Capitulo 56: Borracheras ocasionales

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-Que es lo que quiere? Preguntó una mujer alta, de cabello moreno, muy bien vestida y además muy elegante.

- Verá, vengo del hospital donde está su hija, yo he cuidado de Vicky hasta su partida y me gustaría hablar con ustedes.

-Yo pago mucho dinero a ese hospital para que se encarguen de mis hijas, no necesito que nadie venga aquí, a decirme nada, se quedó pensativa mirando al suelo pero con la misma expresión seria.

Segundos después retomaba la palabra.

-Que queréis? Más dinero? Si aunque os pague parece que no sois capaces de hacer nada bien.

No podía mantener más mi silencio. Me puse en pie.

Estoy aquí por Vicky y por Elba, porque no vengo en calidad de enfermera ni de nada, si no de persona, Vicky se convirtió en una amiga para mi, he pasado muchas horas a su lado, era como mi hermana pequeña y he sido yo quien le ha sacado todas las sonrisas que tenía, en el fondo la culpa de que Vicky se haya ido es de su familia, de no visitarla, de creer que el dinero lo arreglaría todo, de los que pensaban que un par de regalos por Navidad le alegrarían la vida y lo curarían todo.

La mujer estaba estupefacta mirándome mientras yo hablaba en voz alta, agitando los brazos y sin poder mantener el llanto.

La ha dejado abandonada como a un perrito y ella merecía mucho más que todo eso, os necesitaba a su lado, continué.

-Es usted la que no entiende lo que es ver a alguien como tu propia hija consumida por su enfermedad, cada vez más delgada y frágil, ver como se va sin hacer nada, de que sus tres hermanos la vieran así, lo único que podíamos hacer era intentar conseguir los mejores médicos para que la tratasen.

-Que sepa que Vicky podría estar aquí hoy si vuestra actitud hubiese sido otra… Por no hablar de lo que hicieron para su entierro… eso ya no hay palabras, hay que ser muy de piedra para ser así, yo sólo le digo que o lucha por la gente que quiere o acabará perdiendo todo lo que tiene porque hay cosas que el dinero no puede comprar.

Sinceramente no se como puede dormir por las noches, cuando cada día ve a la hermana gemela de Vicky hacer una vida normal como si nada pasase…

Cogí mi bolso y salí cual torpedo de la gran casa de lujo.

Sentía una presión en el pecho que poco a poco parecía desaparecer, me sentía más liberada.

Miré mi móvil, aún estaba a tiempo de seguir mis planes. No quería acabar mi fin de semana en Oxford, ya había tenido bastante. Me dirigía a una última visita al hospital cuando un mensaje llegó a mi móvil.

Te apetece que nos tomemos una cervezas juntos? xx – Dan

A que venía eso ahora? Accedí de todas formas, tenía que desahogarme con alguien.

Estoy en Oxford cogeré el último tren a Londres, si quieres nos vemos en el bar que hay al lado de tu casa, te aviso cuando llegue – Nicky

En cuestión de poco tiempo había llegado al hospital. La recepcionista parecía seria hoy.

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