Capitulo 83:

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NARRA HARRY:

Camine lentamente por los blancos pasillos que me erizaban la piel de lo helado que se sentía este cruel hospital. Mantuve mis manos intentando acoger calor dentro de mis bolsillos delanteros de mi pantalón. Pero mis lágrimas heladas caían de mis ojos cayendo por mis mejillas y haciéndome sentir con el corazón helado y sin esperanzas. Sentía que mis manos temblaban, bueno en realidad todo mi cuerpo lo hacía. La esperanza se escapo de mi desde hace como 4 meses atrás, justo después de cumplirle a __________ uno de sus últimos deseos en la lista, que fue saltar de una cascada. 

Después de ese día de la cascada, todo cambio. Fue más que un cambio. Cuando recién supe sobre la enfermedad que invadía el cuerpo de __________, mi vida cambio. Claro que lo hizo, toda mi mente se enfocaba en sacarle una sonrisa. En hacerla reír, pero no podía evitar dormirme cada noche a su lado viéndola respirar lentamente. Su rostro no mostraba desesperación ni angustia, era como ver a un pequeño ángel dormir, su respiración lenta y su pecho subiendo y bajando mientras su cabello caía sobre sus suaves y quemados hombros. Pero ahora, desde hace 4 meses atrás… esta vez mi vida dio un verdadero giro. Ya ni siquiera se parecía a como era antes. 

Esa noche, fue justo después de apagar la luz. ____________ se sentía débil desde unas semanas atrás, más que antes. El cáncer llego a nuestras vidas hace nueve meses atrás, pero el tiempo se paso tan rápido y se sintieron como tan solo días. Su cabello se cayó completamente, pero aun que siempre usaba pelucas, yo siempre la veía hermosa. No importaba que estilo lleve, o que ropa utilicé, ella siempre tenía ese rostro perfecto y suave, los labios finos y rosados y sus ojos brillantes con una mirada infinita que te hacía pensar que todo iba a estar bien. Su bronceado perfecto se desvaneció, su piel ahora era pálida, y tenía morados como si fueran golpes por su cuerpo, sobre todo en el pecho. Sus labios, estaban rotos y blancos, y sus parpados algo morados como si tuviera ojeras. Ella estaba todo el tiempo acostada en la cama del hospital, tapada con las sabanas finas hasta arriba. Ahora, vivía en el hospital, siempre, en cada minuto. La escuela ya no era ni siquiera un tema de conversación. Yo no tenía tiempo de hacerlo, me pasaba todo el día acompañándola, y de alguna manera intentando darle fuerzas. Me quedaba a su lado todo el día y todas las noches. De vez en cuando, cuando mi madre se volvía insoportable, debía ir a la escuela, pero no se porque lo hacía porque lo único que hacia cuando iba era sentarme junto al puesto de la ventana pensando en historias que contarle a ____________. Ella amaba cuando yo le contaba historias, sonreía y apretaba mi mano. El resto del tiempo que no estaba en la escuela, estaba junto a ____________ y dormía en el sofá del hospital todas las noches. 

Seque mis lágrimas antes de llegar a su habitación. Jamás dejaba que ella me vea llorar. Era símbolo de debilidad y la debilidad era símbolo de derrota. Siempre secaba mis lágrimas antes de entrar y abría la puerta cuando finalmente había podido conseguir una sonrisa. Abrí la puerta y esta chillo contra el suelo al abrirse. __________ abrió los ojos lentamente parpadeando y al verme sonrió y los volvió a cerrar. Estaba acostada sobre su camilla como habitualmente lo hacía, con una bata rosa y esta vez, tenia puesta su peluca de cabello medio largo castaño. 

Tu: ven aquí –dijo con un hilo de voz con dulzura 

Me senté a su lado jalando una silla como siempre lo hacía y tome su mano mientras suspiraba. La sobe varias veces mientras ella apenas tenía fuerzas para apretar la mía. 

Harry: ¿Cómo te sientes?

Ella balbuceó algo pero no alcance a escucharla. 

Harry: ¿Cómo dices cariño? –me acerque más a ella 

Tu: calla y léeme algo. –sonrió 

Sonreí y saque un libro de mi mochila. Esta vez, si había ido a la escuela. 

MY LITTLE REBEL (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora