La mirada gelida de Marcus se va desvaneciendo al igual que en resto de la habitación. El sonido insistente y molesto del gotero resuena en mis oídos, confirmandome que ya he salido por completo de aquel horrible recuerdo, que aun me tiene el pulso aceleredo y la frente perlada en sudor.
La luz pálida me cala al abrir los ojos, y tengo que parpadear un par de veces hasta que por fin pude ver con claridad. Solté el aire y lo jale de nuevo un par de veces, con la intención de tranquilizarme y espantar por completo la incómoda sensación de estar en peligro. Sin embargo, no pude, el peso de las piedras sobre mi mano era un recordatorio muy difícil de ignorar, sobre todo si tenia en cuenta que el que no desaparecieran significaba que aun me queda mucho por ver. Me estremesi y evite a toda costa volver a cerrar el puño, no volvería a la tortura del pasado... Al memos no por ahora...Un mes después.
Mi estado había mejorado, o eso era lo que el médico y mis padres me decían para mantenerme tranquila, algo que estaban muy lejos de lograr.
Mi embarazo seguía su curso y constantemente me repetía a mi misma que era en lo único en lo que debía pensar y preocuparme, pero me era imposible y de vez en cuando un rubio, cruel y goista se colaba en mi cabeza. Suspiro y me preguntó ¿Si al menos piensa en mi? ¿Si aunque sea por casualidad se preguntara como estoy? ¿Si le importara algo Aiden o la vida del bebé que por su culpa casi estuve a punto de perder?.
¿Adrien donde estas?...
—Me alegra ver que ya tienes mejor semblante Martinete— la voz de Felix rompe mis absurdas preguntas y me trae de vuelta a la habitación blanca y estéril.
—Bueno, no he tenido la oportunidad de mirarme en un espejo, así que confiare en ti..— su sonrisa habitual aparece, aquella que solía recordar muy bien y en el pasado lograba hacerme sentir bien. Pero ahora solo lograba ponerme incómoda y en tensión.
—En mi opinó luces muy bien esa bata blanca..— comento y algo me dice que su comentario iba mas haya de una simple broma. (Vamos Marinette, no seas tan paranoica y recuerda que Marcus uso también en Félix su liquido del olvido) me digo como siempre que temo que sus locas ideas de que escape con el vuelvan a su mente.. —Marinette Alya esta afuera y me temo que ha traído su larga lista de cosas por hacer para su boda, y conociéndola querrá que la ayudes— sonrió y agradezco internamente por eso, pesar la tarde en compañía de mi mejor amiga era un respiro y un lujo que no esperaba, aun cuando tuviera que ayudarla a elegir el menú del banquete o el color de sus nuevas invitaciones.
—Eso me encantará— respondo ya de mejor humor.
—Entonces le diré que entre y las dejere solas, yo de todas formas tengo algunos pendientes que resolver—
—Claro, gracias Félix..— me sonríe, pero en el fondo pude percibir cierta tensión. —Felix..— lo detengo de camino a la puerta.. —¿Me preguntaba si, aparte de Alya a venido alguien mas a verme?— el rubio fuerza aun mas la sonrisa, lo cual me confíma que sabe exactamente a quien me refiero.
—No— se apresuró a responder. —Ni tanpoco han llamado para preguntar por ti—
—Ah— murmuro y esa parte donde guarde mis estúpidas esperanzas se rompió.
Me quede sola apenas un par de minutos antes de que la voz cantarina de Alya inundara la habitación. —Espero tengas ánimos para organizar a los invitados..— me dice dejando sobre la cama un puñado de carpetas, en las cuales imagino que vendrá la lista de personas que asistirán a su boda.
—Por supuesto, sabes que me encanta ayudarte— mi aparente y genuino entusiamo le saca una sonrisa mientras se acomoda en la silla que esta a la derecha junto a mi cama. —¿Alya ya lo pensanste bien? ¿Me refiero a si ya aclaraste todo con Nino?— el sentimiento de culpa trepo por mi garganta, como cada vez que recordaba haber besado a su prometido. Carraspeo y desvío la mirada de su rostro, asustada de lo que pueda leer en el mio..
—Si..— responde y a juzgar por su tono se que no tiene ni la mas remota duda de lo que esta haciendo.
—¿Pero ya te explicó porque no te llamo durante tanto tiempo?—
—No, sigue muy hermético sobre el asunto, pero Marinette, lo amo, y en el fondo se y estoy completamente segura de que el tambien me ama con la misma intensidad que yo a él.. Así que eso basta para dejar de lado todo y confiar en él— me mordi la lengua para evitar soltar mi secretó. Lo que paso no significó nada, solo fue un momento de locura por parte de ambos.. Un par de besos sin importancia y por lo tanto no valia la pena arruinarle la vida a Alya por ese error que cometimos sin pensar. —Por otra parte, no voy a mentirte, si me intrigan los motivos que tuvo para no hacerlo. Pase semanas horribles imaginando que se había olvidado de mi y que jamas regresaría, ni siquiera para darme a la cara una explicación..— paso saliva incómoda porque sé exactamente como se sintió. Yo misma lo había vivido en carne propia.. — Pero estaba aquivocada, él me aseguró que no hubo segundo en el que no pensara en mi y algo me dice que debo creerle—
—Claro, debes hacerlo..—
—Lo mas extraño es que me dijo que no podia decirme donde estuvo.. Siendo muy honesta no lo puedo entender ni tampoco puedo dejar de pensar en ello— su rostro adquiere más seriedad, y no fue la única yo también me tenso al intaste.. —Tengo el presentimiento de que es algo muy importante y peligroso, de otra manera jamás guardaría el secreto tan recelosamente.
—Quizas...— comienzo a decir con la única intención de terminar con esta incomoda charla. — Quizás no sea nada y lo mejor sea que te olvides de este asunto y pases de página de una vez por todas—
—Tienes razón. Lo único que debe importarme ahora es que muy pronto seré su esposa y ya nada podrá separarnos— sonrió y sin mas decido olvidarme del asunto. ¿Porque que otra cosa podía hacer yo?
—Por cierto Marinette hay algo que tengo que decirte y te juro que intente a toda costa convencer a Nino de que no era una buena idea..— frunci en automático el ceño, dado a que ya me imaginaba por donde iría el asunto. —Adrien sera el padrino y como ya te dije no hubo manera humana de cambiar eso— intento mostrarme indiferente, pero la verdad es que ni si quiera me acercó. La sola idea de imaginar que estaré cerca de Adrien en cuestión de dos meses, me deja prácticamente sin aliento.
—Marinette se que no quieres hablar sobre lo que ocurrió entre ustedes pero..—
—No, no quiero, y tampoco puedo hacerlo..— le respondo ya con las estúpidas lágrimas arañando en el interior de mis párpados.
—Entiendo, solo ten en cuenta que nuestra amistad sigue intacta, a pesar del tiempo que pasaos lejos una de la otra—
—Eso lo sé, pero son tantas cosas, tantos problemas que ni yo misma se cual de todos fue el que en realidad nos separó, además aun no descubro porque demonios Adrien enloqueció de esa manera y mientras no lo sepa no puedo contarte la versión completa— Alya asiente de manera comprensiva y yo por mi parte solo suspiró dando por terminado este doloroso tema...
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"Juegos Del Destinó "
Fiksi PenggemarTodo nuevo comienzo tiene su lado malo, y para Adrien y Marinette no será la excepción... Créditos de la portada: para MajoCheng 16.