Seis largos meses habían pasado para la historia de todas nuestras vidas, algunas de nuestras historias seguían siendo igual y otras muy diferentes.
Niall y yo seguíamos viviendo juntos, habíamos vivido durante todo este tiempo en la gira y las cosas dejaron de ser un continuo problema, supongo que sólo había sido un pequeño tropezón en nuestra relación.
Harry y Louis seguían como siempre, hacían viajes fugitivos siempre que podían y no les salía nada mal huir de todo el mundo, habían ideado un plan perfecto de cómo escapar del mundo entero, salían por separados y se encontraban en lugares del mundo totalmente remotos, lugares que les cambiaron la vida a ambos.
Liam y Noelia estaban a muy poquito de ser papás, vivían su historia como el primer día y Noelia estaba algo preocupada por Liam, lo notaba algo extraño pero estaba claro que el amor permanecía en cada mirada, en cada gesto. Algunas de las fans no parecían muy contentas por la noticia pero poco a poco se fueron enteraron, los rumores eran continuos aunque la barriga de Noelia a estas alturas era evidente.
Zayn y Silvia formalizaron lo suyo, lo que tuvo como consecuencia que Silvia recibiese miles de felicitaciones de fans, no tanto como amenazas, entre las dos pudimos hacer que esas cosas no se apoderaran de la relación, era algo que le preocupaba bastante y había causado en ella varias noches sin dormir. Yo en cierto modo sabía lo que eso suponía aunque mi impacto no resultó ser tan dañino, después de formar parte de la familia al nivel de la banda, ser novia de Niall no había resultado tan dramático pero Silvia para el mundo entero resultaba ser una extraña aunque tarde o temprano se enterarían de que era amiga mia.
Kika y Ed continuaban felizmente casados y estaban planteándose ampliar la familia, al igual que Noelia y Liam, estos les habían servido como ejemplo y la ternura afloraba en ellos casa vez más.
Luna continuaba con Patrick, desde el incidente en la que era mi casa con Patrick, habíamos perdido un poco el contacto pero después de mucho tiempo, Luna me invitó a pasar un fin de semana en casa. Quiso invitar a Noelia pero ella no estaba en condiciones de hacer viajes así que me hice una maleta con algo de ropa y volví a Oxford, ciudad que no había pisado desde el día del entierro de la pequeña Vicky.
Cuando llegué a la gran ciudad, dejé mis cosas en la casa y aproveché que Luna estaba trabajando para examinar toda la casa, todo parecía normal, mi habitación no había vuelto a ser ocupada desde mi marcha.
Una de las cosas que más me apetecían era pasarme por el hospital, lo hice y así ya de paso podría recoger a Luna para irnos a comer juntas.
Parecía que el tiempo no había pasado por aquel hospital, todo estaba exactamente igual.
Saludé a la chica de la recepción y directamente me dirigí donde pretendía.
Llamé a la puerta y asomé la cabeza.
Una amplia sonrisa salió de su cara.
-Se puede? Pregunté educadamente.
-Nicky!!, como tu por aquí?, me dijo él poniéndose de pie para recibirme.
-Frank, os he echado de menos, nos fundimos en un abrazo, era casi el doble de alto que yo y ese abrazo, dejando escapar alguna que otra lagrima, me hizo hacerme sentir protegida.
-Como estas? Se preocupó mientras volvía a sentarse en la gran silla de su despacho.
-Bueno, bien, no se, mi vida es diferente ahora, no es como lo imaginaba cuando vine aquí a vivir, es otro estilo de vida y echo mucho de menos el hospital.
-Y nosotros a ti, los niños habían crecido en mejoría cuando tu estabas aquí, de hecho Vicky había tenido una gran recuperación antes del fatal desenlace, pero no te sientas culpable, no te lo digo a mal, eso era algo inevitable.
- Hay mucha gente nueva? Me refiero a los niños.
-Tenemos algunos casos nuevos especiales, lo bueno es que se ha reducido la planta de fijos, porque han sido adoptados o simplemente porque los padres han decidido que pueden seguir tratamientos y demás en sus casas.
-Eso es una buenísima noticia, me alegro mucho. Yo sé de primera mano lo que es vivir en un hospital y sé que todos los profesionales hacen lo mejor por hacer que los niños estén bien, pero no hay nada como estar en casa, al fin y al cabo por mucha decoración y animación los hospitales siguen siendo fríos. Mis ojos volvían a llenarse de lágrimas
-Nicky, tengo que plantearte algo y es que no puedo verte así, entiendo perfectamente que quieras cogerte una baja permanente, el hospital te pagará lo que haga falta, pero no creo que sea conveniente que vengas a trabajar a un sitio como este, y no es sólo por tu historia personal, si no porque te has aferrado demasiado a esto emocionalmente, al final esto nos pasa factura, quizás deberíamos haber advertido, superar algo como lo de Vicky no es fácil.
-Lo sé, entiendo lo que quieres decir y creo que lo mejor será que no vuelva a trabajar aquí, no me preocupa lo del dinero, ahora tengo un trabajo que me permite vivir como yo quiero incluso mejor, pero se que mi arraigo emocional esta aquí me guste o no, podéis echarme si así lo queréis, pero no aceptaré renunciar a dejar de venir a ver a mis niños, a mi familia.
- Nadie quiere echarte, lo único que queremos es no verte sufrir, esto es duro y más si tienes que recordar cada día lo que viviste con una persona como Victoria en cada rincón del hospital sabiendo que ella ya no esta entre nosotros.
Bajé la cabeza, miré mis manos que permanecían juntas en mis piernas.
- Aceptaré lo que tu quieras siempre y cuando pueda venir al hospital siempre que quiera.
-Te damos la baja temporal y puedes venir de animadora ocasional si quieres.
-Me parece perfecto, extendí la mano al igual que él para cerrar nuestro pequeño trato.
- Me recuerda a tu primer día, me dijo él dejando entre ver una sonrisa.
- Parece que fue ayer..
Salí de su despacho y después de muchísimo tiempo volví a ponerme mi bata de mariquita, cogí mi guitarra y comencé a subir las escaleras que me llevarían a un cajón infinito de recuerdos.
Respiraba lenta y profundamente intentando que nada me afectase, como si aquel día fuese un día como otro cualquiera.
Aparecí en el gran rellano y lo primero que hice fue encontrarme con Luna, se quedó perpleja al verme sin entender que hacía allí.
Después de unos segundos que es lo que tardo en reaccionar, se acercó corriendo a mi y me abrazó fuertemente.
-No me dijiste que vendrías aquí.
- Era una sorpresa.
-Dios y que sorpresa! Lo ha sido y muy grata. Te veo nerviosa.
-Si, lo estoy hace mucho tiempo que no vengo por aquí, no se lo que pasará y en el fondo hasta me da un poco de miedo.
-No te preocupes que todo saldrá bien, te dejo que debo irme a una curación, nos vemos 1.30 bajo.
Asentí con la cabeza y ahora me dirigía directamente hasta la sala de juegos de los niños, mi paso era firme aunque por dentro podía sentir como temblaba cada centímetro
Sabía que dentro de poco les darían tiempo libre a los niños para poder salir a jugar, por lo que la sala estaba vacía. Todo permanecía ordenado, y las persianas estaban cerradas.
Dejé la guitarra en el suelo contra una de las ventanas y empecé a abrir todas las ventanas, la luz no era gran cosa pero iluminaban suficiente la sala.
Sentí como el aviso de los niños había sonado, poco tardarían en aparecer, mi estado de nervios ahora si había aumentado, me sentía débil.
Cogí la guitarra y poniendo una silla en mitad de la sala me senté.
Ahora sólo quedaba esperar y volver a sentir.
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Vivir intentando
FanfictionNicky es una chica española que por giros del destino se tomará con sus ídolos y se verá en más de una situación incomoda donde tendrá que lidiar con muertes, amores y confusiones que harán de su vida una mentira continua. No olvides votar y comenta...