Capitulo 75:

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Cerré la puerta detrás de mí sin hacer ruido. Deje las llaves sobre la mesita y vi que Harry seguía dormido, aun que ya eran las 11 de la mañana. Mordí mis labios inferiores y lo vi por unos segundos. ¿Qué debía hacer? ¿Debería contarle? Camine lentamente hacia él y me senté a su lado en el sofá. Acaricie sus churros lentamente y el abrió un ojo mientras sonreía.

Harry: ¿___________? –Dijo con una voz de dormido

Tu: hola Harry. 

Harry se sentó en el sofá y restregó sus ojos

Harry: ¿Qué haces vestida tan temprano?

Tu: Son las 11 –lance una pequeña carcajada- además que acabo de volver del medico 

Harry: ¿Qué te dijo? –abrió sus ojos verdes

No supe que decir. Me quede fría y arrugue el papel de las respuestas del examen de sangre en mi mano, pero escondiéndolo detrás de mi espalda. 

Tu: Que… no es nada grave –mentí- es que tengo una pequeña infección, pero todo está bien. –fingí sonreír 

Harry sonrió aliviado

Harry: ¿Te recetó algo? –dijo intentando mirar detrás de mi espalda el papel que yo escondía 

Tu: unas pastillas –me levante del sofá- nada importante. Ya las compre así que… no necesitaremos esto –bote el papel de los exámenes a la basura

Harry: Creo que ya nos pasamos la hora de la escuela –bostezando 

Tu: si… ¿Qué tal si salimos? 

Cuando venía del taxi al departamento después del hospital solo pensaba en Harry. Lo imaginaba sufriendo por mí. No quiero eso. Miraba por la ventana desesperada intentando calmarme mientras mordía mis uñas de los nervios. Pensé que tal vez ahora todo cambiaria. Obviamente lo haría, tal vez empezare a llegar más tarde a la escuela o incluso tendré que dejarla. Cuando el doctor me explico mi enfermedad dejo bien claro que debo descansar. Y debo ir sin falta a todas sus consultas. Pero no tenía tiempo para descansar. No si quiero llevar esta mentira. Decidí hacer feliz a Harry. Al menos mientras yo me encuentre a su lado. Mientras yo pueda agarrar su mano y hacerlo reír. Si voy a morir, no quiero pasar mis últimos meses de vida caminando por el hospital y sintiéndome miserable. Quiero vivir lo que más pueda. Por eso, me prometí a mi misma no decirle nada a Harry y hacerlo tener los mejores días de su vida antes de que nos caiga la noticia de que me iré. Tengo que hacerlo pasar los mejores días de su vida. 

Harry: ¿Y a donde vamos? –dijo al salir del baño ya listo para salir 

Tu: Sabes, hay un lugar que siempre he querido ir. 

Harry: A donde quieras. 

Tu: Bueno… ¿Qué tal si vamos a el parque de diversiones? –alegre- se que queda como a 40 minutos de aquí pero-

Harry: ¡claro que si! Amo ese parque, fui unas mil veces cuando era niño

Tu: yo nunca he ido. ¿Quisieras llevarme? 

Sabía que Harry amaba ese parque. Por eso lo escogí. 

Harry: Me encantaría –dio un suave pero cálido beso en mis labios 

Me puse esta ropa:

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Y en segundos ya estábamos en el auto dirigiéndonos hacia el parque. El camino fue rápido para mí, pusimos música en alto volumen y mantuve la mano de Harry apretada todo el tiempo. Como si sintiera miedo de que algo nos pudiera separar. No hubo tráfico, por lo que llegamos al parque de diversiones en unos 25 minutos. 

Harry: ¿A cuál te quieres subir primero? –dijo después de comprar los boletos para el parque

Tu: No lo sé. No conozco este parque, guíame tú. 

Harry: comenzaremos con… 

En ese momento sentí un dolor de piernas que me mataba. Como si temblaran y no podía soportar mi propio peso.

Tu: ¿Qué tal si comenzamos con algo suave? –dije al sentir mas dolor 

Harry: ¿Quieres ir a la casa embrujada? 

Tu: ¡claro! –dije jalándolo del brazo 

Durante todo el juego sentí que mis piernas me ardían y mis órganos interiores se comprimían. Pero no dije nada e intentaba sonreír disimulando el dolor. Cuando salimos de la casa embrujada, Harry dijo que quería subirse a una montaña rusa. Yo acepte, claro, por eso habíamos venido. Pero en realidad, sentía que vomitaría si me subía a ese juego. De todos modos, acepte y nos dirigimos hacia la fila, que fue corta ya que no era temporada de vacaciones y no había mucha gente en el parque. Ya sentados en el carrito y el juego yendo a toda velocidad escuche a Harry reír con el juego. Por unos minutos me olvide de mi dolor y solo vi a Harry, apreté su mano y sentí como si mi corazón se desvanecía. No podía decirle lo que en verdad me ocurría. ¿Cómo podría borrar esa sonrisa de su cara? No puedo. El juego fue rápido gracias a la velocidad con que íbamos, pero al salir, fuimos rápidamente al siguiente. 

En muchas ocasiones sentí que mis órganos se comprimían haciéndome sentir un inmenso dolor pero nunca me queje. Fui de la mano de Harry haciéndolo reír y gritando junto a él en las montañas rusas fingiendo que todo era perfectamente perfecto. Cuando ya se hacía tarde, y solo nos faltaba recorrer unos pocos juegos le pedí a Harry si podíamos regresar a casa. Puse la excusa de que ya estaba cansada de tantos juegos, pero en realidad era porque ya no soportaba el dolor. Harry acepto y nos subimos al auto ya cansados, pero claro, por razones diferentes. El camino fue silencioso. Quería gritar que me dolía todo el cuerpo y que sentía que se me agotaba el aire, pero no podía hacerlo por lo que prefería callar. Mantuve mis manos sobre mi estomago tratando de disimular pero apretaba los ojos intentando olvidar el dolor. 

Harry: ¿Ocurre algo? –dijo casi llegando a mi departamento 

Negué con la cabeza 

Harry: ¿Te sientes mal, ___________? Noto que tienes dolor. 

Tu: Estoy bien Harry –dije con un suspiro 

Estacionamos debajo de mi edificio. Y Harry me miro. Tuve que hacer un enorme esfuerzo por sonreír escondiendo mi dolor. 

Harry: ¿Quieres que te acompañe o-

Tu: si. –dije de inmediato- 

De alguna manera que Harry este a mi lado hacia parecer que no existía ninguna enfermedad en mi. 

Nos bajamos del auto y entramos al edifico. Harry aplasto el botón llamando al ascensor cuando sentí que dentro de mi bolsillo no había nada. Mierda, ahí había colocado las pastillas para calmar el dolor. De seguro se me cayeron en el auto. 

Tu: Dame las llaves del auto, amor. Se me quedo mi teléfono. –mentí 

Harry: Yo voy a verlo. 

Tu: No, está bien, tu anda subiendo –le entregue las llaves del departamento

Harry me entrego las llaves del auto y salí en busca de mis pastillas. 

NARRA HARRY: 

Subía solo por el ascensor con una gran pregunta plantada en mi mente. ¿Qué le ocurre a __________? Me sentía preocupado por dentro pero el doctor ya había dicho que era una simple infección que se cura con pastillas. Pero aun así, algo dentro mío sentía que era una mentira. Yo podía notar como ella escondía dolor pero fingía sonreír. ¿Pero por qué lo hacía? Por qué no simplemente me lo decía y regresábamos al departamento. El ascensor paro en su piso y abri el departamento con la llave que ella me dio. Cuando entre vi todo desordenado. Ropa tirada por todas partes, comida sobre la mesa… Agarre unas fundas de comida y unas botellas de coca-cola que estaban sobre la mesa y camine hacia el basurero. Pero estaba demasiado lleno como para tirar más cosas. Entonces, agarre la funda del basurero para sacar la basura del departamento cuando me tropecé con algo y caí al suelo con toda la basura cayéndose a mi lado. Había causado más desorden. Empecé a recoger la basura rápidamente cuando encontré unos papeles arrugados azules. Eran los papeles del doctor. Mire a los lados y vi que ___________ no estaba presente. Entonces, abrí los papeles para finalmente ver, que era lo que estaba ocurriendo.

MY LITTLE REBEL (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora