Para ninguno de los dos respirar fue una prioridad, (¿Que importaba morir por asfixia si puedes seguir besándolo como si nada hubiera pasado?) Me pregunta mi corazón pegando nuevamente los pedazos rotos en su lugar, no cabía duda que el maldito tramposo de Adrien lo había vuelto un completo y patético masoquista. ¡Mierda! Todo mi cuerpo estaba en mi contra, mis manos se refugiaron en su pecho y mis piernas le obedecieron sin pensarlo siguiéndolo al borde de la cama. El se sentó y me acomode en su regazo.
Esto no podía seguir así. No podía ser tan débil y aunque estuviera disfrutando como loca de sus labios debía mostrarle que aun me quedaba algo de orgullo, por lo que en medio del frenesí atrape su labio entre en mis dientes y lo mordí con mas fuerza de la que realmente pretendía, haciéndolo que soltara un quejido de dolor por lo bajó.. —¿Que demonios?— pregunto arrastrando las palabras y frunciendo el ceño.
—Esto no te salva del problema. Sigo pensando que algo ocurrió entre tu y esa chica— casi no puedo hablar, el aire apenas entra para salir disparado con rapidez y arruina por completo mi tono molesto y de reproche. ¿Porqué no podía controlar aunque fuera cinco minutos a mis malditas y traicioneras hormonas para reclamarle como se debía?
—¿Que mas puedo hacer para demostrarte que eres y serás la única en mi vida?—
Trato de luchar contra la respuesta que mi corazón ha mandado directo a mi boca, pero perdí y las palabras salieron con sonrisas de suficiencia y arqueando una ceja.. —Solo olvidemos esto y rechaza el empleó. Eres mío y no la quiero cerca de ti..—
—Eres irresistible cuando sacas tu lado posesivo..— me interrumpe con voz profunda y juguetona. —¿Que demonios hice con tigo?— se pregunta y me deslumbra con su famosa sonrisa torcida.
—No lo se, creo que simplemente aprendí del mejor— respondo parpadeando como idiota para liberarme de su hechizo..
—¿Entonces volvemos a estar bien?— ¡Joder! Sabia que no podía resistirme cuando me acariciaba la mejilla y me pasaba el pulgar por los labios entreabiertos. Era un experto a la hora de utilizar mis debilidades en mi contra y se aprovechaba de eso sin contemplación alguna. Apartó su dedo de mi boca y me digo que es mi turno de sacarle también provecho a la situación..
—Depende, ¿dejaras que busque también un empleo?— rueda los ojos y resopla entre dientes.. —Por favor, no quiero que cargues con todo tu solo, además será algo temporal, lo prometo— ya estaba sonriendo a causa de mi embarazo que pronto seria tan notorio y llegaría al punto en que me impediría seguir trabajando.
—Has estado actuando algo misteriosa.. ¿Que escondes?— me interroga y una parte de mi desea que le suelte de una vez la noticia, pero ya tenía planes para eso y me mantendría firme hasta entonces..
—¿En cuatro días será tu cumpleaños no es así?— el asintió y me dispuse a continuar.. —Entonces ese día lo sabrás..— recargo el mentón sobre su hombro solo para esconder la emoción y la gran sonrisa que invadió mi rostro tras imaginar cual seria su reacción..
—No es justo, tu mas que nadie deberías saber que no me gustan las sorpresas— se quejo. ¿Le gustara la idea de ser padre? ¿Podrá con la bomba que le tengo preparada?
—Está te encantará y será el mejor obsequio que te hayan dado jamás— le digo y aprieto el abrazo.
Nos quedamos sentados y tan juntos que ni siquiera el viento tenía lugar entre nosotros dos.
¿Minutos? ¿Horas? No supe cuanto tiempo pasó en realidad. El limitarnos a disfrutar el uno del otro fue la clave para dejar que el mundo siguiera su cursó y nos dejara al margen de todo...Esa tarde ya me encontraba en el centro de la ciudad de Burdeos y en plena búsqueda de empleo. Adrien no fue nada facil de convencer pero al final termino cediendo y aceptando que no era el momento para machismos y tendría que dar su brazo a torcer. Hasta ahora no había tenido mucha suerte, los empleos y las opciones eran escasas ya que la gran mayoría solo contrataba jóvenes universitarios cuya edad ya hubiera pasado los dieciocho años, (Que molesto que yo aun tuviera que esperar un mes mas para cruzar esa estúpida limitante) aun así no me rendí y continúe caminado por las calles laterales de la plaza de la victoria, un punto lleno de gente que disfruta de la tarde y del agradable clima veraniego que reinaba la ciudad. Sin embargo, en el horizonte se formaban gruesas nubes que amenazaban con subir a lo alto del cielo y descargar la lluvia que refrescaría el tremendo calor que aumentaba mis bochornos y me hacia sudar a chorros. Me limpio la frente y me río de mi misma, para después recordarme que estos cambios hormonales junto con mi humor tan volátil eran cortesía del embarazo, así que tendría que acostumbrarme y aprender a vivir con ellos... Mas adelante me detuve, esta vez para observar el hermoso vestido de novia que viste el maniquí detrás del escaparate de una pequeña boutique. De inmediato los recuerdos invaden mi cabeza y me hacen preguntarme ¿si Ethan estaba hablando en serio cuando me amenazó o fue solo por la furia del momento?. Era bastante seguro que a estas alturas el me odiara con toda su alma, pero siempre existía la posibilidad de que fuera un sentimiento del cual pronto se olvidaría para poder seguir su destino en paz, y al menos eso quería creer yo.. Me recorre un escalofrío al notar el reflejo de alguien que parecía observarme con atención desde el otro lado de la calle, no me muevo y me quedo quieta intentado mirar de reojo y por encima del hombro pero traer el cabello suelto y los nervios ya algo alterados volvía la tarea en una misión imposible. Respiro un par de veces y devuelvo la mirada al cristal donde se reflejo mi rostro perplejo al descubrir que aquel hombre ya no estaba mas. Me vuelvo con rapidez y observó cada centímetro de la acera hasta que me convenzo de que no hay nadie y que tal ves nunca lo hubo. Agito la cabeza e inhaló a profundidad, mientras me repito que el embarazo me estába jugando una mala pasada. Tenía que ser eso, o de lo contrario alguien me estaría siguiendo y algo me decía que quien fuera no guardaba buenas intenciones. Exhaló y me giro al escaparate, donde me percato de un rectángulo de papel pegado en la esquina inferior, cuyas letras en negro destacaban y me sacan de inmediato una sonrisa de alivió (Se solicita costurera con experiencia) bueno, al menos en el asunto del empleo se podría decir que las cosas comenzaban a mejorar. Me dispongo a la puerta y la empujó para entrar, el lugar esta abarrotado de maniquíes con largos y blancos vestidos para todo tipo de gustos, al parecer era exclusivamente para vestidos de novia ya que era lo único que se podía ver por doquier. Unos pasos adelante de mi estaba el mostrador y a la derecha una pequeña sala de espera que seguramente daba a la zona de los probadores. Me acerco, nerviosa y algo cohibida, nunca antes había pedido un empleo y no tenía la menor idea de como hacerlo y que decir. Me paso un mechón de cabello por detrás del oído, mientras me aclaro la garganta para llamar la atención de la mujer que acaba de colgar el auricular del teléfono..
—Hola.. ¿El empleo sigue disponible? — me mira por detrás de las gafas y asiente una vez antes de abrir la boca para responderme..
—Si, pero luces muy joven para tener experiencia— mi poca confianza disminuye de golpe, y tengo que recomponer el rostro para mostrar una sonrisa confiada y profesional.
—He diseñado y confeccionado prendas desde que tengo memoria. Se cocer en todo tipo de máquinas y le aseguró que tengo la capacidad..— ella alzo la mano derecha para silenciarme y tomo un puñado de hojas que tenía regadas sobre el mostrador, después me indico que la siguiera..
—Bien, tienes cara de ser una chica confiable y responsable, aunque de todas maneras no me queda de otra..— dijo mientras abría una puerta y me conducía al interior donde se encontraba el taller de costura. —Estoy limitada de tiempo y yo sola no puedo terminar el vestido de novia..— se detuvo junto a su mas reciente obra y la señalo con la mano. Dedicó un par de minutos a observar el vestido a medio hacer, mientras termino de procesar que tengo el empleo y que ella espera que le ayude con esto, así que doy una vuelta alrededor de la prenda para mirarla por completo..
—Entiendo y tengo conocimiento en los bordados y encajes— digo tras notar el encaje que pretende agregar en el profundo escote de la espalda.
—Bien confiaré en ti y a propósito ¿cual es tu nombre?— dice ella tomando un paquete de alfileres para luego prender las telas que aun estaban sueltas y formar con ellas las mangas del vestido..
—Marinette— respondo y comienzo a marcar la zona donde creo lucirá bien un bordado en pedrería.
—Me llamo Dorothea y soy la dueña de la boutique— estreche la mano que me ofrecía y le devolví la amable sonrisa que me dedicó.
—El vestido le esta quedando hermoso. La novia se volverá loca al verlo— le dije.
—Eso esperó.. Por mas que lo he visto no logró descifrar porque sigo creyendo que algo le hace falta..— comento y retrocedió medio paso para tomar distancia, se llevo la mano a la mandíbula y entre cerro los ojos para escrutar de arriba a bajo el vestido..
—Bueno, tal vez si le agrega el bordado y le da mas caída a la falda..— murmuró y me apresuró a imaginarlo terminado. La mujer de piel morena asintió con lentitud y me atrevía a suponer que también trataba de visualizar el producto final..
—Si, puede funcionar, encargate de eso..— me ordena, para luego alejarse rumbo a la zona de maquinaria donde se encontraban las demás empleadas. Le doy un vistazo rápido al resto del lugar, rollos de telas, largas mesas para hacer y cortar trazos, muros con tableros repletos de diseños y fotografías de vestidos ya terminados son todo lo que encierra este pequeño taller, donde a partir de ahora pasaría mis días.
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"Juegos Del Destinó "
FanficTodo nuevo comienzo tiene su lado malo, y para Adrien y Marinette no será la excepción... Créditos de la portada: para MajoCheng 16.