Capitulo 88:

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Unos días después mi madre llego. Con ayuda de ella y de Valentina (quien parece que ya nos llevamos bien) compre mi vestido del matrimonio. Me costó encontrarlo, pero lo hice. Y con “encontrarlo” me refiero a buscarlo por internet. Ya que no puedo salir de este maldito hospital. Y el día se acercaba, y más nerviosa me sentía. Eran una de esas pequeñas alegrías que llenaban mis días en este hospital. La espera de ser la señora de Styles. 

Harry entro a la habitación cuando yo hablaba con mi madre. Al principio, era algo extraño hablar con ella. Sentía miedo de que ella no quisiera ayudarme ya que para sus ojos, yo no era nadie para ella. Pero fue la mejor persona que pude escoger. Me ayudo todo el tiempo y de alguna manera sentía que enserio me quería. Ella decía que sentía un lazo de amor conmigo porque yo le recordaba a su hija, pero si supiera que yo soy su hija. 

Tu: Hola Harry. –lo abrace del cuello. 

Harry: ¡Que hermosa estas hoy! –me beso los labios 

Unos días atrás, Harry llego con una venda envuelta en la mano. El me dijo que fue porque se levanto en la noche y se golpeo contra el espejo de la habitación. Pero que el espejo no estaba roto ahora porque apenas se cortó y lo vendaron vinieron las enfermeras mientras yo dormía a cambiar el espejo roto por uno nuevo. Hice como si me lo creía pero cuando él no estaba le pregunte a una enfermera cual era la verdadera historia. Ella me conto que en un ataque de histeria el rompió el espejo del baño del piso tres de un puño pero que no sabía la razón de la histeria. Pero yo sabía porque había ido al piso tres. Ahí se encontraba el doctor Lloyd. El doctor de los exámenes de sangre. En pocos minutos al hablar con el doctor Lloyd, me entere de todo. Harry quería donarme su pulmón anónimamente. Me sentí tan rota, casi permito que esto pase. No le dije nada porque evite otro ataque de histeria y no quería verlo llorar y sentirnos tan tristes cerca de nuestro matrimonio. Pero muy dentro, algo me alegro que no fuéramos compatibles. Al menos, el no tendría que sufrir. 

Pero yo no entendía como él podía verse tan feliz ahora. ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo podía llegar a la habitación y sonreírme y decirme lo “hermosa” que estoy? El decía que yo le daba fuerzas, pero en realidad, no entendía de dónde sacaba tanta fuerzas. 

Harry: Te traje unas margaritas. –me dijo sacando unas hermosas flores escondidas detrás de él. 

Tu: Me encantan. –dije oliendo una 

Harry: Lo sé –sonrió 

TM: ¡Hay pero que hermosos! –exclamó parándose del sofá

Harry y yo sonreímos al mismo tiempo y él beso mi frente. 

TM: No me puedo esperar al día de la boda. Verlos juntos y listos para el gran momento me llena de emociones. 

Tu: Yo tampoco puedo esperar. –cerré los ojos acurrucada en su pecho 

Louis: Vas tú –dijo bebiendo nuevamente de su botella de cerveza

Todos estábamos en el living. Así lo llamaba ya que el hospital ahora era como mi casa. “El living” era una pequeña sala de televisión que quedaba fuera de mi cuarto. Donde podían ir los jóvenes enfermos a relajarse un rato con sus amigos y salir del frio cuarto. Digo jóvenes, no porque los viejos no sean permitidos, si no porque tenía una televisión y discos de música juvenil, películas, y se permitía beber algo. Claro, es un hospital, pero en ocasiones como cumpleaños, nos permitían tomar una cerveza cada uno. Pero con mi enfermedad, no podía. Igual disfrutaba ver a los chicos riendo y tomando de sus cervezas, me recordaba a como era antes, me sentía una de ellos, ninguna enfermedad me hacia diferente. 

Esta vez, no era una celebración por cumpleaños, celebrábamos nuestra “despedida de solteros” yo no me sentía muy fuerte y no podía salir del hospital así que las chicas y yo lo hicimos aquí y Harry dijo que quería lo mismo. Sé que lo dijo por no hacerme sentir mal, como que el se iba y yo no podía. Pero mejor para mí, ya que los chicos no podían irse de putas si se quedaban aquí. Decidimos hacer una despedida de solteros juntos, chicos y chicas reunidos tomando cervezas en el “living” extraño pero diferente. Amo lo diferente. Estabamos todos reunidos, incluyendo Louis, quien dejo a Isabela descansar con Miranda (La bebé) y vino un rato. 

Tu: ¿Yo? –dije viendo los dados 

El juego consistía en decir una verdad o hacer un reto. “Verdad o consecuencia”, el juego preferido de Niall. Si tiraba los dados y caía un número par, tocaba decir una verdad, si tocaba impar, me tocaba hacer un reto hecho por la persona del turno anterior, en este caso, Louis. Agarre los dados y toco par. De pura suerte, no quiero ni imaginarme los ridículos retos que tenia Louis preparados para mí. 

Zayn: Pregúntale que cuando fue la última vez que cogió con Harry –riendo 

Valentina: ¡Amor! –le dio un codazo riendo 

Tu: Esta borracho. –puse los ojos en blanco y reí 

Louis: Eso quiero saber. –cruzo los brazos 

Harry me miró y sonrió dulcemente. Él sabía que fue hace mucho, a causa de mi enfermedad yo no podía hacerlo.

Harry: Si hubiéramos jugado este juego después de las 11, hubiera dicho que hoy mismo. 

Todos rieron incluso yo. Supe que lo dijo para quitar el tema y que yo no tenga que confesar que no podíamos. 

Tu: Vamos Liam, tira los dados de una vez por todas. –dije cambiando el tema 

Liam: Está bien. –dijo alzando los brazos como si yo fuera un policía que lo arrestaría.

Harry: Muy bien chicos, ya son las 3 de la mañana… y hoy mismo me caso a las 9. Que extraño suena eso… bueno, -bostezo- es hora de que se marchen. ________ y yo tenemos que dormir. 

Niall: ¿Dormir? ¿O estás desesperado por más acción esta noche?

Todos reimos 

Liam: Es cierto chicos, déjemolos descanzar. 

Tu: Gracias. –dije sonriendo 

Los chicos se fueron levantando uno por uno y botando sus cervezas en una funda enorme que trajo Zayn, ya que no podíamos dejar las botellas aquí tiradas. Todos se despidieron, y Harry y yo nos dirigimos a nuestra habitación nuevamente. 

Tu: Muy bien. –lance mi sueter al sofá al entrar a la habitación- estoy muy cansada, me meteré a la cama de inmediato. 

Harry: Ve. Yo me quedare un rato mas despierto, quiero ver como quedo la decoración de la sala donde nos casaremos. –guiño un ojo 

Tu: Estará bien, confío en mi madre que es diseñadora. 

Harry: De todos modos iré, será el mejor día de mi vida, quiero que todo sea perfecto. 

Sonreí mientras me metía a la camilla. 

Tu: Me dices que tal. –dije subiéndome las sabanas hasta el cuello

Harry: Dulce sueños princesa. descanza, que ya mismo es el gran dia. -mordio sus labios inferiores 

esa oracion me erizo la piel y revolvio mi estomago, no podia esperar.

MY LITTLE REBEL (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora