DESEO (HARRY STYLES Y TU)

capitulo 52

  La visión se le nublaba según seguía ahí parada. Un dolor le iba recorriendo todo el cuerpo y no encontraba final. Los miró a los dos, primero a uno y después al otro, con las lágrimas a punto de salir. Sintió como el labio inferior le temblaba e intentó calmarse tomando una pequeña respiración. Volvió a posar la mirada en Harry. No sabía como descifrar su mirada. Cerró los ojos, volvió a coger aire profundamente y cerro la puerta detrás de ella. Escuchó como Harry maldecía en voz alta y le decía a Alexandra que parara. Poco después la puerta se abrió y escuchó a Harry gritar su nombre con la voz desgarrada.

—¡__________!

La chica lo ignoró, bajando las escaleras y disculpándose con la gente que se llevaba por delante.

—¡Por favor, espera, ___________!

No quería volver la vista atrás y no lo hizo. Siguió caminando entre la multitud hasta que encontró la puerta y salió sin siquiera importarle cerrarla detrás suyo.
Maldijo en voz alta al darse cuenta de que no tenía manera de volver que no fuera caminando. Harry la alcanzaría si iba caminando. Tal vez encontraba algún taxi por esas calles...
Se paró un instante para quitarse los zapatos y así poder caminar más rápido y correr si hacia falta. Las lágrimas comenzaron a deslizar por sus mejillas y no hizo nada para evitarlo. Pensó que después de eso estaría horrible pero no le dio importancia. El dolor en el pecho seguía abriendo paso a cualquier cosa y en un instante no pudo caminar más por la furia que estaba reteniendo. Comenzó a correr, sin ningún rumbo fijo y cortándose las plantas de los pies con el asfalto de las calles. A los pocos minutos de haber recorrido todas las calles del barrio hasta llegar a un lugar más habitado, escuchó el motor de un coche y supo que Harry ya estaba ahí pero no le importó, siguió corriendo.

—¡__________! Para, por favor, tenemos que hablar. ¡Todo fue un mal entendido!

En ese instante a la chica le dieron ganas de girarse y pegarle hasta dejarle inconsciente.
Pudo notar como ya tenía el coche detrás y tenía las luces encima. Podía ver su propia sombra en el asfalto.
No le veía más el sentido a eso de correr. Paró en seco, haciendo frenar bruscamente a Harry y se giró para mirarlo. El chico estaba dentro del coche con los ojos muy abiertos y respirando fuertemente. Nada más salió de su estupefacción, abrió la puerta del conductor y salió del coche sin molestarse en cerrar la puerta.

—___________, déjame explicarte, por favor —susurró acercándose a ella cautelosamente.
—¿Qué vas a explicarme? ¿Cómo te revolcabas con tu supuesta ex-novia? —estaba furiosa pero en las últimas dos palabras la voz se le quebró.
—Eh, espera, espera —frunció el ceño—, no nos revolcamos.
—Si yo no hubiese interrumpido.
Harry suspiró de frustración.
—Déjame explicarte, por favor.
—No quiero explicaciones, yo sé lo que vi —el labio inferior comenzó a temblarle e intentó pararlo.
—No, no sabes lo que viste.
—¿Qué no sé lo que vi? —levantó un poco la voz impregnada de furia.
El chico dio dos pasos más y ya estaba a menos de un metro de ella.
—Déjame contarte lo que pasó, por favor. No es lo que tú crees —hizo una pausa y al ver que la chica no decía nada continuó—: Estaba subiendo por las escaleras para encontrarnos poco después de que vi tu mensaje y al pasar delante del lavabo escuché a Alexandra. Al principio no sabía que era ella así que pregunté y ya después no pude salir. Alexandra está muy mal. Su ahora ex-novio la ha tratado como una mierda. Solo buscaba alguien con la que desahogarse.
__________ tenía ganas de reírse.
—¿Por qué la defiendes ahora?
—No la estoy defendiendo. Simplemente creo que nadie se merece ser tratado como si fuera una mierda.
La chica no dijo nada. Solo lo miraba.
—Yo solo... intenté hacerle sentir algo mejor. Tienes que creerme, ella estaba muy mal. Solo me acerqué para consolarla pero ella se aprovechó —se pasó una mano por el pelo y sintió como le caía por encima de los ojos como una cortina oscura.
__________ tuvo que resistir la necesidad de arreglarselo.
—No te apartaste —susurró bajando la mirada.
—Justo cuando entraste ella se acababa de acercar, no sabía como reaccionar.
—Simplemente te podrías haber apartado y no estaríamos hablando de esto ahora mismo —levantó la mirada firme hacia él.
—Lo sé, lo sé —hizo una linea fina con los labios—. __________, ella no me interesa. Tú eres la única, __________, solo tú.
—¿Cómo puedes decir eso? —la chica sentía que las lágrimas volvían a salir.
—Por que es la verdad. Te quiero, __________, maldita sea, sí, te quiero. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.
La chica abrió los ojos como platos y dio un paso para atrás.
—¿Qué?
Harry al ver la expresión de su cara sonrió.
—No, no me mal interpretes. No te estoy pidiendo que te cases conmigo. Es un poco pronto, ¿no crees?
—Sí, lo creo —suspiró pesadamente.
—Pero si es verdad que quiero que sea así. Más adelante tal vez —sonrió de lado—. Siento ser tan estúpido.
—Sí, lo eres —por primera vez en todo ese mal rato, sonrió.
—¿Estoy perdonado?
—Lo estás —sonrió de oreja a oreja y acercó sus labios a los de él.
Un viento helado los envolvió y ___________ se estremeció en sus brazos. Harry sonrió divertido y se sacó su americana negra que había cogido antes de salir de su casa.
—¿Queremos volver? —preguntó levantando una ceja.
—Nah —contestó ella sonriendo.
Harry rió y le besó en la frente.
—Entonces no volvamos.
—Entonces de acuerdo.
Encontrarían a donde ir-