No se que pasa por la mente de Christopher, simplemente no entiendo ¿porque no exige la custudia total de Mery? El puede valerse de muchos argumentos para quedarse con la Guardia de su hija.
Y mi pregunta del millón es: ¿que es lo que pretende Morgana? No es que sea la madre más amorosa, pero ¿porque no cederle la custodia a su papá? Mery ha estado muy bien con nosotros, y la verdad amo que sea feliz, me encanta la idea de tenerla en mi vida... de tenerlos en mi vida.-¿puedo ayudarla en algo?- la blanca y castaña mujer de ojos marrón me observa con desdén del escritorio de Lucy.
-si, tengo una cita con el señor Allen- respondo observandola.
¿porque Christopher no me había mencionado que Lucy ya no trabajaba para él? En fi, ya no importa. Sólo espero que el haberme quedado a platicar con Jazmín en recepción no me cause problemas con mi amado jefe.
-¿usted es...?- me mira de pies a cabeza.
-soy la lice...- pensaba decirle que soy la nueva licenciada, pero creo que me divertiré un poco con ella -soy la prostituta que contrató para satisfacerlo y complacer todas sus fantasías sexuales- lamo mis labios y la mujer me mira con asco.
-no creo que el señor haya pedido sus servicios- dice molesta.
-pues lo hizo- sonrio -y sugiero que le digas que estoy aquí, muero por unos azotes-
Se levanta dudosa de su lugar y va a la puerta. No puedo evitar sonreir, tengo que tapar mi boca para ahogar las carcajadas que se avecinan. Ella entra y después de un momento la puerta es abierta con bruzquedad, Christopher asoma la cabeza, esta rojo de cólera, pero al encontrarme sus facciones se suavizan y sonríe negando.
-buenos dias señor Allen- sonrio con picardía -estoy aquí para todo lo que necesite- me acerco a él -espero que- tomo su corbata y halo a mi -tenga el tiempo suficiente y un escritorio comodo- acerco mis labio a los suyos pero no los toco.
-señorita- se aclara la garganta -no estoy disponible por las próxima tres horas, cero llamadas, cero visitas, cero interrupciones ¿entendido?- le da las órdenes a la mujer sin dejar de verme.
-si señor- responde ella saliendo de su oficina.
Literal, Christopher me arrastra al interior de su oficina, en cuanto cierra la puerta soy estrellada bruscamente contra ella, sus labios de inmediato se van a mi cuello.
-detente- intento separarlo pero esta demaciado concentrado en mi cuello -Christopher-
-¿que no se supone que vienes a complacerme?- muerde mi cuello.
-eso sólo era para descolocar a tu secretaria- digo riendo.
-pues la idea de que estas aquí para todo lo que necesite me agrada- muede mi cuello -y nunca he utilizado el escritorio, así que no se si sea cómodo, pero podemos probarlo ahora- muerde el lóbulo de mi oreja.
-¡Christopher!- chillo por las deliciosas sensaciones que me provoca.
Con desesperación desabotona mi saco y mi camisa, los resbala por mis hombros para mostrarle mi sostén de seda beige.
Logró separar su cuerpo del mío, lo empujó hasta llegar a la silla frente su escritorio, escanea cada parte a mi cuerpo, pero se queda justo en su lugar. Tomó el cierre de mi falda y lo bajo con lentitud, el acerca sus manos a la tela para "ayudarme" a bajarla. Deja sus mano en mis caderas trazando círculos con los pulgares. Tira de mi para sentarme en su regazo, acomodo mis rodillas a cada lado de su cadera. Permitiendome sentir la dureza de su miembro, desabotono su camisa, cuando termino de hacerlo paso mis manos por su pecho y abdomen, dejándome apreciar la dureza de su cuerpo trabajado.
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Sólo por ella...y por ti.
ChickLitEl pensamiento humano es lo mas banal, frágil y volátil. Nunca pensamos las consecuencias de nuestros actos, y cuando nos damos cuentas de nuestros errores, es muy difícil de solucionarlo. pero a veces esos "errores" son lo mejor que te puede pasar...