MY LITTLE REBEL (Editando)

Capitulo 71 (Parte 2)

Cecilia: ¡Asi no! –me grito desde debajo de la pasarela 

Practicábamos como “caminar como modelos”. Pero esta vez Harry había sido enviado a recoger otras cosas en el auto. El antes de irse me recordó lo que había dicho antes. Que no me acerque a mi madre. No lo haría, Harry siempre querrá lo mejor para mi, debo escucharlo. Tal vez tiene razón, mi madre no cambio tanto. Era la 5ta vez que esta mujer me gritaba que estaba mal. 

Tu: ¡Pero así yo camino! –le grite finalmente

Cecilia: Pues cámbialo. 

Rodee los ojos y me baje de la pasarela 

Cecilia: ¿A dónde vas?! –me grito furiosa

No le respondi y con la cara ya roja de lo enojada que estaba, tome un chocolate caliente y camine enojada hacia las escaleras de emergencias donde podía tomar aire fresco.

Abri la puerta de las escaleras de emergencias y me sente en el filo con los pues al abismo pero mi cuerpo se sostenía de la baranda. Respire hondo y tome un gran sorbo del chocolate caliente para calentar mi cuerpo que temblaba del frio. 

Escuche que alguien entro y luego esta figura se sento a mi lado. 

(ESCUCHA EL RESTO DEL CAPITULO CON ESTA CANCION: http://m.youtube.com/watch?v=PF-_H54mydE )

TM: ¿Estas enojada? –me dijo dulcemente 

Me asuste cuando la vi ahí sentada alado mio. Recordé lo que dijo Harry de no acercarme a ella. pero no podía regresar con el demonio a que me grite mas. 

No respondi. Mi madre suspiro hondo. 

TM: Se lo que sientes. Cuando yo era joven, también me trataron asi cuando recién empece a realizar mi sueño. En la compañía donde yo trabajaba, mi jefe era una bruja conmigo… recuerdo que llore muchas veces gracias a sus gritos interminables de que mis vestidos eran un asco. 

Tampoco respondi. No quería hablar con ella. Peor después de recordar todas esas veces que ella me ignoro a mi. 

TM: creo que tal vez por eso luego yo fui la bruja 

Tu: ¿Tratabas mal a tus modelos? 

No pude evitar decir eso. Quería escuchar de su propia boca que si, que ella antes era una maldita bruja igual que Cecilia. 

TM: ¿A mis modelos? No. 

Sentí un viento helado que venia de la corriente del aire. El clima esta para congelarse. Tome otro sorbo de la taza. 

TM: A mi hija. 

Casi me atoro con el chocolate en la garganta. “A mi hija” esa era yo. ¿Reconoce que me trato mal? 

Tu: ¿A tu hija? Pero, ¿Por qué? 

TM: no lo se. Ella… era… era perfecta. –suspiro intentando no llorar 

¿Llorar? ¿Es posible que ella si me quería? 

TM: yo fui una pésima madre. Nunca la escuche, y jamás pase tiempo con ella. pero… creo que recibí mi merecido 

Tu: ¿Qué ocurrió? 

Quería saber que diría acerca de que yo me escape

TM: sabes, no necesitas mas problemas cariño. Perdón por hablar tanto de mi vida personal… 

Tu: No. Adelante, puedes contarme lo que quieras. 

TM: Es algo duro 

Tu: esta bien. 

TM: huyo de casa. -Suspiro- Pero eso no es lo peor de todo –apreto sus puños 

Tu: Puedes llorar si quieres. –dije suavemente

Mi madre seco sus lagrimas y miro al frente. No quería que yo la vea llorar. Siempre fue así. 

TM: Yo claro que la amaba. Pero… no me di cuenta que no la escuchaba. Cuando llegaba de mis largos viajes de trabajo, iba a su habitación y la veía dormir como un angel. Pero sentía miedo de despertarla. Era como arruinarle el sueño a un ángel. Quería abrazarla, pero… en ese entonces estaba pasando por una etapa dura. Mi esposo le decía que viajaba por el trabajo. Pero ella era una pequeña, no sabia la realidad. Mi esposo me engaño. Y en ese entonces… nos estábamos divorciando. Por eso nunca iba a sus cumpleaños, porque yo no le permitía regresar. Y si iba algunas veces yo tenia el pretexto de “estar de viaje por trabajo” pero en verdad me iba para no verlo. 

Sentí una daga en el corazón. Mi madre también sufría, pero yo estaba tan concentrada en mi dolor que nunca pensé en que ella también lo sentía. ¿Se estaban divorsiando? ¿Cómo en posible que yo nunca me entere? Tan solo estaba tan ocupada pensando en mi. En que nadie me paraba bola que jamás pensé en ellos. 

TM: me siento tan mal por no haberle contado. Pero es que…. Quería que ella me vea fuere. Para que ella también lo sea. Pero fue demasiado dura con mi pequeña. Nunca la escuche, ni la saque. Jamás tuvo tiempo de contarme sus secretos y yo solo fui una… ¡una bruja! Que le decía que consiga amigos, para distraerla y que no llegue a la conclusión de que nos estábamos divorciando. Pero… ¡Ni siquiera sabía que a ella le hacían bullying en la escuela! 

Tu: ¿Y cómo sabe eso ahora? 

Una lagrima se escapo de mis ojos y rodo por mi mejilla. La seque rápidamente antes de que ella lo notara. 

TM: cuando ella se fue me dejo una carta… decía que me odiaba. Eso… me partió el corazón. Llame a la policía de inmediato al principio algo molesta. Estaba con tantas cosas en la cabeza y ella me hacia eso, pensaba. Luego de días de busca sin respuesta me quebré. Me parti en dos, no podía trabajar, ni siquiera pensaba en la furia que le tenia a mi esposo o a su amante. Lei la carta de mi pequeña unas mil veces. Pronunciaba sus palabras “Te odio” en mi mente y no podía ni dormir. me sentia tan egoísta. Ahí fue cuando fui a su habitación y me acosté en su cama. Llore por horas descontroladamente como nunca lo había hecho. Abrace su almohada que aun tenía su olor. 

Sentía como mi corazón se arrugaba con cada palabra. Todo lo que había hecho parecía un error. 

TM: entonces… lo encontré –su voz se desvaneció en el aire

Tu: ¿Qué cosa? 

TM: su… su… Ella se cortaba –se partió en llanto 

Puso sus manos sobre su cara y comenzó a llorar sin control. Escuchaba sus sollozos y mi corazón se arrugaba mas y mas como una fina hoja de papel. Sentí miedo y angustia al mismo tiempo. Encontró mi caja de la tortura. 

TM: Me volví completamente loca. Deje mi trabajo y me pasaba cada hora del dia y noche con la policía. Quería verla, abrazarla y pedirle perdón. Pero… era demasiado tarde. –Respiro hondo- ella ya se había ido para siempre

Tu: ella… Supongo que esta bien ahora. No… no se sienta mal. 

No encontraba las palabras para explicarle que se calmara. Que su hija también tenía la culpa. Pero para ella, yo era una simple chica. 

TM: No debí contarte esto. Yo… lo siento. No debo contarle mis problemas a nadie. Perdona- 

Tu: tranquila. –tome su mano

Ya no sabia que decir. La única manera de terminar con su dolor era decirle la verdad. ¿Pero que pasaría si lo hago? ¿Qué es lo correcto? ¿Qué pasara con Harry?