DESEO (HARRY STYLES Y TU)

capitulo 37

  

  _________ terminó de calzarse sus converses negras y se levantó de un salto de la cama. Fue hasta el baño, se peinó y se aplicó un poco de base, rimel y la raya del ojo. Se miró en el espejo y sonrió. Hoy se sentía animada, feliz. Saludó a su madre al bajar a la cocina y se sentó en una de las sillas, dispuesta a desayunar. Un cuarto de hora más tarde, cogió su mochila, despidió a su madre y a Óliver, y salió de su casa. Antes de siquiera de haber sacado un pie del porche, se encontró con un Harry apoyado en la barandilla de las escaleras. Éste levantó la mirada hacia ella y sonrió.
—Buenos días. —saludó él subiendo los pocos escalones que les separaban.
—¿Qué haces aquí? —preguntó ________.
—Hola Harry, te echaba de menos, no puedo vivir sin ti, deseaba verte. —ironizó haciendo que la chica levantara una ceja. —¿No puedo venir a recogerte?
—No. —contestó pasando por su lado para bajar las escaleras. —Quiero decir, no sé, da igual. —en ese momento algo le molesto en el pecho. Harry se mostró algo decepcionado, tenía en mente otra recibimiento por parte de ella. —Ya estás aquí, así que vamos. Te lo agradezco.
—Vamos. —bajó las escaleras, alcanzando a la chica, que ya casi había llegado al auto. —Seamos amigos, ¿de acuerdo? —preguntó mirándola.
_________ se giró a mirarlo.
—¿Amigos? —repitió. —¿Desde cuando somos amigos?
—¿Entonces qué somos? —replicó él acercándose del todo a ella.
_________ volvió a caminar hacia el auto sin responder. Se sentó en el asiento de copiloto y miró como Harry daba la vuelta y se sentaba a su lado.
—No sé por qué te molestar en venir a recogerme. —susurró ella mirando por la ventanilla. Harry levantó la cabeza para mirarla, mientras metía las llaves en la clavija.
—Quería hacerlo. —replicó resignado. No dijeron nada más en todo el camino.
Diez minutos más tarde llegaron al instituto. Harry aparcó donde solía hacerlo y miró a _________ que ya recogía sus cosas. Ella lo miró y le hizo un gesto con la cabeza para bajar. Harry salió y rodeó el coche hasta quedar al lado de la chica, que también había bajado.
—Y aquí es cuando tú te vas por tu lado y yo me voy por el mío. —susurró ella mirando hacia Alexandra y sus clones que ya lo esperaban en la acera. Alexandra los miraba atentamente, con el semblante tenso.
—Ignóralas. —le dijo él llamando su atención.
—Es lo que suelo hacer... —lo miró por última vez y comenzó a caminar. A penas dio cinco pasos, una mano la cogió por el codo. Se giró y Harry la miraba intensamente, tanto que casi le intimidó.
—¿Qué ocurre? —le preguntó sin dejar de mirarlo.
—¿Que qué ocurre? —replicó él soltando lentamente su codo. —No soporto estar tan distante contigo, no quiero que estés distante conmigo.
—No estoy distante contigo, Harry. —le contestó ella suavemente. —Sabes perfectamente como son las cosas a partir de aquí, tú te vas con tu novia perfecta, con tus magníficos amigos y la gente que te sube el ego hasta las nubes. Yo simplemente me voy con mis amigas y intento esforzarme en los estudios.
—Pero, maldita sea. —dijo él con frustración. —Yo quiero estar contigo, ellos no me interesan.
—¿Y por qué razón?
—Porque me importas. —contestó. —¿Cuántas veces más tengo que decírtelo y cómo hago para demostrártelo? —se llevó una mano al cabello.
La chica quedó de piedra, con los ojos casi desorbitados. Tuvo que coger aire para dar alguna respuesta.
—Harry, no me digas eso, por favor.
—No, _________, eso no va a cambiar. —clavó sus ojos en ella. —Si es necesario olvido todo lo que tengo, mi reputación, mis amigos que no son tanto mis amigos e intento ser mejor persona de lo que soy, solo por ti.
—Tienes novia, ¿cómo puedes hacerlo esto? —miró hacia Alexandra que los miraba ''disimuladamente'' mientras murmuraba con sus amigas. —Vale, puede que no sea la mejor persona, pero es una persona al fin y al cabo, y tiene sentimientos como todos. La has engañado Harry, conmigo, CONMIGO. —levantó un poco el tono de voz, intentando controlarse. Había pensado miles de veces que pasaría si Alexandra se llegase a enterar de que Harry la había engañado con ella. Sería horrible, peor de lo que era en ese momento. —No puedo soportarlo por mucho más.
Harry suspiró y miró hacia la chica que se hacía llamar su novia. En ese momento pensó que le habría visto. Sí, era la chica más popular de la escuela con buen físico, y la capitana de las animadoras, ¿será eso en lo que se fijó, no? Él hasta hace poco era ella pero en versión masculina, ¿por qué todo tuvo que cambiar? Porque apareciste tú en mi vida, pensó él volviendo la mirada hacia la chica que ocupaba sus pensamientos las veinticuatro horas del día.
—Dios, no puedo evitar no mirarte, no besarte. —susurró él, tan bajo que a ________ le costó entenderlo.
—Quiero creerte, Harry. —dijo ella. —No sabes como intento creerte.
—Entonces créeme. —se acercó tanto a ella que _________ pudo sentir su tibio aliento en su mejilla.
—Harry, no. —cerró los ojos con fuerza e intentó separarse empujándolo por el pecho pero él la tomó por la muñeca y la inmovilizó. —Por favor.
—No, ________, quiero demostrarte que no tengo miedo de decirle al mundo lo que siento por ti. —pegó su frente con la de ella suavemente y volvió a clavar sus ojos en los de ella. —No tengo miedo, no me importa lo que piensen de mi. Quiero estar a tu lado y si con eso es olvidarme de todo lo que tengo aquí, lo haré.
—Harry... —susurró abriendo sus ojos. Se encontró con la mirada expectante de Harry, que le suplicaba que dijera algo más que su nombre.
—Mis amigos tienen a las chicas de sus sueños. —susurró él a pocos centímetros de su boca. —¿Por qué yo no puedo?
Y entonces, la besó.

—¡Josh! —una voz conocida lo sobresaltó. —¡Primo!
Se giró inmediatamente y se chocó de bruces con el pecho de su prima. Tamara lo había envuelto en sus brazos y el la apretó contra él.
—Hola primita. —le dijo él dejándola en el suelo.
—Te eché de menos estos dos días. —le dijo ella sonriendo. En ese momento apareció Niall y miró a Josh con una sonrisa puesta en su cara.
—Hey, ¿cómo va? —saludó Niall mientras abrazaba a Tamara por los hombros.
—Genial. —contestó Josh algo confundido por el acto de su prima con el rubio.
—Oh, esto. —dijo Tamara algo avergonzada. —Con el tema de que estabas ocupado por asuntos personales, no pude contarte nada. Tengo muchas cosas para decirte.
—Cierto. —concordó Niall. —Todo el mundo preguntó por ti, eres muy solicitado, ¿sabías? —bromeó el rubio haciendo reír a Josh.
—¿Y...? —esperó a que Tamara o Niall hablara lo que era obvio.
—Niall y yo somos novios. —soltó Tamara y se esperó a que Josh le dijese algo grosero o que le dijero algo a Niall pero la tomó por sorpresa.
—Ya era hora, me parecía raro que no estuviesen juntos. —dijo él sonriendo. —Me alegro mucho. —miró a Niall que en cuestión de segundos sonreía de oreja a oreja. —Eso si, como me entere de que le haces daño conocerás a mi puño y sus amigos. —le amenazó él seriamente. Niall tragó saliva y asintió. —Vamos hombre, no me tengas miedo. —se carcajeó. Tamara también rió y Niall se relajó en el lugar, no era de tomarse las amenazas a la ligera.
—No te tengo miedo. —dijo él y soltó una risita.
—Pues deberías. —contestó Josh nuevamente serio. Niall frunció el ceño. —Sólo bromeo. —Volvió a reír.
—Qué gracioso estás hoy. —le dijo Tamara en un tono de reproche. Josh se encogió de hombros y la besó en la sien. Comenzaron a caminar hacia la entrada del instituto y una conversación algo alzada de voz llamó la atención de los tres.
—¡¿Me vas a negar que no estabas besándola?! —era Alexandra.
—No, no te lo voy a negar, pero porfavor Alexandra, cálmate. —esta vez era Harry quién hablaba con un poco de enojo en la voz.
—¡¿Cómo quieres que me calme?! —gritó ella exasperada. —¡Te vi besándote con ella!
—¡Sí, y no me arrepiento de haberlo hecho! —gritó él de igual manera. Alexandra ahogó un grito y lo miró furiosa.
—Esto no se queda así Harry Styles, no conoces a la verdadera Alexandra.
—Tampoco quiero conocerla. —dijo él algo más calmado.
—¡Agh! ¡No te soporto! —volvió a gritar cogiéndose del pelo. —¡No quiero saber nada más de ti!
—¡Está bien! ¡Terminamos! —dijo y se fue, dejando a una Alexandra desconcertada. Todos siguieron el paso de Harry que entraba al instituto a grandes zancadas, con humo saliendo por sus orejas.