Narra Emma:
Puede alguien culparme por estar embarazada en verano? Quiero decir, tener una sandía en el centro de mi cuerpo no era fácil cuando las temperaturas eran de más de 34 grados. Pero esto valdría la pena, no cambiaría nada en el mundo por esto. Mi familia estaba con nosotros en Inglaterra, todos y cada uno de ellos emocionados al esperar la llegada de nuestro primer hijo. No es demás mencionar lo nervioso que Finn se encontraba, faltaban dos semanas para la fecha de parto y al pobre le caían gotas de sudor al solo pensarlo.
Sé lo que piensan y no, no sabemos el sexo del bebé, quisimos dejarlo para la intriga y simplemente sorprendernos en aquel esperado día.
Mamá y papá estuvieron de acuerdo con nuestra decisión: esperar a que nuestro hijo o hija tenga por lo menos tres años para casarnos. No sabemos por qué lo decidimos así, pero de alguna manera nos pareció correcto hacerlo.
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Una tarde calurosa me encontraba recostada en mi cuarto, con una mano en mi estómago y la otra en mi pecho. Sentía los latidos de mi propio corazón, mientras recordaba uno de los mejores días de mi vida.
Había ocurrido inesperadamente, unos cuantos días antes de fecha, pero de todos modos me emocioné demasiado al darme cuenta de que estaba a punto de dar a luz. 6 horas de puro dolor después, pude sostener a aquel angelito entre mis brazos. Era una niña, y sin dudas la amábamos. Me gustaría decir que el nombre que elegimos para ella había sido propuesto con anterioridad a la situación, Pero lo cierto es que luego del nacimiento, Finn y yo discutimos el nombre de nuestra primera hija durante 30 minutos. Finalmente obtuve mi victoria, nuestra hija se llamaría Casianna.
Y así fue, unas horas después obtuvimos el alta y Casianna por fin conoció a sus abuelos, a su tío Jack y a su pequeña tía Emmy Lou.•
Hoy, me encontraba sola en mi cuarto, una paz irreal estaba ocurriendo en mi casa. Usualmente Finn y Cassie estarían gritando mientras juegan juntos o mirando televisión en la sala de estar, pero hoy el silencio era excepcional.
Lentamente levanté mi cuerpo y caminé a través del pasillo, mirando y de vez en cuando deteniéndome al ver fotos de mi hermosa familia. La ultima colocada justo antes de llegar al living era la del cumpleaños número tres de Cassie, ella tenía crema en toda la cara mientras Finn y yo reíamos.Narra Finn:
— Okay, Cassie. Hemos planeado esto por semanas, ¿No es así?— Mi pequeña asintió y jugó con algunos de sus rulos castaños.— Entonces, ¿Qué es lo que vamos a hacer?
— Le vas a preguntar a mamá si quiere casarse con vos, ¿No, papi?— Sonrió. Tenía seis años y era la niña más hermosa del mundo.
— Así es, Cassie.— La tomé en mis brazos y coloqué la pequeña caja de color negro en uno de sus bolsillos. Habíamos acordado que yo preguntaría y ella le mostraría el anillo. Lo haríamos ahora, ya no quería seguir perdiendo tiempo. Necesitaba esto y lo necesitaba de inmediato.
Me sorprendí al encontrarla sentada en el sillón mirando un viejo Álbum de fotos, sabía bien cuál de todos era. Tenía una pequeña foto de ella y de Kristal en la tapa.
Narra Emma.
Estaba a punto de llorar cuando me percaté de la presencia de Finn y Cassie junto a mi. Ambos lucían nerviosos y excepcionalmente felices.
— ¿Emma?...— Dijo Finn jugueteando con sus manos.
— ¿Que tramas, Finnegan?— Y en ese momento Cassie se arrodilló y entre sus pequeñas manos mostraba una cajita de color negra.
— ¿Te casarías conmigo?
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Unas cuantas películas infantiles, dos pizzas y muchas risas después, Cassie parecía estar dormida.
— Te ví hoy...— Susurró Finn en mi oído.— ¿A qué te refieres?
— El álbum. Hacía mucho que no lo abrías, ¿No es así?
— La extraño demasiado, Finn. Pensar que estoy comprometida, tengo una hija de seis años, un trabajo y...— Me detuve antes de romper en lágrimas.
— Estoy seguro de que esto es lo que Kristal hubiera querido, Emma. Tu felicidad fue muy importante para ella, y no me cabe duda de que lo sigue siendo.— Finn besó mi frente y secó mis lágrimas.— Te amo, Emma.
— Te amo aún más, Finn.
Narrador:
Emma había logrado cosas maravillosas, y no había duda de que Kristal estaba más que orgullosa de ello.
Kris estuvo presente esa noche, en algún lugar remoto, de alguna dimensión perfecta en donde las almas no mueren y la juventud permanece. Kristal estaba allí, tan pura y tan hermosa. Observando la escena de la pareja que más envidiaba y amaba, Kristal derramaba lágrimas, una tras una.Pero no eran lágrimas de tristeza, no era nada más que felicidad.
— Yo también te extraño, Emma.— Sollozó, asegurándose de que su pequeña respuesta resonara en alguna parte de la mente de su mejor amiga. Sabía que lo más probable es que ella se asustara y tratara de olvidar lo sucedido. Pero era cierto, Kris la extrañaba, y tenía presente que debía dejarla ir.
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Y bueno, aquí estamos. El final de esto me entristece pero no voy a mentir, parte de mí quería acabar con la novela como parte de mí quería dejar en suspenso por siempre (Supongo que por eso nunca subí capítulos muy seguido).
Me alegra y ciertamente enorgullece que esto, hoy, haya alcanzado las 125,651 leídas, 5,381 votos y 358 adorables comentarios (En su gran mayoría).
Me alegra y enorgullece que les haya por algúna razón gustado lo que me esforcé en escribir. Supongo que jamás voy a encontrar personas tan...pasionales(? como ustedes.
Voy a extrañar el ship name #Femma, voy a extrañar que me pidan seguir con otro capítulo y, básicamente, las voy a extrañar a ustedes.
Así que, muchísimas gracias por acompañarme y ayudarme a crecer de algún modo como escritora.
¡Ah, FELIZ 2015!
Me duele decir esto pero, eso es todo.
Hasta pronto♥
— MissMistakes.