Vivir intentando

Capitulo 2: Mi beca, desahogo emocional

Nadie contestaba, mi mente se quedo en blanco durante bastante tiempo y no era capaz de razonar.

Mi mente siempre saca lo peor a la luz, siempre pienso todo lo negativo que puede estar pasando, es algo que no puedo evitar, el bloqueo no me podía dejar hacer nada, si mi madre estaba mal el viaje de vuelta a casa era larguísimo, esta semana no podía faltar a clase, era la última y tenía que presentar el proyecto, mi cuerpo no se movía ni un solo centímetro. 

De pronto mi móvil comenzó a sonar, I want comenzaba a sonar, cosa que me extraño porque ese no era mi tono del móvil y el piano del principio me asustó bastante, lo miré sin entender que pasaba pero vi que era mi hermano.

- Nicky no te preocupes pero estamos en el hospital, mamá ha tenido una recaída pero están haciéndole pruebas aún no sabemos nada.

-Que no me preocupe? Raúl estáis en el hospital y pretendes que me quede tan tranquila, voy para ahí le dije gritando.

-No, Nicky, no vengas, no hace falta, aquí no consigues nada, no se va a morir, además esta semana es importante para ti, sólo quería que estuvieses al tanto, pero si te quedas más tranquila cada dos horas te llamaré para informarte vale?

-De acuerdo, pero a la mínima que sepas algo avísame por favor.

-Está bien, te quiero Nicky, chau.

No pude ni colgar el teléfono, las lágrimas caían como lluvia de mayo, no me salía llanto ninguno, sólo lágrimas involuntarias de forma arrolladora e imparables.

Sostuve mi móvil en la mano todo el tiempo, pero allí mismo en el sofá y con el ordenador de por medio en una posición bastante retorcida, con las piernas colgando y el tronco totalmente de lado me quede dormida.

Same mistakes sonaba abrí los ojos, era mi móvil.

Mierda de teléfono que suena el tono que quiere.

-Que pasa Raúl?

-Nada, sólo quería avisarte que estamos en casa, que ella está bien y que ha preguntado por ti,

-Aún me recuerda? No te imaginas las ganas que tengo de verla y abrazarla. 

-Lo harás pronto, recuerda que este fin de semana es el cumpleaños de León, y haremos una fiesta.

-Como voy a olvidarme del cumple de nuestra tortuga, Raúl me ofendes, estaré allí el viernes por la tarde, avísame cuando sepas algo 

-Lo haré, besos

Eran las 5 de la tarde y se me había olvidado comer, tenía frío y hacía calor, Raúl había olvidado llamarme y yo tonta de mi ni me había dado cuenta de la hora que era, sentía un dolor de cabeza que estaba matándome.

Me levanté del sofá y mi espalda crujía por cada sitio que podía crujir, rebusque en los armarios del baño un paracetamol o algo que pudiese tomarme y me fui a la cocina a prepararme unos espagueti, eran las 5 de la tarde pero algo tenía que comer/merendar. 

Decidí sentarme en el ordenador y abrir el Twitter y el correo para ver que había. 

109 correos sin leer, correos de publicidad como siempre invadían mi bandeja de entrada.

Joder, ni que hiciese 30 años que no habría esto, empecé a borrar a toda velocidad hasta que uno llamo mi atención y aunque ponía no se que de una beca pasé completamente y lo borré. 

Al entrar al twitter todo eran reclamaciones, de haber cuando me veían el pelo, como estaba?, porque no me contestas al ask?, eres directioner?, de donde eres?.