—__________, pon un poco de tu parte o te voy a llevar a rastras. —le amenazó Harry mientras la llevaba cogida de la mano.
—Por dios Harry, no, no quiero ir. —le suplicó intentando soltarse del agarre del chico pero no sirvió de nada, es más, Harry la cogió más fuerte aún.
—Es sólo un parque de atracciones, ¿tanto miedo le tienes? —se paró y ella lo miró con ojos horrorizados.
—Cla-claro que no. —titubeó. Harry se carcajeó echando la cabeza hacia atrás.
—No sonaste muy convencida.
—Está bien, está bien. —suspiró. —No me gustan los parques de atracciones.
—¿Sólo no te gustan? Yo diría que les tienes terror.
—Para ser honesta, los odio, detesto... todos los adjetivos malos que existan.
Harry sonrió de oreja a oreja. Amaba ver a _________ refunfuñada, como una niña pequeña de cuatro años.
—Me has animado más a llevarte. Iremos quieras o no.
—Me vengaré. —susurró ella y Harry negando con la cabeza, tiró otra vez de ella, hasta su Audi.
_________ se acomodó en el asiento de copiloto, se puso el cinturón de seguridad y se cruzó de brazos, todavía algo molesta. Vio como Harry rodeaba el auto y se sentaba a su lado. La miró sonriente y en ese momento a _________ le dieron ganas de borrarle la sonrisa con un golpe. Vaya que si se enfadaba. Harry arrancó el coche y salieron dando un pequeño traspié del estacionamiento del instituto.—¿Todavía sigues molesta? —le preguntó Harry cuando habían salido a la carretera.
_________ no contestó y Harry se tomó su silencio como un sí.
—Te prometo que te gustará. —la miró de reojo. —Si no te gusta te dejo golpearme.
La chica bufó.
—Es una oferta muy tentadora pero no acepto.
Harry soltó una risita.
—De acuerdo. Si después sigues queriendo golpearme, te dejo.
—Genial, lo tendré en cuenta._________ no abrió la boca en todo el recorrido. Estaba aburrida así que sacó su BlackBerry del bolsillo de su chaqueta. No tenía ningún mensaje, ni llamada, ni nada de sus amigos o familia. Miró a su móvil con cara de pocos amigos y volvió a guardarlo. Rebuscó en los bolsillos de su chaqueta y encontró un paquete casi entero de chicles. Sonrió para sí misma y se metió en la boca un chicle. Con eso por lo menos se entretendría un rato. Miró de soslayo a Harry y notó que se había puesto unas Rayban negras. Mmm... le quedaban de lujo. Ahora si que era un modelo de anuncio. Se acomodó en el asiento, por décima vez, y miró hacia el horizonte. El sol estaba escondiéndose a lo lejos, ocultando los altos edificios y tiñendo a llamaradas el cielo.
—¿Te importa que ponga música? —le preguntó Harry sacándola de su ensimismamiento. Ella lo miró algo aturdida y negó con la cabeza. El chico apretó unos botones y en unos pocos segundos comenzó a sonar una canción bastante conocida para ___________.
—¿Coldplay? —preguntó ella mirando hacia el salpicadero. Harry la miró y asintió.
—¿Los conoces?
—¡Claro que sí! Son mi grupo favorito.
Harry parpadeó sorprendido y se giró para mirar hacia la carretera.
—También el mío.
_________ levantó la cejas sorprendida y sonrió, aunque sabía que él no la podía ver, estaba muy concentrando conduciendo.
—Me alegra saber que tienes buen gusto en la música. —le espetó ella.
—Lo mismo digo.
La chica se encogió de hombros y en ese momento sintió que se iba relajando y que no seguía tan enfadada, tan. Miró alrededor suyo, y le picó la curiosidad. Abrió la guantera y sacó un estuche de CD's que tenía escrito en la tela 'Harry'.
—¿Estos son tus CDs? —preguntó ella mientras pasaba las láminas de plástico con CDs de diferentes artistas.
—Aja. Ten cuidado y no los toques mucho.
—Vale, vale. —dijo ella sin mirarlo. Al poco rato se aburrió de mirar y mirar así que volvió a guardar el estuche.Estaba tan entretenida mirando los cientos de CDs que tenía Harry que no se había dado cuenta de que estaban en la ciudad. Muy pocas veces _________ se acercaba a la ciudad, ya que no le gustaba demasiado lo metropolitano, pero a pesar de eso, era digno de ver. A esa hora del día las calles estaban repletas y daban al lugar un aire muy acogedor pero a la vez parecía que te ibas a perder entre tanta gente. Poco más de cinco minutos, Harry se abrió paso por una calle donde había aún más gente que en las anteriores. Cientos, tal vez miles de niños ocupaban la calle, algunos con globos de dibujos animados, otros con algodón de azucar en las manos y otros con peluches de diferentes animales, y diferentes tamaños y colores. Harry penetró un poco más por calle y _________ pudo oír los alaridos de felicidad de los niños, y cuanto más se acercaban escuchaba las melodías de cada juego maquinario. En pocos segundos el chico ya había aparcado y salido del coche para abrirle la puerta a __________. Ella rodó los ojos sin ser vista por Harry y salió antes de que el chico pudiese abrirla. Harry frunció el ceño levemente pero enseguida sonrió y le ofreció una mano. Ella lo ignoró y miró el panorama que tenía delante de sus ojos.
—¿Preparada para divertirte como nunca lo has hecho? —susurró él en su oído. La chica dio un pequeño respingo y se giró para mirarlo.
—¿Divertirme? ¿Como nunca lo he hecho? Querrás decir que si estoy preparada para sufrir, porque me has traído para eso, para hacerme sufrir.
—Shhh. —la calló y agitó la cabeza. —Deja de decir tanta palabrería y camina. Tenemos toda una tarde por delante.Tenemos, pensó ___________. Sonrió y siguió a Harry, que ya había comenzado a caminar y la había dejado unos cuantos pasos atrás. Entraron por la gran apertura que tenía apróximadamente unos diez metros de altura y varias letras de colores pegadas que descifraban 'Bienvenidos'. __________ miró todo a su alrededor algo cohibida. Era cierto que no le gustaban los parques de atracciones. De pequeña se había montado por primera vez a una de las montañas rusas más grandes que había visto nunca y la experiencia no fue nada gratificante. Desde entonces odia los parques de atracciones y sobre todo las montañas rusas. Pasaron por delante de un puesto de algodón de azúcar y Harry se paró, obligándola a ella a parar. Ella se quedó mirando hacia la nada mientras se abrazaba a sí misma y esperaba. Un frió gélido le recorrió la espalda y se frotó las mejillas con las manos. El invierno daba su comienzo y con eso un frío insoportable.
—¿Tienes frío? —le preguntó Harry parándose al frente de ella con una gran bola de algodón en su mano. ___________ asintió sin quitar la mirada del algodón de azúcar.
—Ven aquí. —susurró él y con su otra mano libre, la cogió de la cintura y la pegó a él, rodeándola con el brazo. A ___________ le tomó de sorpresa ese pequeño gesto pero se sintió cómoda y sobre todo, le había calentado un poco.
—Tengo hambre. —protestó ella mientras se acercaban a uno de los puestos de la feria donde si tirabas todas las latas, conseguías un peluche a tu elección.
—Hace menos de diez minutos que te comiste tú sola el algodón de azúcar. —reprochó Harry en un tono divertido.
—Pues sigo teniendo hambre.
—Ya iremos a comer, podrás aguantar un rato más.
_________ hizo una mueca de desagrado y se dispuso a ganar a Harry en el juego de las latas. Harry se dirigió al dueño del puesto y le pidió un juego de seis pelotas, es decir, tres pelotas para cada uno.
—Te ganaré Styles. —le aseguró ella tomando las pelotas que él había puesto segundos antes delante de ella.
—Eso ya lo veremos. —susurró y lanzó la primera pelota hacia las latas. Derribó cuatro de las diez latas que habían en hilera. Harry susurró algo por lo bajo y miró a __________. La chica entrecerró los ojos y miró sus pelotas y después las latas que tenía unos metros más allá. Preparó la pelota en la mano y lanzó. Ninguna.
—Eso si que es un buen lanzamiento. —se burló él y ella levantó la cabeza para mirarlo. Lo fulminó con la mirada y el sonrió dulcemente. La chica suavizó la expresión y esperó a que Harry tirase de nuevo. Hizo el mismo movimiento de antes y... todas. _________ abrió los ojos sorprendida y miró hacia Harry que le sonreía abiertamente.
—Enhorabuena, has ganado uno de los peluches premio del día. —le dijo el dueño del puesto a Harry. Descolgó uno de los peluches que se sostenían en el techo del puesto con un hilo grueso y se lo entregó con una pequeña sonrisa a Harry. El hombre miró a _________ y hizo un asentimiento con la cabeza. La chica desvió la vista del hombre y miró al gran peluche que tenía al frente. Soltó una carcajada al darse cuenta de que el peluche era tan grande como Harry y lo había tapado completamente, solo se le veían los pies. Harry se lo apartó de la cara y sonrió.
—¿Te gusta? —le preguntó acercándose a ella.
—Me encanta. —dijo mirándolo. Era un oso de peluche, tamaño persona y de un color blanco nieve que llevaba un lazo con un estampado escocés en él. El oso sostenía un pequeño corazón en la mano que decía 'I love you' y 'I miss you'.
—Para tí. —acercó el peluche a ella con una sonrisa y __________ lo miró sorprendida pero lo aceptó enseguida, con una sonrisa resplandeciente dibujada en su cara.
—Gracias. —consiguió decir mientras abrazaba al gran peluche. Él sonrió aún más y le cogió la mano que tenía libre.
—Vamos. —dijo él animándola a caminar.
—¿A dónde vamos ahora?
Harry se giró a mirarla y sonrió maliciosamente.
—Ya verás.
Oh no, la montaña rusa.
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DESEO (HARRY STYLES Y TU)
FantasiLa vida de _______ era muy simple, ella era muy simple en general. Una chica normal de 17 años que vivía en un pueblito en el norte de Londres con sus padres y su perro, (su mayor compañía) en el que algo interesante de ver pasaba poco frecuente. Su...