Tan pronto como sonó el timbre, Tamara salió de su clase de arte contemporáneo y fue hasta su casillero. De camino se encontró con su amiga __________ y las dos fueron hasta sus casilleros juntas. Cogieron los libros que necesitarían y dejaron los demás. Se sonrieron al cerrar los casilleros y se dispusieron a ir a su siguiente clase, ya que tenían la misma. Justo antes de entrar a clase, una mano la cogió por la muñeca haciéndola girar. Delante de ella se encontraba Niall, tan guapo como siempre, pero podía notar un poco de tristeza en sus ojos.
—Tamara... —dijo en un susurro. —Espera.
Tamara lo miró con el corazón en la garganta.
—¿Eh?
—Quiero, no, mentira —se corrigió. —necesito hablar contigo.
—¿Qué ocurre? —preguntó nerviosa. Se imaginaba lo que avecinaba.
—Quiero hablar contigo a solas.
—No sé si te das cuenta pero tengo clase, debo entrar. —se dio la vuelta para caminar y entrar a la clase pero Niall la volvió a tomar de la muñeca.
Niall suspiró frustrado y se sacudió el pelo.
—Haz el favor de no evitarme. —volvió a suspirar. —Sáltate esta clase, por favor.
—No puedo Niall, solo porque quieres hablar conmigo sobre no se qué, no tenemos nada qué hablar.
—Por supuesto que sí y lo sabes. —hizo una pausa y la miró. —Por favor.
Tamara cogió aire y terminó dándose por vencida.
—Está bien, pero no quiero tener ningún problema.
—Te prometo que no lo tendrás. —la cogió de la mano y la llevó por todo el campus hasta llegar a una parte vacía del instituto. —Aquí podremos hablar sin interrupciones.
—No me has dejado avisarle a _________.
—Ella podrá esperar, es solo un rato, no te pasará nada.
Tamara asintió y las facciones de preocupación no se iban de su cara.
—Tranquila, solo quiero hablar contigo. —la tranquilizó Niall. —Nunca te haría daño.
La chica lo miró con el ceño fruncido.
—Lo sé, te creo Niall. Sé que nunca me harías daño.
—Entonces... ¿por qué siempre escapas de mi? —hizo una pausa y suspiró. —Siempre estás evitándome, te saludo, intento hablar contigo y sales disparada. Es nada más verme y salir corriendo...
—Yo... yo...
—... No sé que he hecho, sea lo que sea que haya hecho, lo siento, no fue mi intención. He intentando acercarme a ti, porque —la miró intensamente y le cogió las manos. —me gustas Tamara, me gustas mucho y no soporto que me ignores, que te importe tan poco... eso es lo que creo y lo que me has dado a entender.
Tamara suspiró entrecortadamente y lo miró de la misma manera que lo miraba él.
—Niall, por favor, no me hagas esto.
—¿Qué? —le soltó las manos. —¿Sincerarme contigo?
—Niall...
—Tamara, dime de una vez qué te pasa, por qué te comportas un día de una manera y al siguiente de otra. —sonrió con tristeza. —¿Sabes que no he olvidado el beso que nos dimos? No me lo quito de la cabeza, tus labios sobre los míos, tu cuerpo tan junto del mío, no me lo puedo sacar, lo intento pero no puedo.
Tamara sentía como se derretía en ese momento, sus huesos flaquearon y casi se cae, tuvo que coger el brazo de Niall para sostener el equilibrio.
—Oh Dios...
—¿Qué ocurre? ¿Estás bien? —le preguntó cogiéndola de las manos, con preocupación rodeándole por completo.
—Sí, sí. —contestó un poco más calmada. —Díos mío Niall, ¿por qué me dices todo esto?
Niall se recompuso y se enderezó a su lado,
—No te estoy pidiendo que vengas corriendo a mi lado a decirme que sientes lo mismo, porque no lo sé, pero quería sincerarme, no lo soportaba más. —la volvió a mirar intensamente. —En algún momento llegué a sentir que tu pensabas y sentías lo mismo pero veo que no...
—Niall. —lo llamó, ya que el chico había desviado la mirada hacia algún punto fijo. —Estoy muerta por ti, odio tener que ignorarte, no soporto no poder hablarte y saludarte todos los días, pero tú comenzaste a olvidarte de mi primero. Después de que nos besamos, al día siguiente en clases no me hiciste ni caso, los días pasaron y me ignoraste por completo. No sé qué te paso, tal vez eres bipolar, pero me empezaste a saludar, a dirigirme la palabra y yo ya tenía la idea de que no querías nada.
—Oh Tamara...
—Espera, hay más. —sonrió. —Tú también me gustas, mucho y si digo mucho, es mucho. Tampoco puedo olvidar cuando nos besamos, fue la mejor sensación que nunca haya experimentado. Significó mil cosas para mi. Pero a parte de todo eso, tengo miedo, miedo de nosotros, miedo de la gente, miedo de muchas cosas.
—¿Miedo a nosotros? —preguntó confundido.
—Oh sí, sobre todo a nosotros. —hizo una pausa para mirarlo. —Tú eres Niall, Niall Horan, ¿entiendes? Uno de los chicos más populares y deseados de la escuela, y yo... yo soy una simple chica que ni siquiera sabe como deshacerse de sus miedos.
—Ya no me importa lo que la gente piense de mi, antes era lo esencial, vivía por sus rumores, ellos me daban vida. Ahora no me importa lo más mínimo, tú me has cambiado, de alguna manera me has hecho razonar.
—¿No te importa lo que la gente diga sobre que sales con una chica como yo?
—Para nada. —dijo negando con la cabeza.
Tamara sonrió.
—Pero... no es solo cuestión de lo que la gente piense. Tengo que aprender a confiar en ti.
—Puedes confiar en mi, como te he dicho, nunca te haría daño Tamara.
La chica sonrió de oreja a oreja.
—Te estoy creyendo. —dijo y Niall sonrió, deslumbrando en lugar con su brillante sonrisa. Acurrucó el rostro de Tamara en sus manos y en menos de lo esperado pegó sus labios a los de la chica, dulcemente, apasionadamente, llenándola de su creciente amor.—Tierra llamando a Harry. —una voz sonó a lo lejos y Harry aterrizó en Tierra. Se giró en su asiento y miró a Louis, mirándolo divertido.
—¿Qué quieres? —preguntó de mala gana.
—Hey, tranqui, no quiero nada. —sonrió. —Estabas en tu propio mundo.
Harry bufó y se volvió en su asiento.
—Vamos tío, no seas así, solo bromeo.
—No me gustan tus bromas.
Louis soltó una risita.
—¿En qué pensabas?
Harry volvió a girarse para mirar a su amigo y frunció el ceño.
—No pensaba en nada.
—Oh amigo, si no pensabas en nada, ¿entonces por qué sonreías como un tonto enamorado?
—¿Cómo?
—Pensabas en doña roba corazones, ¿me equivoco?
El chico levantó una ceja y casi se le escapa una sonrisa.
—¿Doña roba corazones?
—Que yo sepa no eres el único que babea por ella.
—Yo no babeo por ella.
Louis sonrió abiertamente y casi salta en su asiento.
—¡Acabas de admitir que pensabas en ella! —medio gritó. Harry miró hacia sus compañeros que los miraban atentos y algunos soltaron una risita.
—¿Se les perdió algo? —dijo dirigiéndose hacia ellos. —Vuelvan a sus cosas. —Todos los miraron con cara de pocos amigos y volvieron a lo suyo.
—Vaya, los tienes controlados. —susurró Louis mirando la clase desde su panorama.
—No me gusta hacerlo pero era necesario.
Mantuvieron el silencio por unos minutos y al final Louis volvió a romperlo.
—¿Te gusta _________? —preguntó en un murmuro, muy bajito.
Harry se giró para encararlo.
—Por favor Louis, tengo novia.
—Oye, eso no quiere decir que no te pueda gustar __________.
—Me conoces muy bien y sabes que ella no es mi tipo de chica.
—Y a pesar de eso pensabas en ella y sonreías pensando en ella.
—Yo no he dicho eso.
—Harry... —lo miró levantando una ceja en forma de advertencia.
—Está bien, está bien, pero no es lo que te imaginas.
—¿Entonces qué es?
—No pienso contestarte a eso.
—Oh vamos, soy tu mejor amigo, puedes confiar en mi.
Harry sonrió divertido y negó con la cabeza.
—Me ofendes Styles, pensé que éramos amigos. —dijo Louis echándose hacia tras, apoyando la espalda en la silla.
—Y lo somos.
—Entonces dime qué pasa por esa cabezita rulosa.
—¿Si te lo digo prometes callarte por un mes entero?
—No puedo prometerte un mes... una hora sí. —sonrió divertido.
Harry bufó y también sonrió.
—Está bien, sé que no te podré callar ni aunque quiera.
—Suelta todo.
—Creo... creo que me gusta _________. —confesó mirando hacia otro lado.
—Oh oh, no me digas que te has sonrojado. —Louis soltó una carcajada.
—¿Sonrojarme? —preguntó confundido. —¿Y la parte de que me gusta ________?
—Eso ya lo sabía, lo que me interesaba escuchar era lo que lo admitieras con tu propia boca.
—Eres imbécil.
—Y aún así me quieres.
—Tío, deja de ser tan cursi. Suki te tiene idiotizado.
Louis sonrió abiertamente.
—¿Sólo te gusta? —le preguntó borrando sus sonrisa de la cara.
—¿A qué te refieres?
—¿Sólo te gusta o sientes algo más por ella...?
Harry negó efusivamente con la cabeza pero no contestó inmediatamente.
—No... no-no lo sé.
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DESEO (HARRY STYLES Y TU)
FantasyLa vida de _______ era muy simple, ella era muy simple en general. Una chica normal de 17 años que vivía en un pueblito en el norte de Londres con sus padres y su perro, (su mayor compañía) en el que algo interesante de ver pasaba poco frecuente. Su...