—Si quieres irte de aquí, no deberías estás haciendo eso... ¿Sabes que podría secuestrarte?— su voz ronca me roba la concentración dejando que mis instintos vuelvan a tomar el mandó de mi cuerpo. Lo suelto, retrocedo y le doy en el interior de mi vagina abrigo a su erección, me quedo así y sonrió..
—Ojalá lo hubieras echo tú.. Ojalá estos cinco años los hubiera pasado con tigo, pero ahora que te tengo de nuevo no sé cómo te volveré a dejar— murmuró y salgo para entrar lo más lento que mi excitación me permite..
—Espero que no estés hablando de una separación a largo plazo, y solo te estés refiriendo a esta noche— no se mueve y me deja que yo marque el ritmo, cierra los ojos y no me quedo la menor duda de que lo estaba disfrutando tanto o más que yo. (Claro, el no tiene por qué reprimir sus emociones. A el nadie lo obligó durante tres años a tener sexo duro y sin estar plenamente conciente de ello..) ¡Cierra la boca! Le gritó a esa horrible parte de mi que se empeña en volverme loca.. Aceleró las embestidas, furiosa con migo misma por no ser capas de parar ésto y hacerle entender que esta nueva Marinette ya no lo merecía.
—No soy buena para guardar secretos, hoy me dejaste el labial corrido ¿recuerdas?..— aprieto los dientes y me repito que el no es Ethan por lo tanto no tenía porqué ser tan dura y brusca con el..
—¿Se te olvida que en el pasado engañamos a todos durante meses?— su mandíbula también esta apretada y le cuesta hablar entre dientes. Su mano atrapa uno de mis senos y echo la cabeza hacia atrás soltando un gritó ahogado..
—Es diferente..— farfullo aligerando el vaivén de mis caderas.. —..antes no tenía gente que me estuviera cuidando día y noche.. gente muy peligrosa Adrien..— suelto el aliento y creo que perderé la cabeza en cualquier momento.. —No tenía un anillo que me comprometiera y mucho menos una cárcel a la cual volver— mis pensamientos se rompen y frente a mi se asoma la entrada al paraíso que tanto extrañé.. Vuelvo a subir y bajar para entrar de lleno y empaparme de la belleza que está ante mis ojos y solo cuando el hermoso orgasmo culmina dejó de moverme para sentir en su plenitud como nuestros fluidos se unen y me mojan por dentro.. ¡Carajo, ya había olvidado lo bien que se sentía ésto!.. Apoyo las palmas sobre su abdomen y otro trozo de mi corazón se cura, mi alma ya comienza a dar de nuevo señales de vida.. —Créeme estamos tentando a la suerte con ésto— le dije mientras disfrutaba de las deliciosas réplicas del orgasmo..
—Ya me conoces, me encanta tentar a la suerte..— responde y me toma por la nuca para besarme.
Le correspondo por un par de minutos y luego lo suelto para decirle.. —No has cambiado nada. Sigues igual de loco y sin saber cuándo parar.. Nunca me imaginé que hablaras en serio cuando me dijiste que estabas dispuesto a ser mi amante.. ¡Dios! Me encanta como suena eso— demente, así tenía que estar para permitir que Adrien fuera parte de mi nueva vida.
—Tu tampoco has cambiado, te sigue gustando lo prohibido— sonríe y me acaricia el rostro, un gesto tan dulce y tierno que me provoca un repentino nudo en la garganta, algo nuevo para mi. ¿Aun tenía lágrimas? ¿Aun podía llorar de felicidad? Con sumo cuidado se sienta y me mantiene pegada a el y al mismo tiempo me parece que sus manos apenas me tocan, era como si no quisiera ejercer demasiada presión, como si temiera romperme.. Gotas tibias salen de mis ojos y me corren por las mejillas.
—¡Mierda!..— exclamó sin parar de sollozar.. —¡Dime como rayos paró ésto!— le pido aterrada porque cada vez está más cerca de revivir a mi verdadero yo. Su sonrisa me deja sin aliento y sus ojos me parecen más verdes que nunca..
—Solo tienes que mirarme, besarme y olvidar todo lo demás..— asentí y por primera vez en cinco años me permito volver a ser completamente feliz..
Sudada, cansada, confusa y completamente enamorada, así es como estoy ahora mientras locamente nos desgastabamos mutuamente los labios.
—Agreste ahora si debo irme..— me alejo de el antes de que su calor me vuelva a fundir en sus brazos y salgo de la cama..
—¿Porque te cubres?— me pregunta riéndose por lo bajó. ¿Cubrirme? Si mi brazo apenas si me tapaba los senos.
—Se que te parece ridículo, pero no me siento cómoda así.. Una parte de mi jodido pasado que aún no te he contado..— me quedo un segundo parada luchando por no dejar que las imágenes desagradables me bajarán la moral que Adrien mágicamente ha logrado elevar, pero verlo hay sobre la cama especulando y armado un montón de teorías sobre mí, que seguramente no estarán tan alegadas de la espantosa verdad no me ayuda y sobretodo me asusta cuando me mira de esa forma, como si sintiera lástima por mí y no supiera cómo decirlo.. Desvíe la mirada al piso y finjo que es para buscar mi ropa interior.. —Además ya no tengo el mismo cuerpo que antes, mi busto se desarrolló más de lo que esperaba.. Seguramente te hubiera encantado verme durante los primeros meses después del parto cuando amamanté a Aiden. Te juro que duplicaron su tamaño— le conté fingiendo también naturalidad, cuando lo cierto era que me moría de vergüenza al imaginar lo que estaba pensando de mí..
—Odio saber que me perdí tantos momentos.. Estar con tigo en el parto, ver nacer a mi hijo, escuchar su primer llanto, cambiar pañales, sus primeras palabra y pasos..— ya me he puesto también la falda y aún no logro dar con mi blusa.. —Celebrar sus cumpleaños, en fin todo lo que el desgraciado de Ethan seguro ha desperdiciado— doy una vuelta por la habitación y tras encontrarla me la pongo mientras le decía..
—Bueno, en general el se ha esforzado por ser su padre, me refiero a que lo trata muy bien, cuando está en la casa habla y juega con él y cada año ha celebrado su cumpleaños y lo llena de regalos..— Adrien frunce automáticamente el entrecejo y salta de la cama para juntar su bóxer..
—Aun así, estoy seguro que no lo quiere como yo lo hago y lo demuestra dándole solo unos cuantos minutos de su tiempo, cuando yo deseó darle toda mi vida con tal de escucharlo llamarme papá..— lo observé ponérselo antes de acercarme por completo a él.
—Lo se y lamento mucho ésto, créeme si pudiera cambiar las cosas lo haría.. pero no podemos decirle la verdad, por ahora claro.. y hablando de él ya debe estar esperándome— ese pequeño recuerdo suyo que me acompañó y me dio la fuerza para salir adelante. Me inclino para besar su pecho y me emocionó al ver el collar que cuelga de su cuello. (¿Como es que hasta ahora lo notaba?).
—Aun conservas mi obsequio— con la yema del dedo acarició el dije en forma de corazón, cuyo lado interno tiene grabadas las palabras <Te Amo>..
—Si, cada día desde que me decidí abrirlo hace ya más de dos años. También conservo la caja—
—Eres un tonto sentimental, Dime, ¿donde quedo el chico egocéntrico que un día llego y se adueñó de mi casa solo para hacerme la vida imposible?— ambos nos echamos a reír al mismo tiempo..
—Digamos que la preciosa azabache dueña de la granja se encargó de bajarlo de la nube en la que vivía y le mostró con sus ojos una nueva y maravillosa forma de ser— apartó las manos de sus pectorales, si las dejaba más tiempo sobre el me sería imposible marcharme así que les ordenó fajar mi blusa y acomodarme el cabello revuelto.
—La granja.. Me parece tan lejano el tiempo en él qué vivía allí... ¿Mis padres volvieron a ese lugar?— la pregunta se me escapan sin que pudiera detenerla..
—No, actualmente están en Londres— eso me sorprende, pero me alegro de que estén juntos, al menos ellos si lograron que su historia de amor triunfará.
—Son tantas casas, tantas personas a las que extraño que prefiero no pensar en ellas—
—Marinette después de lo que me has contado creó que deberías denunciar a Ethan pero sobretodo a David..—
—No. Es mejor si no involucró a nadie más en esto.. No tienes idea de lo poderoso e influyente que es, la policía son solo un montón de niños que le será muy fácil burlar, así que no— involuntariamente comienzo a temblar, presa del miedo y del pánico que me produjo rememorar todas y cada una sus anteriores amenazas..
—Le tienes demaciado miedo y no quiero imaginar que más tuviste que vivir bajo su techo..—
—Te lo dije, no quieres saberlo— lo interrumpó y hago un enorme esfuerzo por tranquilizarme.
—Me cambio y te acompaño, al menos unas cuadras antes de llegar a tu..—
—No Adrien, alguien podría vernos juntos.. Mira si queremos que esto funcione tendremos que tener mucho cuidado. Ethan contrato un guardaespaldas disfrazado de chófer y es justo con quién debo regresar a la mansión o de lo contrario levantaría muchas sospechas— de mi bolso saco mi polvo compacto y el labial para quitar los restos y posteriormente retocarlos, no cometería el mismo error dos veces..
—Entiendo..— (No, no lo haces y temo por tu bien).
—Si quiero seguir viéndote debo buscar la manera de burlar la seguridad y en serio espero que esta vez la suerte si este de mi lado..— cuando terminó guardo todo y me dirijo a la puerta, la abro y me quedo en el quicio para volverme y mirarlo..
—¿Mañana podemos volver a vernos?— pregunta y ya lo tengo frente a mi, con sus manos en mi cintura.
—Si, creó que en el museo será más fácil. ¿Aun tienes cosas que hacer allí?— ¡Dios mío! ¿Como me largo de aquí si no quiero hacerlo?.
—Si. Las negociaciones me tomaran unos días más y puedo posponerlas un año si eso me permite estar más tiempo cerca de ti— ¿Como quitó mis manos de su cuello?
—Ok, te veo allí entonces..— ¿Como le digo que quite esa mirada tan sensual y provocativa?.
—Llego a las diez— ¿Como le ordeno a mis piernas caminar en la dirección contraria a el? Los zapatos altos me permiten estar al mismo nivel que su rostro y solo fue necesario mover el mío unos centímetros adelante para darle un corto pero apasionante beso. Una muy dulce despedida..
—Adiós..— por fin y a regañadientes puedo recorrer el desierto pasillo..
—Marinette..— me frenó y me giro sobre los talones para mirarlo.
—¿Si?— se ha recargado sobre el marco y exhibe una amplia sonrisa. Sigue conservando ese aire de modelo solo que ahora es mil veces más guapo y sexi, Calvin Klein mataría por tenerlo en sus anuncios publicitarios.
—Te amo— dice y estoy a punto de echarme a correr de nuevo a sus brazos, pero me contengo..
—Te amo.. siempre lo e echó, a pesar de todo lo que tuve que hacer— mis palabras logran borrar su sonrisa y es cuando me doy cuenta de que por más que tratemos de hacernos los tontos y fingir que el pasado no existe las cosas no volverán a ser como antes. Siempre habrá algo que empañe mi felicidad y le demuestre a el que ya no soy la misma que el conocía y amaba. Sin más termine de irme, entró en el ascensor y a la distancia lo observó hasta que las puertas se cerraron.
Sola ya no me fue tan fácil respirar, la sensación de vacío y dolor se propaga por mi cuerpo tan rápido que no sé cómo voy a lograr sobrevivir las horas que faltan para volver a verlo, aún así me reconforta un poco soñar que está nube echa de amor en la que flotó se quedará con migo para siempre.
Ya fuera del hotel el viento me refresca la piel que increíblemente sigue caliente y muy sensible. Todas mis terminaciones nerviosas debían estar activas y a la espera de volver a sentir las atenciones que Adrien les dio. ¡Joder! No necesitaba más problemas en mi vida, ya tenía suficiente con Ethan y con el monstruo que tenía como padre. Pero ahora, ¡Un amante! Solo eso me faltaba y por supuesto que no sabía cómo iba a manejar esta situación. Sin embargo, de algo si estaba completamente segura, después de haber echo el amor con el no puedo pensar ni permitir una separación. No, es imposible y aunque sea una locura y muy arriesgado haría que funcionará. Una vez llegó de regreso al edificio saco el móvil y le marco al chófer. Cinco minutos más tarde ya me encuentro dentro del vehículo y en camino a la mansión, una que seguramente me romperá la hermosa burbuja echa de besos, caricias y te amos. Pero ¿que importaba? Si mañana la tendría de vuelta.. Me sorprendo a mi misma sonriendo y riéndome por lo bajó, como si fuera una colegiala que experimenta por primera vez lo que es el amor, con discreción me paso la mano por el cuello donde sus labios estuvieron y aún tengo la humedad de su lengua, me estremezco y por instinto aprieto las piernas, provocando una agradable tensión en mi parte íntima. ¡Joder! No de nuevo...
La espiral de la lujuria aún me tiene inmersas cunado la voz del chófer me trae de vuelta.. —Señora..— dice el y tras mirar al frente descubro que el interior está vacío, el auto quieto y la puerta abierta.. —Ya hemos llegado..— me informa y me ofrece su mano para ayudarme a bajar.
—Oh.. gracias..— la aceptó y me muero de vergüenza, (Ojalá mi cara no revele nada de las fantasías eróticas que me acompañaron durante todo el recorrido) Desvió la mirada a la fachada de la casa al sentir mis mejillas arder y cierta parte mojada y muy ansiosa, eso me ganaba por ser tan débil y dejar que mi adicción por Adrien regresará y me azotara con más fuerza. Cruzó la puerta principal y atravieso el recibidor hasta el comedor y creo que lo hice bailando, repartiendo besos y buenas vibras que hicieron que la casa se viera más colorida y menos sofocante, más viva y cálida, o quizás solo era yo la que había cambiado.. Mi sonrisa se va en decadencia al ver quién ocupa la mesa.. —Ethan, no te esperaba para cenar— (En realidad, no te esperaba nunca más)..
—Hoy pude salir antes del trabajo.. ¿acostumbras llegar a esta hora?— suspiró y me siento a su derecha.
—No, y eso ya lo sabes. Supongo que es mejor si yo te lo digo y no el chófer, pase la tarde en el departamento de Alexa— me permito mirarlo y descubro que su rostro no logra bajar mi buen humor.
—¿Que no trabajan juntas?— su mueca de confucion es falsa y su tonta pregunta retórica, si alguien sabía a la perfección cada detalle de mi patética existencia era precisamente él.. bueno al menos hasta ayer por la tarde.
—Si, pero estaba enferma y pase a saludarla— respondo y bebí un sorbo de agua fría. Adrien tenía razón era mucho más excitante pensar en el cuando Ethan estaba en primer plano y sin tener la menor idea de las actividades ilícitas de su querida esposa. (¡Valla estúpido!)..
—...¿ella esta bien?—
—Si, ya mañana volverá al museo— respondo luego me percató de que la mesa ya está servida y la silla de mi hijo vacía.. —¿Y Aiden?—
—Fue a lavarse.. Marinette te ves tan radiante.. tan feliz. De haber sabido que te veías así durante la cena, siempre me habria escapado de la oficina para verte— no sé qué decir y me asusta que el pueda leer en mi rostro el motivo de mi cambio. (¡Mierda! Deja de sonreír).. Sus ojos castaños se tornan más apremiantes y me parece que yo dejó de respirar.. Lo sabía, Ethan me había torturado tanto que sentía el impulso de arrodillarme y soltarle toda la verdad para luego pedirle perdón una y otra vez. Por suerte Aiden llega y se roba toda la atención del hombre de traje y mirada fría.
—¿Y bien campeón cómo te fue hoy en el colegio?— le pregunta una vez que el niño me dio el abrazo y el beso en la mejilla con los cuales siempre me recibía.
—Muy bien papá. La profesora pidió que dibujaramos a una persona qué fuera un ejemplo a seguir para nosotros y yo dibuje a un super héroe— su respuesta me altera aún más los nervios por lo que escondo las manos por debajo de la mesa para que Ethan no pueda ver el temblor en ellas..
—Su nombre es Chat Noir y seguramente no lo conoces..—
—¿El? Aiden el no es un super héroe. Ese tipo es solo un payaso con disfraz de gato— el niño se sienta y de todas formas alza el dibujo para que ambos podamos verlo.
—Un amigo me contó que solía salvar a París de super villanos y yo le creo— pese a mi miedo e incomodidad puedo mostrar una pequeña sonrisa, el dibujo de Aiden había sacado del cajón de lo prohibido la imagen clara y muy nítida de Chat Noir.
—¿Tu le hablaste sobre él?— me pregunta Ethan y me saca de golpe de aquel recuerdo..
—No, ya te dijo que un amigo le contó. Él fue de dominio público así que cualquiera puede conocer la historia, ya relájate ¿quieres?— eso último me lo e dicho a mí, si continuaba así yo misma me echaría la soga al cuello.. tomó la copa de vino y le doy un sorbo mirando a Ethan con indiferencia.
—Además del dibujo hice una composición sobre mis personas favoritas y escribí sobre mi nuevo amigo..—
—¿Aiden puedo leer la composición?— el niño asintió y me pasa la hoja. Sabía muy bien a qué amigo se refería y era mejor si yo me quedaba con esto y lo mantenía lejos de los ojos desconfiados de Ethan. Comienzo a deslizar mi vista por los renglones hasta dar con la parte que habla de Adrien.. <Mi paseó por el parque no resultó como yo lo esperaba, la bella mariposa se escapó y me lastime la rodilla. Pero me alegro, de no haberme caído no habría podido conocer a mi nuevo amigo quien me ayudó y me consoló. Tuve suerte de que no fuera papá quién me encontrará mientras lloraba, ya que a el no lo gusta cuando lo hago.. Adrien es muy amable y es excelente contando historias, sobretodo de súper héroes, y aunque no lo conozco bien a veces deseó que mi padre fuera un hombre como el, alguien con su sonrisa y su mirada. Quisiera poder verlo otra vez y preguntarle ¿si es posible que sea parte de mí familia?. Quizás un hermano mayor con quien salir a jugar béisbol. Pero lo dudo, a mamá no le cayó muy bien y posiblemente no quiera adoptarlo..> me río e intento imaginar que diría Adrien de saber que su hijo quiere que lo adopte y me convierta en su madre..
—Y bien Marinette, ¿qué dice sobre mí?— no despegó la mirada del papel y le respondo a Ethan lo primero que pienso..
—Dice que eres un buen padre.. Ya sabes halagos solamente..— <Tal vez a papá no le moleste que Adrien ocupe su lugar, solo cuando el no tenga tiempo para mí. Ojala no se moleste porque este pensando en pedirle a mi amigo que sea mi padre y volvamos al parque a pasear como una verdadera familia> solo entonces levanto los ojos y los fijo en mi pequeño rubio, ya antes me había dado cuenta de lo mucho que la complicada situación familiar le afectaba, pero no tenía idea de que quisiera cambiar las cosas. Quizás decirle la verdad no era tan mala idea, después de todo Adrien si era su verdadero padre y llenaría con su amor los huecos que Ethan a ido dejando en su corazón.
—..Por cierto quiero que me compres un disfraz de Chat Noir para usarlo en mi fiesta de cumpleaños— dijo el niño, algo que casi hizo que Ethan escupiera la comida..
—¿No prefieres usar otro? Hay tantos super héroes de los cuales puedes elegir.. ¿Porque tiene que ser el?— esta pálido, enojado y muy desconcertado..
—Por favor..— ruega Aiden y se le nota que no sabe como hacerlo ya que nunca antes tuvo que pedir nada mas de una vez.
—Sabes que me gusta complacer todos tus caprichos pero este no. Tendrás que cambiar de parecer y de disfraz—
—Pero papá..—
—No voy a ceder. Aiden en mi portafolio están las invitaciones y puedes comenzar mañana mismo a repartirlas entre tus compañeros del colegio— Ethan era excelente para desviar el tema de conversación cuando este no le convenía, sobretodo con mi angelito cuya fiesta de cumpleaños era su única prioridad.
—¡Genial!..— exclama y se pone de pie para darle a su padre un abrazo de agradecimiento. Después rodea la mesa para acercarse a mi.. —Mamá sé que me dijiste que ya no querías que hablara sobre el pero podría invitar a Ad..—
—Claro, puedes invitar a quien tú quieras..— me apresuro a decirle y le beso la mejilla para suavizar mi tono y mi brusquedad. ¡Rayos! Estuvo a nada de decir su nombre y mi corazón se detuvo durante un minuto enteró.. —¿Porque no vas y las guardas en tu mochila de una vez? Para evitar que mañana las olvides— continúe en tono mas bajo y tranquilo.
—Tienes razón.. ya terminé así que después me iré a mi habitación— me devuelve el beso para luego darle uno a Ethan..
—Descansa campeón— le dice él.
—Ahora subo Aiden— asintió y corrió rumbo al despacho donde sabia que estaba el portafolio.
—¿A que amigo se refería el niño?— dejó salir el aire nerviosa de nuevo.. (Allá vamos con el interrogatorio).
—Bueno, no lo sé, no conozco a todos sus compañeros. Quizás es un niño nuevo, yo que se..— no he probado la comida y ciertamente no planeo hacerlo ya que tengo un nudo en el estómago que no permitirá que nada entré.
—Marinette has que Aiden se olvide de Chat Noir. No quiero que nuestro hijo desperdicie el tiempo pensando en ese tipo, como tú lo haces..—
—Estas tan equivocado como siempre.. Yo no tengo el tiempo para eso, si cada minuto lo he pasado odiando con toda mi alma a ti y a tu querido padre..— me termino el vino, le dedicó una sonría y me regodeó en su rostro colérico.. —Con permiso, debo acostar a Aiden— mientras me levanto tomó la composición, el dibujo de Chat Noir y por el rabillo del ojo lo veo arrojar con fuerza la servilleta contra su plató. Salgo del comedor sin prestar atención a sus gritos y amenazas, y no es que no me intimiden o me preocupen, solo que no quería discutir y por lo tanto acabar de entender que no importaría lo maravillosos que fueran mis encuentros con Adrien si al final siempre tendría que volver a la triste y deprimente realidad, una donde mi matrimonio era el problema principal y mi esposo el cruel verdugo.
Subo las escalera y antes de ir a la habitación de Aiden, entro a la mía para guardar en mi bolsa sus trabajos escolares, ducharme y ponerme la pijama.
Abro su puerta y lo encuentro sentado en la cama con el libro de los insectos abierto y vencido por la mitad, me acercó y me siento sobre le borde del colchón para acariciar su cabello, era tan parecido a Adrien que nunca pude lograr borrar su recuerdo, me bastaba ver a Aiden para saber que su padre y nuestro amor habían sido reales.
—¿Mamá sabes dónde encontrar a Adrien?— me pregunta mientras aparta el libro y se acomoda en mi regazo.
—Si, pero no creo que pueda venir y será mejor que no lo vuelvas a mencionar, mucho menos enfrente de tu padre. Por favor Aiden no digas su nombre en voz alta—
—¿Porque?— sus ojitos azules me observan demaciado curioso.. (¿Que excusa debo darle a un niño de cuatro años que justifique el echó de que no debe decir el nombre de su verdadero padre, delante del falso?).. ¿En que encrucijada me metí? Y al no recibir respuesta alguna de mi parte el continuó preguntando.. —¿Lo odia al igual que a Chat Noir?— le aparto el mechón rubio que le cae por la frente y cobardemente decido evitar los detalles y las explicaciones..
—Algo así. Recuerda no hablar de él, ¿está bien?— sonríe, no me resisto y le lleno su pequeño y hermoso rostro de besos a la vez que le hago cosquillas en el estómago, su risa tintineo en la habitación y era lo único que valía la pena escuchar en está casa. Las manos de Aiden tratan de hacer lo mismo y de pronto ya nos encontramos en medio de un juego por ver quien de los dos lograba rendir al otro...
Medía hora mas tarde ya le había contado dos cuentos, cambiado la ropa por su pijama y arropado en su cama.. —Bien cariño, está noche me quedaré con tigo a dormir— aquello le gusto, su sonrisa angelical me lo dijo. Me acomodó a su lado y recargo la mejilla en su cabello.
—¿Mamá crees que algún día pueda volver a ver a Adrien?—
—Te cayo muy bien ¿verdad?— suspiró y lo abrazo mas fuerte..
—Si mucho.. lo escribí en mi composición..— su voz y recordar lo que escribió me agranda el nudo que el te amo de su padre me dejó en la garganta.
—Me alegro y quizás mañana lo puedas ver— escuchar aquello le gusto mucho, tanto que se levanto para deslumbrarme con su adorable sonrisa..
—¿En serio?— pregunta y sin esperar respuesta se lanza para abrazarme.
—Si, pero tendrás que dormirte ya— se queda unos minutos entre mis brazos y después se vuelve acomodar en su lugar. Tal parece que el poder de la sangre era tan fuerte que logro que Aiden si saberlo deseé estar cerca de su progenitor.
Esa noche fue maravillosa, en mi mente estaba el, algo que logro evitar que las pesadillas que solía tener me atormentarán, y en mis brazos tenía a nuestro pequeño que fue y es el fruto de nuestro amor.
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"Juegos Del Destinó "
FanficTodo nuevo comienzo tiene su lado malo, y para Adrien y Marinette no será la excepción... Créditos de la portada: para MajoCheng 16.