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La gente te juzga por lo que creen de ti sin saber realmente toda tu historia completa, te apuntan y señalan todo el tiempo como si ellos no tuvieron defectos o no cometieran errores.

Por ejemplo a mí. Había varias personas que me defendían, como mi familia y mis amigos, incluso en los noticieros. El caso de mi hermana y mío fue expuesto por papá en la televisión, pero eso llevo a que la gente que no entendía nada empezara a hablar.

"Ella quería".

"¿Secuestro? ¿Cómo no le pasaría nada si salió de su casa sola de noche?"

"Su hermana consumía drogas".

"Una familia de mierda en mi opinión".

"Sus papás ni siquiera están juntos".

La gente hablaba y hablaba. Buenos y malos comentarios. ¿Por qué no querían ver qué hay gente que hace un gran daño intenso de una manera así? Él me violó, abusó de mi estando enojado y dolía aún más.

¿Es que acaso la gente estaba ciega?

Mi mundo se desmoronó en un instante, porque claro, para muchos es fácil señalar. Soy a quien señalan todo el tiempo, y detrás de sus falsas palabras realmente solo hay llanto y dolor dentro de mi.

Porque ellos no sufrieron el maltrato físico y mental que aquel sujeto me ocasionó. Porque ellos no estuvieron rogando para que parara.

No estuvieron en mi lugar, y es muy fácil señalar cuando no lo están.

Porque se sienten seguros haciéndolo.

Nathan se situó a un lado de mí para ver la tele que estaba colgada frente a mi camilla para ver el noticiero.

—... Hoy puedes ser tú, mañana tu hermana o tu amiga.

Era cierto lo de aquella mujer en la televisión, un protestante en contra del secuestro y violación.

Gritaban que hubiese justicia para mi hermana y para mí. Pedían a las autoridades acelerar el proceso y encontrar al responsable.

Vi a Nathan sonreír como si fuese un niño viendo caricaturas. Estaba contento de que la televisión se empezara a escuchar mi historia, no para sentir lástima, sino para que viesen que pese a todo seguía aún aquí luchando por vivir.

A lo largo del año el índice de chicas violadas ha aumentado de un 2.4% a un 5% en el estado. Recientemente está el caso de Sonya Campsey, quien fue violada y seguido, después de un cruel y violento asesinato la lanzaron al río.

Ella, sin embargo, no había corrido con algo de suerte como yo. Aún así, cuando despierte todo será diferente, porque todo cambia desde que sabes que todos te verán como una chica fácil y que ya está usada.

Papá y Dann (el detective) entraron a la habitación discutiendo, provocando que Nathan girara hacia ellos confundido.

—¡Pues no, estuvo mal! —gritó el detective—. Entiendo que ame a sus hijas a tal grado pero solo hará que el secuestrador se esconda por el escándalo que provocó.

—La gente necesitaba reconocer la historia. Necesitan saber qué hay un loco suelto que le hizo esto a mi hija. Otros padres decidieron callar y no hacer nada, pero yo no.

—¿Qué acaso quiere crear un escándalo?

—Quiero que los padres protejan a sus hijas, y se den cuenta que pueden perderlas en cuestión de minutos. Usted lo entiende, tiene una hija a la cual proteger.

Dann suspiró y miró mi cuerpo inmóvil.

—Debe ser difícil —murmuró y después fijó su vista en Nathan—. Necesitamos que despierte y haga una descripción de aquel sujeto.

La máquina que me mantenía con vida hizo un sonido extraño, en breve entro una enfermera a acomodar algo. Si, no era muy experta en esto de la medicina.

—Nada grave —dijo al ver la cara de preocupación de Nathan y mi padre—. El equipo no se usaba desde hace tiempo tanto tiempo... ella es la única persona en coma que hemos tenido en años.

Nathan agarró el control de la televisión y la silenció para después girar a ver a mi papá angustiado.

—¿Ha venido familia de Alissa, señor?

Papá frunció el ceño y negó con la cabeza.

—No hijo, nadie, solo han dicho que pronto la visitarán pero nunca aparecen.

—Y-Yo una vez quise entrar a ver a Alissa y no me dejaron y-y me iba a ir y me topé con alguien que decía visitar a alguien en coma y... no ha habido nadie más que ella.

El detective lo miró seriamente.

—Era su violador, tiene que ser él. Igual que los que asesinan regresan al lugar del crimen, él tampoco pudo resistirse de ver a la señorita Alissa en aquellas condiciones. La pregunta aquí es, ¿recuerdas su rostro?

Nathan lo pensó mucho y finalmente asintió con la cabeza.

Papá y el detective sonrieron.

—Te tengo maldito —murmuró Dann.

En el comaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora