DESEO (HARRY STYLES Y TU)

capitulo 20

  —¿Celoso Styles? —le gritó la castaña con tono de burla. Últimamente estaba acostumbrándose a hablarle con ese tono y todavía no sabía muy bien la razón. Por otra parte, le encantaba llamarlo por su apellido, sabía que él odiaba que lo llamasen por su apellido.
—¡Já! ¡Ya te gustaría Guilligan! —contestó él girándose para verla.
—¡Demuéstralo! —le retó sonriendo. Harry bufó y cerró la puerta de su coche que había abierto segundos antes.
—¿Quieres que te lo demuestre? —preguntó acercándose a ella. La chica asintió divertida. —De acuerdo, ahora verás.
Y sin más la cogió de la cadera y la montó en su hombro, dejando a una _________ sorprendida y algo avergonzada.
—¡Styles! ¡Bájame estúpido! —gritó ella dando pataletas en el aire. Harry soltó una carcajada y la sostuvo con más fuerza.
A ________ se le subieron todos los colores a la cara cuando se dió cuenta que él en esta posición podía verle la ropa interior.
—Ni se te ocurra mirar para tu lado derecho. —le advirtió ella seria. Harry volvió a reír.
—Tranquila. Vería de todo menos eso. —contestó divertido.
La castaña bufó y le dio un golpe en la espalda a lo que Harry ni se inmutó.
—Idiota. —le dijo ella ya tranquila.
—Así me dicen. —dijo él sentándola en el asiento de copiloto. Ella dejó de resistirse y se quedó tranquila en el asiento, eso si, cruzada de brazos y maldiciendo a Harry.
Harry dio la vuelta y se subió al coche con una sonrisa.
—¿A donde me piensas llevar? —preguntó ella bufando.
—Shh. —dijo él llevando uno de sus dedos a la boca de la chica.—Disfruta del momento.
_________ rodó los ojos.
—Claro, disfrutar. —dijo sarcásticamente. Harry rió levemente y arrancó el coche.

Algo en _________ le dijo que no iba a ser tan malo al lugar donde le iba a llevar. Pasaron por una calle rodeada de naturaleza y a _________ se le iluminaron los ojos pero a la vez se le vino una imagen un tanto escalofriante.

—¿No pensaras violarme, matarme y tirarme por aquí, verdad? —preguntó ella mirándolo con los ojos abiertos.
Harry se giró hacia ella con el ceño fruncido.
—Por dios _________, ¿qué te crees que soy? ¿un monstruo? —le contestó algo ofendido y a la vez preocupado. No quería que pensara así de él.
—Perdón, perdón. —se disculpó bajando la mirada. —Las películas de terror me han hecho secuelas.
Harry casi sonrió y volvió la mirada a la carretera, que estaba vacía.

La castaña bajó del coche algo desorientada y se arregló el vestido. ¿Cómo se suponía que iba a caminar con esos zapatos en ese suelo? Con cuidado, se apoyó en el coche y se quitó los zapatos. Soltó un leve suspiro y levantó la mirada para encontrarse con unos ojos verdes mirándola divertido. Miró a su alrededor y se encontró en un bosque, realmente bonito y se veía cuidado.

—No pienso caminar con estos zapatos aquí, son demasiado bonitos. —dijo ella caminando hacia él con los zapatos en la mano. Harry rodó los ojos molesto.
—Me recuerdas a Alexandra.
—¿Perdón? Ofendes mi ego. —dijo ella haciéndose la ofendida. —Ni por asomo sería como Alexandra. Es superficial, idiota y teñida.
Harry soltó una carcajada que resonó el todo el bosque.
—Vaya, no sabía que pensabas tan bien de ella. —dijo él divertido.
—No sabes tu cuanto.

Los dos chicos atravesaron el bosque, tropezándose con algunas rocas sueltas, algún que otro raspón por las ramas de los árboles y algún que otro insulto por parte de ellos.

—¿Se puede saber dónde estamos? —preguntó ella algo enfadada.—Si he venido hasta aquí y contigo es porque realmente estoy tocada.
—Perdone Alexandra versión 2.0, no sabría que se pondría así por unas ramitas y unas piedritas. —dijo él serio.
—Styles, deja de compararme con Alexandra.
—Deja de comportarte como ella. —se giró para verla. —Anda vamos.
________ bajó la mirada algo avergonzada. Ella no era así realmente, estaba sacando su lado orgulloso porque estaba con él, solo por eso.
—Está bien. —se dio por vencida. —Que sepas que yo no soy así en realidad.
Harry levantó una ceja.
—¿Cómo?
—Así, como tú has dicho. —contestó ella. —No soy así para nada.
Harry la miró por unos segundos y siguió caminando por el bosque.

Minutos después se encontraban al frente de un precioso lago. El agua cristalina reflejaba la luna llena y cada uno de los árboles de alrededor.

—Wow, es hermoso. —dijo la chica acercándose al lago lentamente. Dejó de lado sus zapatos y poco a poco metió los pies en el agua. Hizo una mueca al sentir el contacto del agua con su cuerpo. —Está fría.
Harry sonrió desde su espalda y fue a sentarse a su lado.
—¿Qué lugar es este? —preguntó ella cuando se sentó a su lado.
—Aquí vengo cuando quiero estar solo. —confesó él mirándose los pies.
—Vaya... —dijo ella algo sorprendida.
—¿Te gusta? —preguntó él mirándola.
—Me encanta. —contestó sonriendo. Mantuvieron el silencio por unos segundos y al final ella se animó a preguntarle lo que le rondaba por la cabeza:—¿Por qué me has traído?
Harry volvió a levantar la mirada para encontrarse con unos ojos ámbar que le empezaban a gustar, pero eso nunca lo admitiría. Sonrió levemente.
—Quería compartirlo con alguien.
—¿Y por qué conmigo? —preguntó sin dejar de mirarlo. Harry sacudió la cabeza.
—Hace un rato me retaste. Mira donde acabamos por tu culpa. —le contestó él sonriendo.
—¿Todo esto es porque te llame celoso? —abrió un poco la boca. —Sigues sin demostrarme que no estuviste celoso. —se cruzó de brazos.
—Si te digo que no estuve celoso, créeme. —fue lo último que dijo. Ella abrió la boca para hablar pero se arrepintió y no dijo nada más.

Harry se levantó, sacudió la hierba de su traje y se sentó debajo de un árbol, apoyando su espalda en él. Miró hacia la luna, admiró el agua cristalina del lago y a lo lejos contempló a la hermosa chica que disfrutaba de él. Esperen, ¿hermosa chica? ¿Eso lo había pensado él? Sacudió la cabeza y sonrió. No iba a negárselo a él mismo, le parecía hermosa. Con sus ojos ámbar, su piel blanca como la nieve, su buen cuerpo formado que cualquier chica podría envidiarle pero que hasta ahora no sabía que lo tenía. Se veía realmente bonita con ese vestido y el maquillaje le resaltaba bastante los ojos. Vio como la chica se levantaba y también se sacudía la hierba del vestido. Se agachó y cogió sus zapatos, tapándose las piernas con la falda del vestido. Harry sonrió perversamente. La chica se giró y fue caminando hasta él.

—Gracias por compartir conmigo tu secreto. —dijo ella divertida.
Harry levantó una ceja pero no dijo nada. La chica se sentó a su lado algo avergonzada.
—¿No piensas irte de aquí? —preguntó ella viendo como él estaba acostado en el suelo.
—Se está bien aquí. —dijo sin mirarla. Ella rodó los ojos y con cuidado se acostó también. La hierba le estaba causando picores.
—Ven aquí. —le dijo él al percatarse de que estaba tan inquieta. Se sacó su chaqueta y la envolvió en ella.
—Gra-gracias. —dijo ella para después acostarse en el suelo y darle la espalda al chico.

Al rato, sintió como un brazo le rodeaba la cintura. Era Harry.