Capítulo: 76

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Narrador Omnisciente:

Era jueves, osea que faltaban dos días para la fiesta.
Nathanaël y Adrien estaban sentados en el banco del fondo del salón mientras hablaban con Nino y Alya.
La primera hora era libre ya que el profesor había faltado y no había quien lo cubriera.
Nadie trataba de forma extraña a la pareja, se comportaban como siempre, a excepción de Lila, que los miraba mal de vez en cuando, pero no les importaba.
Todos escucharon la puerta abrirse y por ahí pasó Marinette con una expresión tranquila.
Alya fue rápidamente hasta ella saludandola y empezando una conversación donde ambas sonreían, pero los tres chicos notaron como la chica de lentes se tensaba y su sonrisa desaparecía. Dijo algunas palabras que los chicos no escucharon y la expresión de Marinette cambió a una de enojo y formaba la palabra "¿Qué?", que luego casi gritó.
Comenzó a dirigirse hacia el banco donde los chicos estaban seguida de Alya.

-Marinette, calma. Espera.- Trató de alcanzarla.

Una vez las dos chicas quedaron frente al banco la peliazul habló.

-¿Es cierto?. ¿Ustedes son novios?.- La mirada de la chica asustaba.

-Marinette, déjame explicarte.- Trató de decir Alya.

-Si, ellos son novios.- Soltó Nino de repente.

La pareja no había ni podido hablar.

La chica cambió a una expresión de asco.

-¿Y tu los apoyas, Alya?.- Dijo dirigiéndose a la castaña.

-S-Si, claro.- Dijo cambiando de impresión a enojo el tono de su voz.

-Me das asco. ¡Creí que eras mi amiga! Adrien, ¿cómo puedes salir con un chico? ¡En especial con él!- Habló un poco más fuerte llamando la atención de algunos.

Adrien vio la expresión de dolor en los ojos de su novio que había sido casi inotoria.

-Marinette. Mira, insulta a quien quieras, a mi. Pero no a Nathanaël. Él ya soportó a bastante gente como tu.- Dijo en un tono serio el rubio.

-Pero...- La chica soltó una risita y los vio con arrogancia.- Así que eres un desviado como él. O te contagió de la enfermedad.-

Esta vez la expresión de ambos chicos fue de dolor.

Casi todos se habían quedado en silencio.
La peliazul iba a seguir hablando, pero pasó algo que impresionó a todos.

-¡Ya basta Marinette! Sabía que eras descerebrada, pero esto es pasarse.- A todos casi se les cae la mandíbula al suelo.

-¿Chloe? ¡Pero a ti te gusta Adrien! ¿También estás a favor?-

-Si, me gusta Adrien. Lo conozco desde siempre, tu sólo desde hace, ¿cuánto?... ¿Menos de un año? Y yo noté algo que nadie vio, y menos tú. Cuando era niño su mirada era brillante y llena de felicidad. Pero...- Respiró profundo como si estuviera dolida y siguió con un tono serio y melancólico.- Pero cuando desapareció su madre, noté como su mundo se derrumbó, como el brillo y la felicidad desaparecieron.- Tenía la mirada baja, pero la dirigió a los ojos de la peliazul otra vez.- Pero cuando se comenzó a acercar a Nathanaël, vi como volvía a sonreír, a ser él. Por eso no dije nada cuando anunciaron que eran pareja. Prefiero verlo feliz devuelta. Se que no lo entenderás por lo ignorante que eres. Y si vas a seguir con tus estupideces sin sentido, vete.-

Marinette parecía ofendida y enojada. Giró su vista al rededor de ella y notó la expresión molesta de todos menos de Lila, que estaba dada vuelta.
Sin más tomó sus cosas y se fue.
Todos volvieron su vista impresionados a Chloe, menos Adrien.
El chico se levantó de la silla donde estaba y se acercó a la chica para abrazarla.

-Gracias.- Le dijo en voz baja.

Chloe solo correspondió al abrazo. 

El Otro Talento de Nathanaël. AdrieNath (Yaoi-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora