Elba era la hermana de Vicky. La hermana pequeña
Claramente parecía una enfermedad hereditaria, contra eso poco podíamos hacer, más que luchar por haberlo cogido a tiempo.
Cogí el bolígrafo que estaba adjunto al historial y me hice escribí un par de cosas en mi mano.
Salí de la habitación en busca de Luna, ya estaba vestida de particular esperándome en la puerta.
-No tienes buena cara, me dijo nada más verme.
-Me he informado sobre Elba, lo siento, no he podido evitarlo, fue como un pálpito.
-Quería contártelo pero no creía que fuese lo mejor contártelo por teléfono y aún no hemos tenido tiempo de hablar, se excusó
-No te preocupes, la disculpé.
Nos fuimos a comer y Luna estuvo poniéndome al día un poco de todo lo que había pasado, habían tenido alguna que otra crisis con Patrick porque tenía salidas de casa sospechosas, Luna creía que estaba engañándola pero él siempre se justificaba diciendo que salía por cuestiones de su trabajo, por la seguridad de la casa y para controlar que todo estuviera bien.
Lo cierto es que no hacía mucho tiempo que no había incidentes ni en Oxford ni por Londres, ni durante la gira, a excepción de alguna peleilla entre nosotros, lo típico.
Acabamos de comer y nos fuimos a casa a pasar la tarde.
Nada más llegar nos encontramos con Patrick en el salón quien por el gesto de su cara no parecía muy contento de verme.
-Hola, salude agitando la mano de forma simpática.
Una sonrisa poco amable fue todo lo que dejó que su cara mostrara. Se levantó del sofá, dio un pico rápido a su novia y cogiendo su teléfono móvil salió del salón disparado.
Me asomé por la ventana de la cocina y pude verlo en el jardín hablando de forma ofuscada, movía muchos los brazos y parecía enfadado.
A los poco minutos entró dando un portazo, era evidente de mi presencia no parecía de su agrado así que decidí dejar a Luna con su pareja e irme a hacer un par de cosas que tenía pendientes.
Pasear me vendría bien para hacer las cosas que necesitaba, los tiempos de tranquilidad, soledad y reflexión me habían ayudado mucho los últimos meses para sobrellevar las cosas.
Caminé hasta la colina, aquella sería mi primera parada. Necesitaba hacerle una visita a alguien.
- Ni te imaginas lo que te echo de menos, eres el claro ejemplo de que lo pequeño puede contener lo más grande de este mundo, me has hecho verme reflejada en ti, me has hecho pasar momentos inolvidables, me has hecho crecer y viajar en mi mente de forma incontenible, me has hecho reir y llorar en cuestión de segundos. Me has robado el corazón .
Te fuiste muy rápido, al menos me dio tiempo a despedirme, fui lo último que tus preciosos ojos pudieron ver, y me alegro, sé que te fuiste feliz y no puedo pedirte nada más que sigas siéndolo, sé que cuidas de mi y te lo agradezco.
He venido aquí por dos cosas, una es que quiero saber que estaré siempre para ti, que pienso ayudar en todo lo que pueda aquí, como a ti te hubiera gustado.
Lo otro que quiero enseñarte es algo que he compuesto, me he inspirado en ti, espero que te guste.
La voz entre cortada el aire fresco me dificultaba la respiración.
Aún así conseguí llenar mis pulmones para soltar todo lo que mi corazón escondía, era sólo para ella, era mi destinataria.
Lagrimas inexplicables de sentimiento escapaban de mis ojos entrecerrados, el lugar permanecía en silencio a excepción de mi voz en ocasiones rota cantando mi canción compuesta para la niña que me marco la vida.
Dejé un par de detalles que traía para ella. Y nada más pude me cogí un taxi ahora me tocaría ir a un sitio desconocido para mi, pero se que me ayudaría a resolver bastantes dudas.
Mis músculos completamente en tensión estaban frente a una gran casa, un estilo moderno predominaba en toda la estructura, algo raro por aquella zona. Miré mi mano, la anotación era correcta. El timbre resonó por todas partes.
Una pequeña señora con aspecto del este me abrió la puerta.
-Si? Que desea? Me preguntó tímida.
-Vengo del hospital, están los señores de la casa? Pregunté con desparpajo.
-Si, adelante, pase a la sala de estar, en un momento bajarán.
Me senté en unos pequeños sofás de cuero color crudo y crucé mis piernas y manos para controlar cualquier posible aspecto de nerviosismo.
Una personita apareció corriendo por el salón huyendo de otro más pequeño. Mi corazón volvía a sentirse acelerado, no podía parar, mis ojos se inundaban, los mantenía muy abiertos para controlar que las lagrimas no escapasen.
Por un momento me creí muerta, o viajando en el tiempo, no sé expresar como lo que sentí en ese momento, pensé que quizás estaba volviéndome loca y estaba alucinando, sentía miedo pero alegría, no podía entenderlo.
La niña se paró frente a mí. Su aspecto era casi igual, a excepción de la forma de peinarse, era un clon, un clon que estaba dejándome completamente descolocada.
Estupefacta miraba a la niña, estaba viendo un fantasma.
Una voz seca interrumpió mi viaje de pensamientos haciendo que apartase mi húmeda mirada de la niña .
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Vivir intentando
FanfictionNicky es una chica española que por giros del destino se tomará con sus ídolos y se verá en más de una situación incomoda donde tendrá que lidiar con muertes, amores y confusiones que harán de su vida una mentira continua. No olvides votar y comenta...