Capitulo 73: Queremos protegerte

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l refugio más seguro que encontré fue mi cama.

Hacía tiempo que no me sentía así, tan sola y frágil, en el fondo, no había conseguido sentirme feliz y despreocupada en mucho tiempo, tampoco me sentía tan mal como ahora, ahora estoy simplemente rota.

Hacía tiempo que no utilizaba mi pijama favorito, era ridículo a la vista de los demás con un morado chillón y con osos, pero a mi eso no me importaba, me sentía cómoda y caliente, un vaso de leche con vainilla prácticamente hirviendo reposaba sobre mi mesa de noche.

Sentada en la cama con mi vaso calentándome las manos, mientras miraba como llovía más allá de mi ventana no podía dejar de pensar en lo que había hecho con mi vida. No habían lágrimas, no valía la pena, quizás esté seca se tanto llorar, quizás no pueda llorar más de lo que ya he llorado y sufrido. Estaré en el fondo? Sólo pueden pasar cosas buenas? No, creo que puedo hundirme más, pero no quiero.

Bebía aunque la leche me quemase la garganta por completo, me daba igual, nada me dolía, me sentía un trozo de roca, incapaz de sentir nada más que pena por mi misma.

Envuelta en mi edredón de plumas elegí soñar.

Desde que me había mudado a aquella casa, mis duchas eran prácticamente interminables, pasaba poco tiempo en casa pero el poco tiempo que estaba allí era para ducharme y dormir, tal y como prometí antes de venir a vivir aquí. Me sentía relajada a pesar que mi estado de ánimo no fuese muy flotante.

Me apetecía arreglarme y vestir de forma formal, quizás era porque todo el mundo me tomase como si fuese una niña pequeña, creí que un aspecto más de mujer me ayudaría a confiar y a imponerme un poco más.

Falda de tubo hasta prácticamente debajo del pecho con chaqueta a juego y una camisa blanca fue la elección, tacones pronunciados marcaban mi paso ahora decidido.

Entré en la oficina y la chica que estaba en la entrada ya me conocía, jamás me había fijado en ella, en realidad no sabía ni como se llamaba pero me daba igual.

- Diana está esperándola, me dijo educadamente y si mal no recuerdo, antes me tuteaba, si que impongo, si.

Asentí con la cabeza y me adentré en la oficina. Llamé a la puerta brevemente y entré sin preguntar.

Me senté en el sofá que había delante de su escritorio mientras ella acababa de hablar por teléfono.

- Hola, que elegante vienes hoy, se dio cuenta.

- Gracias, tú dirás... dije decidida, no iba a permitir que nadie me pisoteara jamás.

- Tienes muchas cosas que explicarme.

- También tienes muchas cosas que explicarme tu a mi, me resistía.

- Veamos, podrías explicarme porque has pedido seguridad la semana pasada? Y porque nos estas con Niall?

- Primero, no estoy con Niall porque lo nuestro se acabó, la seguridad era porque Niall se había vuelto loco y el sitio donde podía quedarme era en casa de Dan, así que pedí la seguridad porque Niall no puede soportar a Dan y tenía miedo que en medio de su enajenación mental se le cruzasen los cables y fuera a por él o a por mi.

- Lo de la seguridad puedo entenderlo, que ha pasado con Niall?

- Se acabó el amor, mentí, no me fío de ella.

- Nicky, de la noche a la mañana no se acaba el amor.

-Está con otra, una Patri no se que, que es modelo y yo no soy segundo plato de nadie, dice diciendo mi verdad a medias.

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