En el coma

10.

Odiaba que se pelearan en mi habitación.

Mi hermana se negaba a desconectarme, ella decía que podía despertar, que aún había esperanza.

Pero mi madre no quería verme sufrir, ella solo quería verme descansar en paz.

Estaba sentada en una esquina, como siempre, sola e invisible a la vista de los demás.

Pero me sorprendí mucho, al ver a papá entrar por la puerta.

Estaba hecho un asco, su cabello estaba más largo de lo habitual, ahora estaba más flaco, y sabía que no era debido a una dieta, su ropa estaba rota, y su mirada perdida.

Se centró en mirarme con cuidado, no me había visto desde lo ocurrido.

Apretó los dientes y en silencio lloró dejándose caer al sofá que había.

Fue doloroso ver a mis padres y hermana llorar. Era la primera vez que todos juntos estaban conmigo después de lo que me sucedió.

Los sollozos se hicieron cada vez más fuertes, no podían controlar su llanto ni su tristeza.

Sabía que lloraban por mi.

Ya no podían aguantar más.