Capitulo 32: El secuestro de mi ropa

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-Zayn, Zayn despierta, le grité a su lado sacudiéndolo.

Zayn seguía en su profundo sueño

-Zayn por dios despierta

-ZAAAAAAAAAAAAAAAAAYNNNNNNNN

-Mmmm, apenas gimió

- No voy a repetírtelo más veces, despierta o conocerás a la verdadera Nicky.

-Voy, dijo dándose la vuelta para volver a dormirse.

Me fui a la cocina y busqué un cubo, lo llene de agua y decidí volver a la habitación.

-Zayn, querido, le dije

-Que, dijo él con la almohada incrustada en su cara.

-Quieres mirarme? tengo algo para ti.

Se giro aunque a duras penas podía abrir los ojos. Apenas me vio se volvieron como platos, se quedo sentado en la cama al verme de pie sobre el con el enorme cubo de agua.

-Que haces? me preguntó rezando por que no se lo tirase.

-Zayn, te he dicho que te despiertes ya!

-Estoy despierto me contestó. Bajé de la cama pero como mi torpeza no podía ser más mi tobillo se quedo enganchado entre su pierna y la sábana y el cubo acabó de todas formas encima de Zayn.

-Pero si me he despertado!! gritó excusándose.

- Lo sé, no quería tirártelo, esta vez ha sido sin querer.

Se metió en el baño y se cambio los calzoncillos que era lo único que llevaba puesto y salió de la ducha.

-Que es tan importante para levantarme asi? preguntó esta vez con un tono algo más enfadado.

-Puedes explicarme porque estamos en la misma cama? Bueno, al menos lo estábamos.

-Porque esta más cerca la mía y yo solo no podía abrir todas las puertas y acostarte, era lo más rápido, explicó.

-Y mi ropa?

-Pretendías dormir de vaqueros? Eso es muy incomodo Nicky.

-Hacía falta ponerme el sujetador y cambiarme la camiseta?

-Oh así que es eso! te preocupa que te haya visto desnuda! no?

-Te equivocas, contesté haciéndome la dura cruzando los brazos.

- No te he visto nada si es lo que te interesa saber, primero te quite la camiseta estando en su espalda que es todo lo que he visto y luego te he desabrochado el sujetador sin mas.

-Estas seguro? dije intentando sonsacarle más.

-De verdad crees que hemos hecho algo? Te hubieras despertado no crees? Empezó a caminar hacia la cocina y yo salí detrás de él.

-No me he despertado cuando me has desvestido y vestido, porque iba a despertarme haciendo algo contigo?

-Eso es verdad, tienes un sueño profundo pero créeme conociéndome te hubieras despertado.

Zayn cogió la cafetera y se sirvió un café mientras vacilaba.

-Oh perdóneme! me olvidaba que estoy hablando con el rey del sexo, dije levantando los brazos y él seguía en su modo tranquilo y pasota.

-Eso no lo sabes tú, además crees que necesito utilizar recursos como estar profundamente dormida para hacer algo contigo? Que retorcido no? dijo riéndose mientras se llevaba la taza a la boca.

-No me habrás drogado? No?

Casi se ahoga tomando el café después de lo que le había dicho.

-NIcky, tranquilízate por dios! tendrías que verte, por cierto, mi camiseta me queda mejor a mi, pero a ti no te queda mal.

-Eres tonto, Zayn.

Salió por la puerta con su taza en la mano y yo me quedé en la cocina.

Lo que él me decía tenía sentido, no creo que hubiese pasado nada, o eso quería pensar.

Zayn volvió a la cocina, esta vez sin su taza.

-Igual es que la que quería que pasara algo eras tu no?, dijo situándose muy cerca de mi cara.

-No me provocas si es lo que quieres.

Cogí mis cosas y me metí en la ducha, había dejado todo preparado para salir, vestirme y llamar a Ani para que me pusiese al día de las últimas noticias después de los mensajes preocupantes que me había enviado.

La ducha la verdad es que fue bastante rápida, cuando salí una sorpresa más me esperaba en mi habitación.

Mi ropa no estaba donde yo la había dejado, Zayn quería jugar y podría haberme puesto cualquier otra cosa, pero no me daba la gana perder en este juego, así que lo llame.

-Zayn, quiero mi ropa, aquí ya!!!!

Asomé su cabeza por la puerta de la habitación.

-Que ropa, querida?, no le había gustado que lo llamase así antes y estaba devolviéndomelo.

-MI ROPA! le recalqué.

-No se de que me hablas... o ... espera... quizás si, estiró su mano hacia atrás y saco el vestido de flores que iba a ponerme.

-Zayn, grité y salí corriendo detrás de él.

-Ven a por él, me dijo con cara picara.

Me acerqué aún envuelta en mi toalla y el estiró su brazo hacia atrás, pero yo seguía sin llegar a el vestido, su cuerpo me lo impedía.

Aprovechó que yo estaba estirada para morderme el cuello.

Sentí un calor interno llamando a la puerta.

Lo miré con mi cara de "no me hagas esto" y el sonrió.

Puse mis brazos en mi cintura a modo de tetera esperando que me devolviese el vestido, no pensaba estirarme después de su ataque.

-Que pasa te ha gustado? dijo inclinándose hacia mi. Abrí mi boca para contestarle y no me dejó hablar.

Cogió mi labio con sus dientes y estiró. Volvió a alejarse.

Mi cara seguía siendo la misma pero mi calor no, en cualquier momento saldría ardiendo.

No pude evitarlo, él quería jugar y yo también.

Sin pensarlo dos veces me acerqué a él decidida a dejarlo sin respiración.

Soltó mi vestido estaba en el suelo, pero no me hizo falta hacerle caso.

Me cogió por el culo acercándome hacia él incluso levantándome un poco.

Zayn parecía contentó y no porque tuviese una sonrisa dibujada en su cara, de hecho ni siquiera lo miré.

Me apartó un momento, parecía que buscaba algo.

-Oh pero si estas aquí, me dijo, no entendía a que había venido eso pero me había hecho gracia.

Aprovechó su distancia para coger el nudo de mi toalla que tenía junto al pecho, haciendo que esta cayera al suelo al igual que el vestido, ahora me encontraba desnuda ante él sin defensa alguna.

Por primera vez en mi vida, estaba dejando que alguien me mirase sin sentirme intimidaba, me gustaba su mirada, su forma de mirarme.

Le dí un empujón haciendo que se siente en el sofá y me senté sobre él.

Su alegría era notable, podía notarlo contra mi en todo momento.

Él apretaba mi cuerpo contra el suyo, estábamos más que excitados, él enredaba sus dedos en mi pelo tirándome la cabeza hacia atrás, dejando al descubierto mi cuello y así poder besarme y morderme a gusto.

Me estaba volviendo loca, pero yo no iba a dejar perderme en su juego así que pasé al ataque.

Primero le mordí la oreja, busqué su boca y dejé que viniese a besarme, como sabría que caería me aparté a tiempo, mordiéndole el labio y devolviéndole su ataque anterior.

Después decidí jugar con su cuello, lo que a mi me diera la gana y más, pude ver como su piel se erizó nada más pasar mi lengua por él, sonreí. Yo ganaba.

Decidí besarle el cuello, teniendo cuidado de no dejar rastros, o los dos nos meteríamos en un problema.

Estaba en mi salsa, ya había conseguido lo que quería, podía sentir como gemía levemente en mi oreja, hasta que sentí su mano, acariciarme, primero por la espalda, luego buscando mi ombligo y bajando cada vez más.

Yo ya no podía concentrarme en su cuello, él no me dejaba y observaba cada uno de sus movimientos con atención mientras seguía sentada encima de él.

No llegó a bajar del todo, cuando ví su mano que volvía a subir, introdujo su dedo índice en mi boca, se veía disfrutar y seguro de lo que hacía.

Volvió a bajar su mano y esta vez si lo hizo, me dejó sentir sus dedos dentro de mi, al principio muy despacio y continuaba observando mis reacciones.

Estaba a punto de derretirme como un helado al sol cada vez que su piel se ponía en contacto con la mía, eramos fuego.

Sentía sus dedos largos dándome placer continuamente, dejé caer mi cabeza hacia atrás, cerré los ojos y dejé que todas mis tensiones se liberasen en mil y un gemidos provocados por su mano.

Un demonio se había apoderado de mi o más bien un vampiro porque llegué a tal punto de no poder más, me abalancé sobre su cuello mordiéndolo sin fin.

Como quien coge un cojín me levantó con toda facilidad para apartarme, en cuestión de segundos la poca ropa que tenía había volado.

- Necesitamos...?

-No, tranquilo que tomó la píldora, aclaré, no era el momento de ponerse a hablar de estas cosas, pero entiendo que no quisiese un niño correteando por su salón a estas edades.

Volví a mi sitio, encima de él y esta vez dejando sentir sin cuerpo con el mio, sintiéndolo completamente, cada vez más adentro, más profundo, cada vez más juntos...

Él me presionaba hacia su cuerpo cogiéndome por el culo y yo intentaba unirme a él más y más abrazada a él, dejando las señales de mis uñas en su espalda esculpida.

Era demasiado lo que podía sentir de su yo interior, me sentía perdida en placer, no me resultó difícil viajar a las estrellas a su lado, pero aún así no quería apartarme de su piel, volví a morderle, pero esta más cerca del hombro y de ahí no tardó en estallar en mil impulsos nerviosos.

Nuestros cuerpos habían sido sólo uno, nos habíamos en fundido en pasión aquella mañana en el sofá de su salón.

Me quité por mis propios medios sentándome a su lado.

Al principio parecía pensativo, como si no supiese lo que había pasado.

Luego me miraba, esperando algún comentario mio quizas, un comentario que no llegó.

Una vez había vuelto en cuerpo y alma a mi lugar, me levanté recogí mi vestido, mi toalla y me fui a la habitación.

Me vestí y pensé en lo que acaba de pasar.

Nicky no aprenderás nunca. Primero haces y luego piensas, de que te sirve eso?

Como volvería a mirarlo a la cara? Ahora me daba vergüenza.

Mi móvil que había quedado en la habitación tenía una y mil llamadas perdidas.

Eran de Luna y de Noelia, el sentimiento de culpabilidad volvía a inundarme, seguro que algo importante había pasado, donde coño estaba el Patrick cuando se lo necesitaba?

No me cogían el teléfono.

Llamé a Ani, que me contara lo que sea por teléfono, no podía quedarme allí, necesitaba ver a mis fieles amigas y si algo les hubiese pasado no podría perdonarmelo.

Cogí unas pocas cosas y dejé mi maleta en casa de Zayn, sin despedirme

Tomé el primer tren a Oxford que encontré y en cuestión de una hora y media me encontraba allí.

Cuando recién llegué Luna me contestó al teléfono.

-Luna? que pasa? estáis bien?

- Si, nosotras si, pero queríamos decirte que es conveniente que vengas al hospital.

-Porque? Me van a despedir o algo así?

- No, son tus niños..

-Mis niños? Luna que pasa?

- Cuando podrías venir?

-Estoy bajando del tren ahora mismo, tantas llamadas me asustaron, en 10 minutos estoy en casa y vamos al hospital.

-No, nosotras estamos aquí en el hospital, vente directamente, te esperamos.

-Vale, hasta ahora.

Colgué y como bala perdida fui lo más rapido que pude hacia el hospital.

Cuando llegué a la entrada, como un torpedo me dirigí a la recepción.

Lo había olvidado, Katy ya no estaba allí, había una chica bajita, rubia de pelo corto, malditas costumbres, no podría acostumbrarme a no verla allí nunca.

No cogí ni mi bata de mariquita ni nada, no podía pararme.

Subí a mi planta y nada más salir, Noelia y Luna estaban allí.

Sus caras parecían preocupadas, nada más me vieron se acercaron a abrazarme.

- Menos mal que ya estas aquí!, me dijo Noelia.

-Porque? Que pasa? Decídmelo ya!!, no puedo esperar.

-Ven! es Vicky.

Sentí como el frío subía por mi espalda, no estaba preparada para el momento de su partida, habría empeorado? Porque no me decían nada?

Mordía mi labio con fuerza, esperando que lo que me enseñasen no sea un cuerpo sin vida, esperaba verla sonreír y levantar sus brazos cuando me vea entrar, como lo hacía siempre.

Debía ser yo la fuerte, la que había estudiado para aguantar estas cosas o incluso cosas peores.

Una presión sobre mi nuca hacía que me sintiese débil y sin fuerzas, no quería entrar a la habitación.

Me pararon frente a la puerta de su habitación donde aún permanecía el cartel de su nombre, VICKY con letras grandes y verdes con flores.

Ellas me miraban con los ojos bien abiertos y yo seguía sin conseguir aliento para entrar.

Intentaba respirar hondo todo el tiempo pero no conseguía ni que el aire entrara en mis pulmones correctamente

Apreté las manos de mis amigas y me dispuse a entrar.

Vivir intentandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora