Capitulo 66: Resaca?

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-Estas demasiado borracho para que te dé mimos, Dan dije sin poder evitar mi risa. Hablaba como un niño pequeño.

-Vamos a la habitación y negociamos.. me propuso.

Subió las escaleras moviéndose de un lado a otro, me costaba mucho controlar su peso muerto, pero después de un rato conseguimos llegar a mi habitación.

-Creo que hoy te tocará a ti compartir tu cama, me dice mientras está tumbado con las manos detrás de su cabeza.

-De eso nada, descansarás un rato hasta que encuentres mejor y volverás a tu casa, gruñí.

-Venga, que más te da, sólo quédate un rato a mi lado y me encontraré mejor, seguro, rogó.

-Está bien, pero en cuando te sientas mejor, llamaré a un taxi si hace falta.

Dejó escapar de su boca un murmuro del cual no pude distinguir ni una palabra.

Se apartó hacia un lado y yo me tumbé frente a él.

Me miraba sonriente, incluso juguetón, acariciaba mi pelo y suspiraba sin decir nada.

-Así piensas descansar?

-Estar contigo es la mejor forma de estar en el mundo.

-Cuando estás borracho te vuelves muy cursi

-Eres preciosa.

Iba a contestarle cuando mi teléfono comenzó a sonar.

No bajes, Niall esta aquí, intentaré hacer que se vaya- Lou

MIERDA! Maldecí todo lo que encontré pero para mis adentros, no quería que Dan notara nada y aunque quería dejarlo sólo para que verdaderamente descansase y así pueda irse, sabía que no podía bajar, ni tampoco sacar a Dan por ningún sitio, sólo rogaba en cada segundo que a Niall no se le ocurriese subir porque lo que vería no le haría ningún tipo de gracia.

Acariciando mis brazos Dan se quedó dormido, pero yo no conseguía conciliar el sueño, la música sonaba lejana y tan sólo estaba en el piso de abajo, me sentía cada vez más cansada pero la tensión de saber que podría llegar Niall y liarla otra vez no podía dejarme descansar, empezaba a amanecer y cada vez se escuchaban menos voces en la casa.

Un mensaje de confirmación de que todo estaba ok y que la gente comenzaba a irse, por parte de Louis me hizo poder cerrar los ojos y profundizar en mi tranquilidad.

Las volteretas de mi cabeza seguro no serían nada comparado con las que Dan podría tener en su cabeza al despertarnos.

Estaba congelada, nos habíamos dormido vestidos sin meternos en la cama y  el único calor del que disponíamos era de los cuerpos de ambos.

Dan tenía el sueño más pesado que nadie que haya conocido antes. Lo dejé en la cama y decidí explorar el estado de la casa después de la batalla.

Cuerpos tirados por todas partes en posiciones increíbles de creer, sin tener ningún hueso roto, los sofás algo manchados y más cubiertos de gente aún, rodeados de vasos y de botellas, olores a cosas que no podía distinguir. 

Nadie de la gente que conocía estaba por allí, los chicos debieron irse cuando Niall abandonó la casa, esperó que estén bien, pero por si acaso no pierdo nada enviando un mensaje a cada uno de ellos.

Un mensaje nuevo.

Creo que hay cosas de las que debemos hablar. No quiero que nos distanciemos ni que perdamos nada de lo que teníamos, te vienes esta tarde a pasar la tarde a casa? – Noelia.

Decidí llamarla.

-Como esta la mami más guapa del mundo?

-Bien, y tu perdida de la vida?

-Lo siento, he estado algo más que ocupada estos días pero claro que iré a visitarte, me encantará veros a ti y a Matthew.

-Quieres venirte en un rato y comes aquí? Me propuso.

-Claro, me encargaré un poco de organizarme y voy para allí. Hasta luego.

Como el día anterior Dan me había preparado el desayuno y la casa era un desastre quise cortar un trozo de tarta y esperar que apreciara el detalle.

-Buenos días dormilón, grité en su oreja mientras sostenía un pequeño plato con el troz de tarta en la mano.

Él abrió los ojos y me miró asustado, no entendía lo que estaba pasando.

-Hola… no grites por favor y quita esa cara que psicópata que das miedo, dijo provocando mi risa.

-Venga ya! Tienes resaca? Yo creía que podrías soportarlo.

-Mmmhh..Gracias por la tarta pero ahora mismo no puedo dar ni bocado.

Dan se quedó sorprendido al ver como había quedado la casa después de la fiesta.

Se negó a llamar a un taxi así que volvía a irse en su coche tal y como había venido.

-Gracias por cuidarme, agradeció.

-No es nada, tu también me has cuidado cuando te ha tocado, estamos en empate, creo.

Dio un paso decidido hacia mi y todo lo que en mi cabeza se había convertido en un beso de película tan sólo quedó en un tímido pero caliente beso en la comisura de mis labios, cerré los ojos y mi boca quedó abierta, indudablemente estaba necesitando algo más pero eso no llegó.

A partir de ahí decidí a despertar y hacer que todos los zombies tirados por mi salón desapareciesen, una vez libre de gente, tocaba ponerse a limpiar.

Por mi cabeza sólo pasaba la idea de negarme a volver a hacer fiestas en casa, ni de coña, por muy especial que sea, prefiero pagar un sitio donde hacerla y no tener que encargarme de la mierda que la gente dejaba por ahí.

La solución más cómoda que encontré era llamar a alguien para que se hiciese cargo de ello, una empresa llamada Clean it, me cobraba más de lo que esperaba pero se aseguraban de hacerlo en una hora.

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