DESEO (HARRY STYLES Y TU)

capitulo 27

  —¿Tengo que ir contigo y en tu auto? —preguntó ________ parada al frente del Audi de Harry.
—Claro, no irás caminando, ¿verdad? —le contestó divertido.
—Por supuesto que no, pensaba tomar un taxi.
Harry la miró divertido y sonrió ante su pose de niña molesta. Se veía realmente tierna.
—Sube, llegaremos tarde. —________ negó con la cabeza.
—_________, por favor, no te comportes como una niña pequeña. —la chica bufó y abrió la puerta del auto.
—Subo porque si no llegamos tarde.
—Gracias. —suspiró y se subió.

Durante todo el trayecto, _________ no abrió la boca. Estaba metida en su mundo, mirando por la ventanilla. De vez en cuando sentía la mirada de Harry posada en ella pero no le decía nada. En unos quince minutos llegaron al gran campo de golf, donde en la entrada se encontraban sus amigos. Harry estacionó el auto en el parking y bajó, dio la vuelta hasta llegar al maletero y sacó su bolsa de palos de golf. _________ lo imitó y levantó una de sus cejas.

—No me digas que sabes jugar al golf. —le dijo mirando sus brillantes palos. Harry sonrió.
—No, no sé jugar pero hay que estar preparado. —contestó y se apoyó la bolsa en el hombro. —Vamos.
Fueron hasta la entrada y Niall levantó la vista. Al verlos sonrió. _________ sonrió a sus amigas y a los chicos.
—Al fin se dignan en aparecer. —dijo Niall divertido. _________ puso los ojos en blanco.
—Hubo un pequeño imprevisto pero todo bien. —dijo Harry y miró a _________ sonriendo.
—Entonces vamos. —dijo esta vez Louis. Cogieron sus pesadas bolsas con palos y fueron hasta el campo. ________ pensó que estaban muy bien preparados para ser principiantes. Hasta tenían los zapatos especiales y la ropa de marca especialmente para eso. La chica estaba alucinando, nunca antes había visto tanto verde y tantos árboles juntos.

—Jugamos directamente a los 12 hoyos y pasamos de las prácticas, ¿de acuerdo? —dijo Louis a sus amigos, que iban caminando a sus lados. Las chicas iban más atrás hablando de cosas sin sentido y preguntándose como se jugaba. Llegaron hasta el primer hoyo y ________ tomó aire.

—¿Y si yo me siento por aquí y miro como juegan? —preguntó con una pequeña sonrisa. Todos se giraron a verla con cara de pocos amigos.
—No, vamos a jugar todos. —dijo Louis en un tono firme pero sin sonar grosero. _________ suspiró y asintió.
Todos se pusieron de acuerdo y el primero en tirar sería Niall, así miraban como se posicionaba y tomaba el palo, el movimiento y demás. Después Louis, Tamara, Suki, _________ y por último Harry. Él mismo había pedido ser el último y nadie se lo negó. Todos quedaron algo sorprendidos ante el golpe de Niall, en una palabra, fascinante. Louis igual, su golpe fue muy profesional, se notaba que sabía jugar. Tamara y Suki dejaron mucho que desear pero lo intentaron. Turno de _________. La chica tomó aire y cogió el palo temblando. Se puso en posición, miró sus pies, el palo y después la pelota.

—Vamos pelotita. —susurró para si misma. Sin pensárselo dos veces, levantó el palo y le dio a la pelota. Fue un comienzo, le había dado. Se puso a saltar como una loca pero al darse cuenta de que todos reían dejó de saltar y los miró con el ceño fruncido.
—¿Qué pasa? —preguntó.
—Pasa que la pelota cayó en el agua. —dijo Harry riendo. La chica abrió la boca y se giró para ver. Obviamente no vería la pelota pero tampoco veía su pelota naranja. Bufó molesta y caminó hasta sus amigas. Ellas habían podido darle bien a la pelota, ¿por qué ella no? Se cruzó de brazos y esperó hasta su turno de nuevo.

Harry se colocó bien la gorra y tomó con mucha precisión el palo, colocó con cuidado la pelota y se puso en posición. Miró una vez hacia la pelota y con rapidez dio un golpe seco. La pelota salió volando a una gran velocidad y altura impresionantes. Cayó casi al agujero del green. Harry maldijo y miró a sus amigos que lo miraban con los ojos muy abiertos.

—Buen golpe. —dijo Niall mirando hacia el green. Louis asintió dando a entender que pensaba lo mismo.
—Me agrada tu forma de no saber jugar. —dijo ________ mirándolo con las cejas levantadas.
Harry se encogió de hombros y sonrió.
—Ya conoces este lado de mí.
—Vaya, me ha sorprendido. —dijo sinceramente, sin ningún rastro de burla. Harry la miró por varios segundos y le sonrió, en forma de agradecimiento.

Llevaban dos horas de juego y _________ iba perdiendo, como no. Sería extraño que no estuviese en esa posición. Todos eran mejor que ella, hasta sus amigas que decían ser tan malas. Ahora sabía que lo suyo no era el golf, no volvería a jugar en su vida a no ser que le pagaran por ello. Otra vez su turno. Tomó aire y puso el palo entre sus manos. Miró la pelota y antes de que pudiese golpear, alguien se le pegó por detrás, causando que diera un pequeño respingo. Se separó rápidamente y se encontró con Harry, mirándola confuso.

—¿No quieres que te ayude? —le preguntó Harry.
—Eh, claro, claro. —dijo un poco nerviosa. —Lo que pasa que me asustaste.
—¿Eres así de miedica siempre? —le preguntó burlón. —Venga va, ponte en posición.
En ese momento se dio cuenta de que sus amigos los estaban mirando y todos los colores se le subieron a la cara. Lentamente se volvió a poner como estaba y Harry con suma delicadeza pasó su brazo por delante del suyo y posó sus dos manos en las de ella. La chica al sentir el tibio contacto de sus manos se tensó.

—Flexiona un poco la rodilla y tu mano derecha ponla un poco más abajo. —le susurró en el oído y ella rápidamente lo hizo. —Así es, muy bien.
Harry hizo levantar el palo y llevarlo hasta por arriba de sus cabezas.
—Ahora tomas el envión en un movimiento rápido y después golpeas, sin desviarte. —el chico bajó el palo y volvió a subirlo hasta darle a la pelota. Fue un golpe casi perfecto, tanto que esta vez tocó el green.
Por causa de la emoción, la chica se giró dando un grito de emoción y le dio un corto abrazo. Al darse cuenta de que lo había abrazado se sonrojó.
—Muy bien, casi perfecto. —le dijo Harry sonriendo. Ella lo miró todavía emocionada.
—Gracias. —miró a sus amigos. —¿Lo habéis visto? ¡Le he dado y bien!
Los chicos rieron y asintieron.
—Poco a poco aprenderás. —le dijo Niall mientras cogía uno de sus palos e iba a posicionarse.

Estaban a punto de terminar el juego y Harry iba en primera posición. Lo seguían Niall y Louis, Suki, Tamara y última ________. A pesar de haber estado perdiendo, se sentía satisfecha y se prometió que para la próxima quedaría como mínimo segunda o tercera.

—Quiero rebancha. —pidió Niall mirando a Harry. El ojiverde soltó una risita y negó con la cabeza.
—Mal perdedor. —le dijo haciendo una cara de burla. Niall bufó y frunció el ceño.
—Verás como para la próxima te gano. —le aseguró Niall muy seguro de si mismo.
—Eso ya lo veremos. —dijo y entró a la cafetería del recinto.
Niall echó un último vistazo al lugar y se sorpendió al ver a Tamara sola en la zona de prácticas. Se acercó lentamente, mirando cada golpe de la chica.

—Muy bien. —dijo aplaudiendo haciendo que Tamara diera un saltito en el lugar.
—Niall. —dijo la chica llevándose una mano al pecho.
—Lo siento, no era mi intención. —se disculpó y sonrió. Tamara le devolvió la sonrisa y golpeó otra pelota. —¿Por qué no vas adentro?
Tamara se encogió de hombros.
—Me apetecía prácticar un poco mis golpes, todavía no le cojo el truco a esto. —dijo sin mirarlo.
—En mi opinión eres bastante buena pero te falta un poco de flexibilidad en las rodillas. —dicho esto se acercó a ella y la rodeó con sus brazos. Tamara se estremeció y suspiró, algo nerviosa. —Mira, tu pierna izquierda está demasiado alejada de la derecha y los pies los tienes que cerrar un poco. —le indicó e hizo el gesto. Tamara lo miró y lo imitó. —Y ahora golpea.
La chica levantó el palo y golpeó, haciendo que la pelota llegara más lejos de lo que ella esperaba. Miró sorprendida a Niall y sonrió.
—Genial. —dijo sin dejar de sonreír.
—Sí. —dijo Niall mirándola fijamente.
Tamara desvió la mirada hacia donde estaban todas sus pelotas esparcidas y suspiró satisfecha.
—Tamara. —lo llamó Niall, sacándola de sus pensamientos. Ella lo miró algo atontada y hizo un gesto con la cabeza.
—¿Si?
Niall sonrió y se acercó a ella, posando una mano en su mejilla y dando pequeños cariños en ella. Sus labios estaban a punto de rozarse cuando alguien los interrumpió, desgraciadamente.