EPÍLOGO

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Las calles seguían tal cual. Después de tanto tiempo todo seguía igual.
Las casas, los parques, la gente... todo seguía igual. Las mismas flores en los mismos jardines, los mismo vecinos en los mismos hogares...
Un repentino golpe de emoción le recorrió el cuerpo e hizo que sujetara más fuerte el bolso de mano que tenía encima de su regazo. Tenía ganas de decirle al taxista que manejara más rápido pero los nervios se lo impedían así que tuvo que abstenerse.

A los pocos minutos pudo reconocer su barrio. Veía pasar las casas que tantas veces había pasado por delante hace a penas pocos años atrás y una melancolía creciente la inundó. Se encontraba en parte nerviosa pero también estaba expectante de lo que podía pasar en pocos minutos.

El taxista paró justo al frente de su casa y ella no pudo contener la emoción de bajar y salir corriendo hacia ella. Pagó al taxista rápidamente y con su ayuda bajó sus dos maletas y su bolso de mano. Vio marchar al taxista, llena de emoción pero no podía moverse. Estaba demasiado nerviosa. Miró su casa. Seguía igual que siempre.

-Respira hondo, tranquila -se susurraba a sí misma con los ojos cerrados.

Justo en ese momento vio pasar a una de sus vecinas. Le saludó amablemente y por lo que pudo ver la chica, la mujer se quedó algo confusa. No le pareció raro. Había pasado mucho tiempo.

Caminó con paso tranquilo, pero nervioso y se paró en el umbral de la puerta, sin saber si tocar o no. Una voz al otro lado de la puerta la sobresaltó y rápidamente quiso esconderse pero se quedó parada con los ojos muy abiertos.

-Está bien, volveré en un ra... -su madre se había quedado sin habla. Abrió un poco la boca y dejó caer el bolso que llevaba para la compra. Enseguida envolvió a su hija en un abrazo y comenzó a llorar en su hombro.
-Mamá... -susurró __________ tragando saliva sonoramente. Un nudo se le formó en la garganta. No se había dado cuenta hasta ahora cuánto había echado de menos a su madre. La abrazó muy fuerte, aguantando las lágrimas fuertemente.
-Cariño, pensé que no te vería nunca más. ¿Por qué no has venido en todo este tiempo? Habías prometido venir... -y nuevas lágrimas reemplazaron a las viejas.

La chica no supo qué decir así que volvió a abrazarla. La culpabilidad que sentía hizo que sangre llegara a sus mejillas.

-Hace meses que no sabemos nada de ti. Nos dijeron que habías cambiado el número de tu teléfono y hemos llamado repetidas veces a la universidad pero nunca estabas. ¿Por qué lo hiciste? Estábamos muy preocupados. -había recobrado un poco la compostura y ___________ pudo notar frustración en la voz de su madre.

Supiró largamente y supuso que tendría que darle explicaciones aunque no hubieran.

-Mamá, no me gustaría hablar de eso... Acabo de llegar y estoy muy cansada.
-No, nada de mamá, nos tenías muy preocupados -se le quebró la voz-. Quiero que me digas por qué no has dado señales de vida después de tantos meses y quiero que lo hagas ahora.

__________ miró a todos lados menos a su madre.

-No hay una razón en concreto. -susurró mirando hacia la casa de los Patrick, sus vecinos de hace tantos años.
-¿Qué quieres decir con que ''no hay una razón en concreto''? ¿Simplemente no llamaste y ya está?

__________ no habló. Se sentía como una niña de nuevo.

-Lo siento -dijo y la miró-. Todo este tiempo estuve muy ocupada.

Vio como su madre cambiaba el gesto pero intentaba con todos sus fuerzas no gritarle delante de su casa.

En ese instante vio por el rabillo del ojo a su padre pasar. Su padre se quedó quieto en el lugar, casi como su madre minutos antes, y caminó rápidamente hacia ellas.

DESEO (HARRY STYLES Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora