—¡Por favor! —exclamó __________ mientras se llevaba la almohada a la cabeza y se tapaba con ella causa al ruido del despertador. Intentó apagarlo más de una vez pero el dichoso aparato no cedía. La chica se levantó a regañadientes y miró desafiante al despertador antes de darle un golpe y que este se apagara.
—Mucho mejor —susurró para sí misma mientras caminaba sin ganas hacia el lavabo.
Abrió la ducha y esperó a que el agua calentase para meterse. Tomó una pequeña ducha de cinco minutos y salió envuelta en una toalla. Se miró en el espejo y se dio cuenta de que estaba más pálida de lo usual. Volvió a su cuarto y se encaminó hasta su vestidor para escoger la ropa que se pondría. Una simple camisa negra de tirantes, sus mejores vaqueros y sus Converse rojas serían su atuendo de ese día. Se vistió rápidamente para después aplicarse un poco de rimel en las pestañas, lápiz de ojos y un poco de polvo en la cara para quitar la palidez de ésta.
Cogió su mochila y salió de su habitación, cerrando la puerta detrás de ella. Miró la hora en el reloj de la pared de la cocina y maldijo en bajito. Llegaba tarde de nuevo.
—Te he preparado el desayuno —gritó su madre desde el patio mientras la chica se servía un vaso de zumo de naranja—. Siempre dices que la comida de la cafetería es asquerosa.
—Y así es —dijo a la vez que su madre aparecía en el umbral de la puerta. Hizo un gesto con la cabeza hacía la barra del desayuno y la chica se encontró con una bolsa de papel marrón. La cogió y la metió en su mochila rápidamente—. Gracias, mamá. Me voy que voy a llegar tarde, de nuevo. Adiós. —y se acercó a ella darle un beso en la mejilla.
No le dio tiempo a responder a su madre que ya estaba saliendo por la puerta.
—¿Estás seguro de querer hacer esto? —le preguntó Niall a Harry mientras éste escribía y enviaba mensajes con una rapidez asombrosa en su teléfono móvil.
—Sí, necesito un poco de esto.
—¿__________ lo sabe?
Harry levantó la vista de la pantalla del aparato y miró a su amigo con el ceño fruncido. Un segundo o dos negó lentamente con la cabeza, como distraído.
—Se lo diré cuando la vea. Hoy tenemos las tres primeras horas en diferentes clases y no he tenido oportunidad de verla, a parte, creo que llegó tarde.
—Sí, deberías decírselo.
Y con eso entraron a su siguiente clase: Química avanzada.
___________ iba caminando tranquilamente hacía la cafetería, abrazada a sus libros y su mochila colgando de un hombro. Mientras caminaba recordó la noche pasada. Estuvo hasta las tantas hablando con Harry por teléfono. Hubo un momento en el que apareció la madre de Harry en su habitación preguntándole con quien hablaba. La chica llegó a la conclusión de que Harry era pésimo mintiendo y no pudo evitar soltar una risita al otro lado de la línea. Se había tapado la boca en un acto reflejo porque no quería hacer demasiado ruido y despertar a nadie. Sonrió mientras se acercaba a la fila del comedor y cogía una bandeja.
A pesar de haberse visto hace menos de 24 horas, le echaba de menos. Necesitaba verlo. Pensó si no sería raro querer estar todo el tiempo con una persona.
Justo cuando llegaba a las bandejas de la comida, se acordó de que había traído comida de casa y le puso mala cara a nada en concreto. Miró a sus lados y dejó la bandeja en la barra disimuladamente. Un chico que estaba detrás de ella la miraba con el ceño fruncido pero ella lo ignoró y comenzó a caminar hacia la mesa de siempre.
De caminó a ella, su amiga Tamara apareció a su lado como una sombra parloteando sin sentido alguno, por lo menos para ella.
—Para, para, para —le dijo ___________ mientras llevaba las dos manos al frente haciéndole entender que parase—. Empieza de nuevo y más despacio, por favor.
—¿Te has enterado de el fiestón que van a montar? —comenzó a decir muy entusiasmada.
—¿Una fiesta? ¿Quiénes?
—¡La fiesta del año! La hacen todos los años, este año no sé quién la va hacer pero me han mandado un mensaje que venía de otro y de otro y así sucesivamente.
—Ah, esa fiesta. —susurró sin darle mucho interés.
—¡Vamos a ir! —cogió a su amiga del brazo y la sentó en el banco de la mesa.
—¿Hablas en serio? —preguntó incrédula con ambas cejas levantadas.
—¡Claro que hablo en serio! Ahora podremos ir sin la necesidad de colarnos.
—¿Alguna vez nos hemos colado? Si lo hemos hecho entonces es que tengo muy mala memoria...
—Vale, está bien —puso los ojos en blanco—. Nunca nos hemos colado a ninguna de esas fiestas pero a esta podremos entrar si queremos.
__________ abrió la bolsa de papel y se encontró con un sandwich de mantequilla de cacahuete, su favorita. Sonrió para sus adentros mientras le daba un primer mordisco.
—¿Y bien? ¿Me acompañarás —insistió Tamara con una emoción evidente en su cara.
—Ya sabes que a mí no me van las fiestas y mucho menos esas fiestas.
—¡Oh, vamos! Pero si siempre hemos querido entrar y ahora que podemos no quieres —frunció el ceño molesta.
__________ se encogió de hombros a modo de disculpa.
—Supongo que ya no quiero ir.
—Eres una aburrida —se levantó del banco y rodeó la mesa para sentarse al frente—. ¿Pues sabes qué? Yo sí quiero ir.
—Ve, nadie te lo impide.
—Sí, sí, iré. Contigo o sin ti.
La chica asintió divertida con la cabeza y Tamara le puso mala cara.
—Venga va, no te enfades.
—No me enfado pero es que siempre hemos hablado de esta fiesta, todos los años y ahora que podemos ir no quieres.
—Sí, lo sé, me contradijo mucho pero es que simplemente no me apetece ir. A parte si vas no irás sola. Tendrás a Niall, a Suki, a Louis...
—Harry seguro que va. ¿No dejarás que vaya solo, verdad? —preguntó levantando una ceja acusatoria.
—Confío en él —susurró mirando su sandwich que estaban en sus manos.
Unos labios se posaron en su mejilla y dio un pequeño respingo. Harry se sentó a su lado sonriéndole dulcemente.
—¿Cómo va todo?
—Bien, supongo —contestó _________ encogiéndose de hombros y dándole otro mordisco al sandwich.
—¿Segura?
__________ asintió y le regaló una pequeña sonrisa.
—¿Harry tu irás a la fiesta del año, a que si? —preguntó de repente Tamara casi en una plegaria.
Harry abrió un poco los ojos pero enseguida recobró la compostura. La chica notó como él se tensaba a su lado y se llevaba a una mano al pelo.
—Eh... esto... de eso mismo quería hablar contigo. —dijo y miró a su chica, la que lo miraba con el ceño fruncido.
—Entonces, habla.
Se preguntó qué era lo que lo ponía tan nervioso. Tan solo estaban hablando sobre una fiesta ridícula en la que la mayoría de veces la hacían los populares, estaba llena de alcohol y todas las habitaciones de la casa estaban ocupadas de una manera u otra. En cuestión de segundos se dio cuenta de que no estaban hablando en el mismo idioma.
Harry la miró impasible pero en lo más hondo de sus ojos se notaba la inquietud.
—Está bien. Como ya sabes, todos los años se hace la ''fiesta del año''... ya sabes, alcohol, sexo, estar hasta las tantas de la mañana...
—Aja —ya era confirmado.
—Bueno... —se llevó una mano al pelo—, pues este año yo hago la fiesta, en mi casa.
___________ lo miró fijamente sin revelar nada. Harry ya se estaba poniendo algo irritado porque la chica no hacía nada más que mirarle.
—Y... —habló ella— ¿por qué te has puesto tan nervioso al decirme esto?
Harry frunció el ceño extrañado.
—Pensé que deberías saberlo, supongo que irás y conmigo...
—Oh no, la señorita amargada no quiere ir —intervino Tamara poniendo los ojos en blanco.
___________ atravesó a su amiga con la mirada. Tamara sonrió triunfante, era su intención.
—¿Por qué no quieres ir? Según me dijo Suki esta mañana, siempre hablabais de esta fiesta pero nunca habíais podido entrar.
La chica asintió algo distraída.
—Sí, es cierto pero ahora mismo no me apetece nada ir a ese tipo de fiestas.
En ese momento, como de la nada misma saliesen, Louis y Suki se sentaron a un lado de Tamara, que comía tranquilamente una manzana.
—¿A qué vienen esas caras? —preguntó Louis en su tono jovial característico.
—No, no digáis nada —dijo Suki— Yo sé qué es lo que pasa.
Todos centraron su atención en ella.
—Harry le acaba de contar a ___________ que él organiza la fiesta del año y ___________ le acaba de decir que no quiere ir.
Tamara sonrió de oreja a oreja.
—¡Así es! Nuestra querida amiga es una aburrida y se contradice mucho.
—Debes ir —canturreó Louis mirándola divertido.
___________ bufó algo exasperada.
—¿Os habéis puesto todos de acuerdo?
Sus amigos la miraron con una sonrisa suplicante.
En ese momento sintió los labios de Harry muy cerca de su oreja.
—Por favor, ven conmigo —le susurró en el oído y acto seguido depositó un pequeño beso detrás de su oreja.
La chica sintió un agradable cosquilleo en todo su cuerpo.
Frunció los labios y negó con la cabeza, irritada. Sabían como convencerla, sobre todo el chico que tenía al lado.
—Vale, iré. —se dio por vencida y se vio envuelta por unos brazos fuertes y un beso en la sien.
—Una menos —susurró Niall que había aparecido de repente. Se sentó al otro lado de Tamara y le dio un beso suave en los labios.
—Buscaos una habitación —bromeó Louis.
—Déjalos tranquilos —le regañó Suki, haciendo que este le sonriera.
—¿En serio quieres que me ponga eso? —susurró ___________ incrédula viendo el "vestido" que tenía delante.
Tamara asintió entusiasmada.
—Es perfecto para ti y seguro que volverás loco a más de uno.
La chica puso los ojos en blanco y pensó que si quería poner loco a alguien, ese alguien sería Harry.
—Tamara tiene razón, pruébatelo aunque sea —comentó Suki, que esperaba pacientemente sentada en uno de los bancos de los probadores de la tienda.
Las amigas se encontraban en una de las boutiques más comedadas de la ciudad y estaban en busca de el modelito perfecto para la fiesta.
__________ hizo un mohín no muy convencida.
—De acuerdo, me lo probaré —y se encaminó a regañadientes al probador.
Quedaban menos de 42 horas para que empezara la fiesta que todos esperaban y __________ estaba algo nerviosa aunque eso nunca lo admitiría.
Ya en el probador, se sacó la ropa que llevaba puesta y se puso con algo de dificultad el pequeño vestido que casi no se le podría llamar vestido. Era una tela plateada, que dejaba la espalda descubierta y llegaba un poco más arriba de las rodillas. Casi se le salen los ojos de las órbitas al mirarse en el espejo. Sus cortas piernas con este vestido parecían más largas y su pequeña figura resaltaba, en todos los sentidos.
Salió del probador para tener el visto bueno de sus amigas y dos se encontraron con los suyos, bueno, mejor dicho, con su cuerpo.
—Estás... ¡estás increíble! —Tamara se acercó a ella rápidamente y la hizo dar una vuelta—. Te queda genial.
—Vaya... quien diría que nuestra amiga estaría tan buena con un vestido que no consta ni de 5 metros de tela... —susurró Suki mirándola de arriba a abajo.
_________ entornó los ojos divertida.
—Decidido. Este es tu vestido.
—Aja —estuvo de acuerdo Suki.
—Como me agache se me verá todo —susurró __________ volviéndose para mirarse en el espejo de nuevo.
—Entonces intenta no agacharte —Tamara le sonreía desde atrás algo divertida.
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DESEO (HARRY STYLES Y TU)
FantasyLa vida de _______ era muy simple, ella era muy simple en general. Una chica normal de 17 años que vivía en un pueblito en el norte de Londres con sus padres y su perro, (su mayor compañía) en el que algo interesante de ver pasaba poco frecuente. Su...