Capitulo 93:

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Nos quedamos dormidos de esa manera. Yo intentando protegerla con mis brazos y ella dormida sobre mi pecho. Cuando desperté, ella seguía dormida. Me levante con delicadeza para no despertarla y al notar que no lo había hecho, salí de la habitación para ir a comprar algo para desayunar. Era sábado, normalmente los sábados hacíamos una pequeña tradición de “no comer la comida del hospital”. Por las mañanas, yo me levantaba y compraba comida para el resto del día. Y así iba a hacerlo, quería que ella sintiera que nada había cambiado. Al menos, no aún. 

Cuando regrese con las bolsas de la comida ella estaba despierta leyendo mi cuaderno. El tal “diario” como ella lo llamaba. 

Harry: ¿Qué haces? –sonreí sacando la comida de las bolsas metiéndolas a la mini-nevera en la habitación. 

Tu: Me gusta leerlo. –dijo sin sacar la mirada de la lectura

Camine hacia ella y baje el libro de sus manos. 

Tu: Hey. Estaba leyendo eso. –subió el libro nuevamente para continuar leyendo 

Harry: ¿Por qué vas? –dije sentándome en la cama a su lado leyendo rápidamente las palabras del cuaderno. 

Tu: Mi parte favorita. –Cerró el cuaderno- cuando me conociste –mordió sus labios. 

Harry: ¿Esa es tu parte favorita?

Tu: Me gusta la idea de que pensabas que estaba loca pero aun así me seguías. 

Harry: Siempre me gustaron las locas. 

Ella rió y acostó su cabeza en mi hombro. 

Harry: Tengo una idea. –dije mirándola a los ojos y ella se emocionó- nuestra cita de hoy. Será como si recién te conociera. 

Tu: ¿Cómo un juego? 

Harry: Exacto. 

Tu: Me encanta la idea

Sabía que a ella le gustaría. 

Harry: y ya que es una cita toda formal… debes usar un vestido. 

Tu: Y maquillaje, me pondré mi mejor peluca. Ya que saldré con mi Crush. 

Sonreí. Me gustaba verla así de feliz. 

Ese día me fui a mi casa. De vez en cuando iba para saludar a mi madre, (aun que ella si iba a visitar a ___________ a veces). O para agarrar mas ropa y mandar la sucia a lavar, o después de la escuela. Ese día fui, me duche y me rasure la barba que comenzaba a crecer. Me puse un terno y por primera vez, (aparte de mi matrimonio) peine algo mi cabello. Me puse el perfume que ella amaba y la corbata que ella mismo eligió para mí un día que ella buscaba su vestido de novia y encontró esa corbata y la compro. Dice que todo le recordaba a mí. Y a mi todo me recuerda a ella. Una vez que salí de casa, mire mi reloj. Eran las 5:00pm y no tenía que pasar por ____________ hasta las 8. Hacía que tome un taxi y me dirigí a visitar a Jacob. Ya no lo podía visitar con mucha frecuencia. 

NARRAS TÚ: 

Había una enfermera que me caía mejor que todas. Una en especial, Luciana. Tenía el cabello café oscuro y churros en las puntas. Siempre ame su cabello, amaba lo largo que era y que aun que use una coleta, igual le llegaba como hasta debajo de las costillas. Tenía alrededor de los 20 años. Ella era la de los fines de semana, ya que en realidad era solo una pasante que ayudaba a su mamá algunos fines de semana. Siempre venia y los pocos minutos que se quedaba a tomarme la presión y a entregarme las pastillas, ella lograba hacerme sonreír. Siempre venía hablando como un loro a contarme cualquier tipo de historia loca que había escuchado en la semana. Y era tan sonriente y cantaba como loca mientras caminaba por los pasillos con los auriculares puestos a todo volumen. En fin, ese fin de semana ella vino. Eran las 6 de la tarde cuando ella entro a verme y yo estaba en la cama esperando a la enfermera “Maddy” para que me ayude a ducharme. Se acercaban las 8. Pero en vez de Maddy, se presentó Luciana, su hija. 

Luciana: ¡____________! ¿Cómo has estado, linda? ¿Recuerdas a mi vecina Lorenza? Pues no vas a creer lo que paso. –dijo agarrando unas sabanas y metiéndolas en los cajones del armario. 

Tu: Quiero saberlo, enserio. Pero necesito tu ayuda para algo. 

Luciana: Oh dime. –Me miro sonriente- lo que quieras. 

Tu: Pues esta noche tengo una “cita” –hice comillas imaginarias con los dedos- con Harry. necesito que me ayudes a arreglarme. ¿Lo harías? 

Luciana: ¡Oh por Dios, claro que sí! ¿Te he dicho que amo su relación como pareja? 

Como un millón de veces. Pero solo reí y no conteste. 

Luciana me ayudo a ducharme y arreglarme para la cita. Buscamos entre todo mi armario por como dos horas sin encontrar “el vestido perfecto” es que yo quería el vestido perfecto. Tal vez hoy, sería la última cita de mi vida con Harry. Ella me maquillo con tonos suaves y tapo mis morados en el pecho y coloco un labial que hiciera que mis labios no se vieran tan rotos y destrozados como estaban en realidad. Al final, por fin encontramos el vestido perfecto y me lo puse con mis converse negros. Me puse una peluca rubia oscura e hice una rosca con ella. 

(___________ ESTABA COMO LA CHICA EN EL SIGUIENTE CAPITULO)

Luciana se fue como a las 7:56. Justo a tiempo. Espere sentada en la camilla por un momento hasta que fue exactamente las 8:02 y Harry tocó la puerta. Me pare y le abrí sonriente. Estaba tan emocionada. 

Harry: Perdón por llegar tarde. 

Tu: Son las 8 y dos… -señale el reloj 

Harry: Hey, cuando es la mejor cita de tu vida tienes que llegar puntual. 

Sonreí y lo bese dulcemente. 

Harry: Me besas en la primera cita. Bien. –dijo como anotándolo en su cabeza

Tu: ¡Lo olvide! –reí- ¿Es nuestra primera cita, cierto?

Harry: Soy Harry. –dijo sonriendo como “empezando todo otra vez”

Tu: Soy ____________... Y debo decirte que me encanta tu corbata. 

Era la corbata que yo le había comprado. Era tan lindo que se hubiera arreglado por mí.

Harry: Tu estas… más que hermosa. Debo decirte que ese vestido me está matando. –mordió sus labios y rodeo con un brazo mi cintura pegándome hacia él.

Tu: Ah-ah. –Dije sacando su brazo de mi cintura- primera cita, primera base. 

Harry: Las desventajas de la primera cita… 

Harry: oh, y los converse. Amo que los estés usando, sobre todo cuando los usaste el dia de nuestro matrimonio -comenzó a reír 

Tu: así soy yo -me encogí de hombros 

Harry: a mí me gustas -se encongío de hombros 

Sonreí

Tu: ¿Y a donde me llevarás? No puedo salir de aquí… supongo que iremos como dos locos vestidos así a la cafetería. 

Harry: ¿Lo estas olvidando? Hoy es sábado. No comemos comida del hospital los sábados. –Recordó el juego de que “recién nos conocíamos”- ___________... si es que así te llamas. 

Los dos reímos. 

Tu: ¿Y entonces? –alce las cejas 

Harry: Ya que no me conoces te lo diré. Me encantan las sorpresas. 

Tu: No sé por qué, siento que ya lo sabía. –camine fuera del cuarto. 

Bajamos por el elevador y al salir, fuimos hacia el patio. 

Tu: ¿Comeremos en el patio? 

Harry: No exactamente. –tomo mi mano y paró mi caminada. 

Nos volteamos y vi la pérgola del hospital que estaba en el patio. Pero no la misma de siempre. Esta vez, Harry había mandado a arreglarla con luces que la iluminaban. Era demasiado hermoso. Había música lenta sonando “Angel de Jack Johnson” y amaba esa canción. 

Tu: Te besaría si no fuera porque recién te conozco. 

Harry: Te besare de todas formas. –me beso 

Tu: Atrevido en la primera cita –reí- Y, ¿Te digo algo? Extraño a mi novio. –le di un suave codazo 

Harry: Yo a mi princesa. –enrollo su brazo en mi cintura.

MY LITTLE REBEL (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora