel por favor no sigas!— gritó Sabine entre lágrimas. Él no se detuvo y me propinó otra patada en el costado que me hizo retorcerme​ en el suelo.
—Señor se que está muy afectado pero él no tiene que ver..—
—¡Adelante, mátame.. Sin Marinette no me queda nada!..— le dije jadeando para recuperar el iré que sus golpes me robaron. Desde dónde estoy puedo ver las llamas que poco a poco van apagándose y dejando un hilo de humo. (Mi Marinette no podía haber estado allí..) me lamento y rompí a llorar como lo haría alguien que está siendo torturado sin piedad alguna, como alguien que lo ha perdido todo y solo le quedaba esperar ahogarse en su propio llanto, solo para acabar con su horrible sufrimiento. Gabriel se alejó y desvió la mirada al grupo de policías, se le notaba lo afectado que estaba y lo mucho que esto le dolía..
—¿Esta completamente seguro de que mi hija estaba allí?— le pregunto al agente responsable de la investigación, el cual asíntio con infinito pasar..
—Si, como mencioné hay testigos, hay pruebas y en cuanto el fuego sea controlado por completo los forenses buscarán los restos y podremos asegurarlo. Mientras tanto les pido que traten de calmarse y sera mejor que se marchen. Como pueden ver ya no hay nada que podamos hacer..— desvió la mirada al cielo, no hay estrellas y hasta la luna parece haberse ido para no presenciar el espantoso fin que el destino le dio a su vida. ¿Porqué? Me pregunté. ¿Porqué ella? Después pienso en nuestro pequeño bebé. En ese niño que nunca podré tener entre mis brazos, y nunca podré escucharlo llamarme papá. ¡Maldita sea! Esto es injusto.. ¡Mierda! ¿Como podré seguir sin ellos?.. Nathaniel me da la mano para ayudarme a incorporarme y tardo unos minutos para tomarla y hacerlo.
—El tiene razón, vámonos Adrien..— intenta ayudarme a mantenerme en pie y caminar rumbo al auto pero empujó su brazo y trato de quedarme firmemente plantado sobre el suelo.
—Déjame..—  le dije. —..no puedo irme.. ¡Ella está haya y debo ayudarla!.. ¡Marinette!— me tambaleó cuando intento volverme en dirección de la camioneta y de los restos de la cabaña, cuyo fuego ya se ha acabado de extinguir. Estoy desesperado y aunque sabía muy bien que ya nada se podía hacer por ella quería correr y buscarla entre los escombros y las cenizas..
—Te entiendo, sabes yo ya tampoco puedo asimilarlo, pero no hay nada que podamos hacer..—
—No. Tú no lo entiendes.. yo no solo he pedido a Marinette, también he perdido a mi hijo.. ¿Sabes tu lo que es sentirte completamente vacío?.. No, no lo sabes— me bastó con mirar un segundo el rostro de Nathaniel para darme cuenta de que también está llorando..
—Quizás no, pero se lo que es perder a la mujer que amas. Se lo doloroso que es verla hacer su vida con otro hombre y ahora sé lo que es sufrir también por su trágica e injusta muerte— apesar de todo lo que dijo yo estaba completamente seguro de que no sentía​ lo mismo que yo, de que su dolor no se parecía ni por asomo al mío. Nadie la amó tanto como yo lo hice. Ninguno de los que estuvieron en su vida la necesito tanto como yo, y en definitiva nadie disfruto de ella tanto y como yo lo hice a la hora de hacer el amor. Fui el primero y el último que probó la miel que destilaba de su cuerpo y sus labios...
No supe cómo pero cuando logré salir un momento de aquellas aguas turbias del dolor y sufrimiento ya estaba en el auto y a kilómetros lejos del siniestro..

"Juegos Del Destinó " Donde viven las historias. Descúbrelo ahora