Después de todas las energías gastadas, en estos últimos días me sentía vital, me sentía como si hubiera vuelto a florecer, sentía que mi humor había cambiado.
Dan aún dormía a mi lado, miré el reloj, eran algo más de las 10 y él estaba en la cama todavía. No trabaja los lunes? Porque no entiendo sus horarios? Porque me da tanta vergüenza preguntarle en que más trabaja?
Pasaron unos 20 minutos y yo no sabía que hacer. Miraba el techo pensando en todo lo que había pasado y lo bien que estaba ahora.
Dan se dio la vuelta y abrió un sólo ojo.
- No me espíes, dije riéndome.
Él gruñó nada articulado y volvió a abrir su ojo.
- El señor Richards tan cansado que no es capaz de abrir sus dos ojos, impresionante, continuaba riéndome.
- Ven aquí, me dijo con su voz dulce incluso por las mañanas. Me abrazó y me acercó a él, me besó en los labios y ahora sí, esta sensación me resultaba extraña, anoche algo me había poseído pero esta mañana me estaba resultando incomoda y no sabría definir porque.
Mi instinto me decía que me pusiese toda mi ropa y saliese como una bala de allí, pero para variar mi cuerpo no reaccionaba.
Mi teléfono vibro. Gracias a dios!
Me deshice de su agarre y me senté a comprobar quien me escribía.
P. Hale tiene noticias para nosotros, podemos vernos en 1 hora en la tetería? Voy a avisar a Dan- Silvia
Claro, en una hora estaré allí, no hace falta que avises a Dan, yo lo haré xx
Me levanté de la cama en busca de mi ropa.
- Donde vas?
- La investigadora quiere vernos, tiene nuevas noticias hemos quedado con ellas en 1 hora y me gustaría pasar por casa para ducharme.
- Porque no te duchas aquí?
- Porque no tengo ropa para cambiarme, venga, si vas a venir levanta, le ordené y obedeció al instante.
Se dio una ducha mientras yo preparaba un desayuno rápido, café y tostadas que se comió a toda velocidad una vez estuvo listo. Nos quedaban 40 minutos.
- Mierda no nos va a dar tiempo.
- Claro que sí, cogeremos la moto, me dijo sonriente con la tostada aún en la boca.
- De ninguna manera, voy de falta, que pretendes?
- Te dejaré unos pantalones si quieres, pero mientras seguimos discutiendo aquí estamos perdiendo el tiempo.
Me dejó unos pantalones grises de chándal y mi aspecto no podía ser más horroroso.
Dan sacó la moto del garaje y yo esperé dentro, no quería que nadie viese mis pintas excepcionales.
Efectivamente iba vestida con zapatos de tacón altos como el cielo, el pantalón deportivo, mi camisa blanca algo arrugada y mi chaqueta a juego con mi falda inexistente.
Corrí lo más rápido que pude hacia la moto, a Dan parecía hacerle gracia esta situación pero no dijo nada.
Sorteaba los coches a velocidad de vértigo, yo ni siquiera quería mirar hacia adelante así que me abracé a él apoyando mi cabeza en su espalda.
Exactamente 8 minutos habíamos tardado en llegar. Me bajé de la moto y me saqué mis altos tacones para correr a la puerta de mi casa.
Dan aparcó la moto y subió quedándose en mi habitación.
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Vivir intentando
FanfictionNicky es una chica española que por giros del destino se tomará con sus ídolos y se verá en más de una situación incomoda donde tendrá que lidiar con muertes, amores y confusiones que harán de su vida una mentira continua. No olvides votar y comenta...