India.

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 Ahora sí, durante el viaje en avión me dí cuenta de que me gustaba Finn. Probablemente ustudes ya lo sepan, o se hayan dado cuenta durante todo este tiempo, tres meses, para ser exactos. Lo había negado, y lo seguiría negando de no ser por la extraña vocesita en mi cabeza que durante la noche me regañaba por ocultar mi sentimientos a tal punto de no reconocerlos. Puede que ahora todo sea aún más incomodo entre nosotros dos, y lo sabía. Puede que si Finn siguiera soltando cumplidos de la nada mis rodillas de debiliten hasta hacerme caer. También puede que, sin ninguna razón, algún día me quede mirándolo por un rato hasta sonrojarme por encontrar su mirada sobre la mía. Puede que todo sea distinto, y eso no me agrada para nada. Me gustaba dónde estábamos antes, él solo era un desconocido que me estaba ayudando a cumplir mis sueños. Solo eso, me guste o no.

 Volviendo a todo lo normal, India era maravillosa, los paisajes, las personas, uno puede respirar la belleza de la cultura en ese lugar. Durante todo un mes, a causa de no poder decidir a cual ciudad ir, viajaríamos a lo largo de India, visitando algunas ciudades y cumpliendo algunos sueños tanto míos como de él. Particularmente, para este viaje no estaríamos solos, y eso era algo que agradecía gracias a mi nuevo y recién descubierto sentimiento hacia Finn. Para ser exactos, el tercer día de nuestra estancia en India recibí una llamada de Jack...

-¿Emma?-Dijo apenas atendí el teléfono.

-Hola, Jack.-Dije sin prestar mucha atención ya que me encontraba lavando los  platos sucios acumulados de tres días.

-¿Tienes tiempo? Esto es algo...largo.-En ese momento giré la pequeña perilla haciendo que el agua parara de salir.

-Sí, habla. ¿Qué pasa?-Le contesté secándome las manos con mi pantalón.

-¿tienes ganas de viajar?-Soltó en un pequeño suspiro.

-Explícate, Jack. Soy lenta y no entiendo.-Reí al igual que él.

-Tal vez sería mejor si me abres la puerta.-En ese instante dejé de reir y abrí los ojos bien grandes.

-¿Qué? Jack no es gracioso.-Me senté en el pequeño sofá.

-No se supone que lo sea, Emm.-Lo oí suspirar.-Solo tienes que caminar y abrir la puerta.-Después de eso Jack cortó la llamada y oí tres pequeños y suaves golpes en la puerta. Un escalofrío recorrió mi espalda y luego sonreí. 

-¿¡Qué demonios haces aquí, idiota?!-Le grité sonriendo.Sí, con Jack teníamos confianza, incluso, a veces, más de la que yo tenía con Finn, pero en mi mente saqué la conclusión de que esto sucedía gracias a que yo no estaba secretamente enamorada de Jack. Si no, de Finn. "¡Dijiste enamorada! Sabía que tus sentimientos eran más fuerte que un simple "Me gusta". Emma, ¡Lo amas!"  Exclamó emocionada la voz en mi cabeza. La evité y me concentré en Jack y en que no estaba solo. Cuatro personas entraron y se sentaron en el sofá. Jack, Caspar, Louis y una chica que no conocía.

-Tu ya conoces a Caspar y según lo que Louis me dijo tu también ya lo conoces.-Rió mientras yo lo miraba y luego pasaba mi mirada hacia Louis, luego a Caspar y por ultimo a la chica.-Ella es Zoe.

-¡Hola!-Me saludó desde su asiento mientras yo respondía a su saludo.

-¿Alguien quiere explicar lo que está pasando?-Pregunté sonriendo mientras mi mirada (descuidadamente) se dirigía a Caspar, quien me sonrió y no pude evitar sonreirle en respuesta. Solo esperaba no estar sonrojada. Había olvidado lo lindos que eran los ojos azules de Caspar. Había incluso olvidado cómo me había hecho sentir cada vez que salíamos. Antes de que Jack pudiera abrir la boca detrás de nosotros apareció Finn, con el cabello mojado y solo llevando unos jeans negros puestos. Mi mirada se apartó de Caspar para centrarse en él. "No me digas que vas a cambiar a Finn por Caspar. Claro, el rubio es lindo, pero Finn es quien realmente te gusta Emma, concéntrate."

-¿Emma? ¿Haz visto mi camiseta?-Preguntó sin prestar atención a las personas que también lo estaban mirando. Hice una tos falsa y este miró hacia arriba, sus ojos se abrieron y lo siguiente que supe fue que él, Jack, Louis, Caspar y Zoe se estaban abrazando. A los pocos segundos sentí una mano agarrándome de la muñeca y ahí fue cuando me uní al enorme abrazo. Aún no entendía lo que pasaba pero creo que pronto todo sería explicado. Empezando por: ¿Por qué ellos estaban en India?

20 cosas que hacer antes de cumplir veinte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora