capitulo 44

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  El dichoso zapato hoy no quería calzarse. __________ gruñó suavemente mientras intentaba calzárselo. Cuando al fin se lo calzó, de toda la fuerza que había puesto en ese pequeño movimiento, se vio empujada por un muro invisible de presión, como si alguien la hubiese apartado, y cayó de espaldas. Ahogó un grito irritado y al mirarse las manos, tenías los dedos rojos, doloridos y apenas podía sentirlos. Maldijo en silencio. Se levantó apoyándose en la repisa que tenía al lado y se miró por última vez en el espejo de cuerpo entero que se encontraba en la parte interna de su armario y salió de la habitación. Saludó a su madre intentando ocultar su mal amanecer y a Óliver, su perro, que se puso a saltar nada más verla. Eso la relajó un poco. Desayunó rápidamente, tanto que casi se atraganta con la leche de los cereales. Al salir por el porche de su casa, un vehículo negro despampanante se encontraba ronroneando de una forma peculiar en la calle. Pensó que nunca se cansaría de ver ese coche, era precioso, casi igual que su dueño. Sonrió bobamente por su pensamiento. Caminó hacia el vehículo a paso relajado, olvidando el pequeño incidente que tuvo hace unos pocos minutos atrás. Al llegar al coche abrió la puerta del asiento de copiloto y se sentó con una sonrisa en la cara. Harry le sonrió de vuelta. Vaciló un instante antes de acercarse a ella y darle un beso rápido en los labios. Ese pequeño gesto a ella le tomó por sorpresa, no se lo esperaba para nada y por ello se sonrojó levemente. Harry también algo avergonzado, se recompuso en su asiento sin dejar de sonreír.
—Buenos días —susurró él mirando hacia el frente y arrancado el coche.
—Buenos días —repitió mirando como el chico giraba la llave en el contacto—. ¿Cómo has dormido?
—Genial. —la miró fugazmente—. ¿Cómo ha comenzado tu día?
Ella bufó repentinamente irritada recordando lo torpe que fue calzándose unos zapatos y la poca paciencia que tiene.
—Podría haber sido mejor si no me hubiese caído de espaldas calzándome estos estúpidos zapatos—y señaló sus zapatos gastados.
Harry ahogó una carcajada pero aún así, una risita salió del fondo de su garganta. Poco a poco iban dejando el barrio donde ella vivía y entraban en la calle principal del pueblo. Él se giro a mirarla en un gesto rápido y le sonrió divertido.
—A mí me gustan tus zapatos. —comentó él vagamente.
Ella levantó una ceja aunque sabía que él no podía verla ya que miraba atentamente a la carretera.
—Gracias, supongo, me han dado días mejores.

Cinco minutos más tarde Harry se encontraba aparcando el vehículo negro al que tanto cariño le tenía. Ella lo miraba exasperada porque no hacía nada más que acelerar y frenar al intentar no tocar los demás coches. Aproximó mentalmente que tardó más o menos tres minutos en aparcar. Cuando Harry apagó el motor, __________ bajó rápidamente del coche y esperó a Harry con los brazos en jarras. Iban a llegar tarde a clases por culpa de él y su estúpido coche. Sí, ahora le daba igual llamarlo estúpido.
—¿Pasa algo? —preguntó él mientras se paraba a su lado.
—Vamos a llegar tarde a clase por tu culpa —protestó ella dejando caer las manos a los lados y comenzando a caminar.
Él la alcanzó en tres cortas zancadas y la tomó de la mano. Ella se estremeció y un escalofrío recorrió todo su cuerpo, de la cabeza a los pies. Se sonrojó, de nuevo. Le costaría acostumbrarse a eso. Sin darse cuenta, se vio mirando hacia todos lados, preguntándose si los demás los verían, cogidos de las manos y si empezarían a murmurar. Bajó su vista a sus manos entrelazadas y después levantó la vista hacia Harry, el que sonreía abiertamente y le guiñó un ojo coqueto. La chica se sonrojó aún más. Agitó la cabeza sonriendo y se dispuso a ir a clase con Harry, su... ¿su qué?

Llegaron a clase cinco minutos tarde y el profesor de Historia les recriminó, pero nada que no pudiesen afrontar. Ella se sentó donde siempre se sentaba, al lado de la ventana, y él detrás de ella ya que justo al lado estaba sentado Niall y delante de Niall, Zayn. __________ pensó que hacia bastante que no sabía nada de Zayn. Nunca tuvo la oportunidad de hablar mucho con él. Pensándolo mejor, se dijo que en realidad hasta hace menos de un mes tampoco tenía la oportunidad de hablar con Harry. Éste al verla le sonrió levemente y ella le saludó de la misma manera. Tal vez hablaría con él más tarde y le preguntaría por él a Harry. Miró vagamente por la clase y se paró en el rubio de ojos mar picado. Ahora que era novio de Tamara, a sus oídos no dejaban de llegar frases como 'Es perfecto', 'No sabes lo feliz que me hace', 'Si supieras lo que sabe hacer con...', esa última frase nunca dejó que la acabara. Sonrió
divertida volviéndose en su asiento. Suspiró y pensó en lo mucho que había cambiado su vida en tan poco tiempo. Ahora se sentía feliz, muy feliz y le daba completamente igual lo que la gente pensase. De lo distraída que estaba no se dio cuenta de que una bola de papel había llegado desde atrás de su asiento. Harry. La cogió y abrió el ahora arrugado papel.

"Niall dice que deberíamos hacer una cita de cuatro."

Ella se giró a mirarlo rápidamente y Harry se encogió de hombros. Cogió el bolígrafo de encima de la mesa y garabateó en el papel.

"¿Cita de cuatro?"

Y lo envió hacia atrás. Medio minuto después el mismo papel aterrizó en su mesa.

"Sí, ya sabes, Niall y Tamara, y tú y yo. "

¿Hablaba en serio? Eso sonaba muy... extraño. Se lo intentó imaginar. Una cita ellos cuatro... vaya. Podría no estar mal.

"Es raro, pero no me parece mal."

Lo envió y se giró a esperar la reacción de Harry. Él lo leyó rápidamente y asintió con la cabeza. Miró a Niall y con una sonrisa se lo dijo todo. Él después miro a __________ y le sonrió de igual manera. Vaya... ¿tanto le apetecía hacer algo así? Espera... pero si era una cita de cuatro, las dos parejas tenían que ser novios y ellos no lo eran, ¿o sí? Tal vez solo irían como amigos. No, sabía perfectamente que ellos no eran amigos, pero tampoco eran algo más.


Ring-ring. Aleluya. El timbre que tantos estudiantes esperaban a que tocase. Harry recogió sus pertenencias rápidamente y salió sin esperar a Louis, quien después le estaría diciendo por qué no lo esperó. En esta clase no tenía a _________. Ahora se dirigía hacia la clase de Arte. Tal vez no había salido todavía, o la encontraría en el camino. Pasó justo lo segundo, se la encontró en el camino charlando tranquilamente con el nuevo. ¿Liam Payne era? Liam había levantando la vista hacia él y __________ seguía mirándole de lado, sin percatarse hacia lo que miraba. Liam le hizo un gesto con la cabeza, señalándole al frente y ella al fin levantó la vista. Harry sonrió dulcemente y vio como los ojos de __________ brillaban, y como una sonrisa danzaba en su labios. Se acercó a paso firme a ella y le besó cortamente en los labios. Hmm... qué bien se sentía en sus labios. Notó como Liam se ponía algo incómodo. Supuso que para él todo esto era nuevo. No sabía lo de ''ellos''.


La cafetería estaba completamente llena, como siempre. Estaban esperando en la cola del comedor cuando una voz conocida y demasiado superficial se elevó entre la de los demás.
—Vaya, vaya, ya me parecía que estaban tardando. —era Alexandra. Sus clones, hoy todas vestidas de rosa, se reían entre ellas apoyando lo que Alexandra había dicho.
—¿A qué has venido Alexandra? —la voz de Harry sonó igual de alta, tal vez más alta que la voz de Alexandra había sonado. En su voz se notaba el destello de furia.
—Simplemente venía a deciros que os deseo lo mejor, os merecéis ser felices, al fin y al cabo os queréis, por eso me dejaste, Harry. —lo había dicho todo demasiado rápido, intentando pintar sus palabras con sinceridad pero se entendió todo lo contrario. Harry miró con ojos inescrutables a Alexandra y en un ademán protector, rodeó la cintura de _________ con un brazo.
—Será mejor que te vayas. —murmuró entre dientes. Alexandra bufó indignada.
—Qué grosero. —hizo una mueca como si algo le hubiese dado asco.
—Por favor Alexandra, te lo estoy pidiendo por favor.
Alexandra lo miró con ojos llameantes y se resignó, pero no sin antes echar una mirada de odio dirigida a __________. La chica pudo percibir en esa mirada, a parte de odio y furia, envidia. Alexandra intentó poner un muro entre las dos, pero no lo consiguió.  

DESEO (HARRY STYLES Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora