Capítulo 7

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Hoy es viernes, son las seis de la mañana y ya estoy lista, quiero salir corriendo y la casa de los Allen.

-¿que es lo que ha hecho esa familia con mi amiga?- Ariel está recargada en el marco de la puerta -mejor dicho ¿que fue lo que te hizo el padre?-

-si te lo digo me lo vas a quitar- reímos.

-esta bueno, pero no es mi tipo- sonrie -¿este es tu fin de semana libre o es el otro?-

-no lo se ¿por?-

-si te cuerdas de Micaela- asiento -hoy es su cumpleaños, y nos invitó-

-déjame preguntar y al rato te aviso- asiente -te veo más tarde-

-no se te olvide mandarme un mensaje-

-lo haré-

***

Para mi sorpresa, Merlina no está en la casa de su papá, según tengo entendido que su mamá la traería a las 9:00 A.M. pero el pequeño detalle es que es 1:00 P.M. y ni sus luces. Christopher no fue a trabajar ya que es el quien debe recibir a su hija.
Pero la señora no contesta las llamadas. El papá camina de una lado al otro preocupado, y como yo no se que hacer, estoy setanda en el sillón en espera.

Me llegó una notificación que decía que no tendría clases, así que que me quedo a esperar la llegada de Mery. Miro el reloj por quinceva vez, son las cuatro de la tarde.

-perdona por hacerte venir- dice apenado.

-¿este es el fin de semana de visita?-

-no- sonrie débil -aquí tienes la paga de esta semana- me tiende un sobre amarillo.

-gracias- lo tomo - nos vemos el lunes señor Allen-

-hasta el lunes señorita Colleman- resoplo.

***

Después de esa mañana de trabajo sin trabajo, ahora estoy bebiendo y bailando, divirtiendome.
Ya estoy demaciado alcoholizada, y el grupo de amigos igual.
Mi teléfono suena, intento contestar la llamada.

-¡esta al revés babosa!- Ariel se ríe de mi.

-¿con quien tengo el gusto?- intento sonar lo más sobria posible.

-¡que chistoso hablas Margoth!-

-¡¿Merlina?!-

-si, mi papi me prestó su teléfono para hablarte- rie -sólo quiero decirte buenas noches-

-buenas noches cariño. ¿Me podrías pasar a tu papá?- siento que la lengua se me enrreda.

-Margoth ¿donde estas?-

-por ahí- río -¿como esta Mery?-

-perfecta, ¿cuánto has bebido?-

-lo suficiente como para tener sexo con el desconocido que me está haciendo ojitos- me río de mi propia estupidez.

-¡Margoth!- gruñe -¡iré por ti en este instante!-

-¡ja! ¡¿como si pudieras!- Me burlo.

-Margoth...-

-buenas noches señor Allen- cuelgo la llamada.

-¡RONDA DE CHUPITOS!- grita Ariel.

-¡HASTA EL FONDO!- grito.

De un jalón nos bebemos tres chupitos, nos reímos de cualquier babosada que decimos, incluso cuando el silencio esta presente estallamos a carcajadas.

Sólo por ella...y por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora