capitulo 48

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  Las clases de Historia no podían ser más aburridas porque el Sr. Emerson no ponía más empeño en ello.
__________ daba golpecitos a su libreta con el bolígrafo con un ritmo marcado y de vez en cuando se lo llevaba a la boca y lo mordía mientras ponía toda su fuerza de voluntad en prestar atención a la clase y a la explicación del Sr. Emerson. Juró mentalmente que por poco se queda dormida dos veces. Los párpados se le cerraban solos y se despertaba desorientada, con millones de voces y una voz en particular sonando en su subconsciente.
Una bola de papel surgió de la nada y cayó en su mesa, asustándola por un nanosegundo que le hizo dar un respingo. La cogió rápidamente y miró a su alrededor para averiguar de quién había sido dicha bola. Su mirada se paró en Niall, que le hacía señas por debajo de la mesa haciéndole entender que la abriera. La chica asintió levemente con el ceño fruncido y la abrió. Leyó a una velocidad admirable y al segundo que terminó de leer la frase que ocupaba la nota ahogó una risita. Miró al profesor, el que estaba muy enfrascado en su explicación de 'La Construcción de un Régimen Liberal' (palabras del encabezado que ocupaba la pizarra) y volvió su vista al papel. Garabateó una respuesta rápida y la lanzó de vuelta. Niall la atrapó en el aire, mucho antes de que hubiese llegado a un metro de su mesa y la abrió con cuidado. Levantó la vista hacia ella y asintió con una sonrisa divertida. __________ se encogió de hombros sonriendo y intentó, pero esta vez de verdad, prestar atención a la clase.

El timbre —alias 'El Salvador' para muchos— sonó y dio paso a la siguiente clase para __________: Arte.
No estaba con mucho ánimo de ir a sacar sus brochas y pintar en un lienzo lo que marcara la profesora ese día, pero su ánimo cambio cuando se vio con Liam, ahora un muy buen amigo, sentado en el taburete de al lado del suyo. Se descolgó la mochila del hombro, que por cierto parecía que llevaba cemento en vez de libros, y la dejó apoyada en la pared de atrás de la clase. Se sentó en el taburete y le sonrió a Liam, el que le respondió con otra sonrisa.
—¿Cómo va tu día? —preguntó con voz tranquila mientras mezclaba colores en una paleta de madera.
—Podría ir mejor pero no me quejo —contestó ella con voz cansina y sacando su paleta de entre los pinceles y demás materiales.
En ese instante entró a paso enérgico una mujer a la clase. No era el Sr. Anderson.
Una melena rubia platino despampanante, un cuerpo esbelto y alto, ropa de gran calidad y una clara seguridad en sí misma se acercó a la pizarra y cogió una tiza para comenzar a escribir. Terminó en escribir lo que sea rápidamente y se giró en el lugar para mirar a la clase, la que la miraban desconcertados. Era una mujer realmente atractiva.
—Buenos días —habló y su voz sonó como a terciopelo pero era un terciopelo firme, muy hosco—. Voy a presentarme. —hizo una pausa de medio segundo para pasar su mirada por la clase por segunda vez y continuó—: Como aquí dice —señaló la pizarra con un gesto vago de la mano—, soy la Señorita Gómez. Mi nombre es Helena.
Todos permanecieron en silencio mientras la Señorita Gómez seguía con su presentación.
—Como ya debéis saber, o si no lo sabréis ahora, el Sr. Anderson se ha dado de baja por problemas personales y no sabremos si volverá así que de momento estoy yo. En mis quince años de carrera profesional me he tomado todo muy enserio y ahora no va ser menos. Me gusta la perfección y con ello lleva la práctica. Me gusta que mis alumnos pongan empeño en lo que hacen. He leído el programa que tenía el Sr. Anderson y francamente, no me parece que esté mal pero como ahora soy yo la que tiene el mando en esta clase, voy a cambiar un poco las cosas os gusten o no. Es todo por vuestra enseñanza.
Y así estuvo hablando otros cinco minutos, sin una pausa, ni una corta respiración, nada.
—Chis —la llamó Liam a ________ sin quitar la vista al frente.
La chica giró la cabeza y lo miró confusa.
—Mira adelante —le susurró él entre dientes.
Ella hizo lo que le dijo.
—¿Qué? —murmuró entre dientes.
—¿Tú sabías algo de esto?
—No, ni idea, me acabo de enterar como tú y creo que todos nosotros.
—Vaya. ¿Es dura de roer, no crees? —un esbozó de sonrisa se dibujó en su cara.
—Por la pinta que lleva de ricachona y ese tono tan tenaz me da que sí —tuvo que ahogar una risita por el frunce de ceño tan exagerado de Liam.
—Tienes razón, tiene pinta de ser "dueña de su destino" —comentó en tono divertido.
___________ se tapó la boca para no reír y miró de reojo a Liam.
—Shhh —le hizo callar—. Recemos para que salgamos sanos y salvos de aquí.
—No exageres.

DESEO (HARRY STYLES Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora