Capítulo 42 (5/5)

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Pensaba que íbamos a pasar una noche de sexo duro hasta el amanecer  ¡ERROR! justo cuando Christopher estaba por entrar, tocaron la puerta con violencia, era Mery quien habia tenido una pesadilla. Yo me fui al armario por una de sus camisas mientras él se fue al baño hasta que se le pasó la erección, y con ayuda de un regaderazo. Y después de todo eso Mery pidió dormir con nosotros.

Despertar no fue difícil, levantarme lo es, tengo a Mery totalmente encima de mi, y Christopher tiene sus piernas enroscadas con las mías, su cabeza en mi cuello y nos rodea a ambas con su brazo.

Intento moverme pero es inútil, miro el reloj y aún faltan 20 minutos para que suene, con cuidado quito el brazo de Christopher y dejo a Mery en la cama, se remueve un poco pero sigue dormida.
Me voy al baño, me aseo al terminar, me enredo en la toalla, Christopher entra, quien me atrae a el y sus labios atacan mi cuello. Mery toca la puerta del baño.

-creo hoy no- suelto el aire. También deja escapar el aire frustrado.

No entiendo como es que se nos hizo tarde, andamos a las carreras para dejar a Mery en el colegio y para después nosotros irnos a trabajar.

***

Creo que ambos tuvimos el mismo pensamiento: Sexo sobre el escritorio.
¡ERROR! en cuanto salimos del elevador Sandra lo abordó con una lista inmesa de trabajo, no nos quedó más remedio que despedirnos y cada quien a lo suyo.

Reviso una par de contratos hasta que encuentro uno de una compra-venta en el centro de la ciudad ¿para que quiere Christopher un terreno en el centro de la ciudad? ¿hay terrenos en el centro de la ciudad? Hasta donde se no cabe ni un casa de campaña en el centro.
Con el papel en la mano salgo hacia la oficina de mi esposo. Sandra al verme a sonroja y baja la vista ¡pero si sólo le he jugado un par de bromas! Además no vamos a hacer lo que ella tiene en mente, aunque le tengo unas ganas a mi esposo.

-¿esta?- asiente sonriendo.

La puesta es abierta por Christopher al verme sonrie y me hace un seña para que entre, en cuanto paso el humbral me apriciona contra la puerta, sus persuasivos labios se van a mi cuello.

-Christopher- intento apartarlo. Sus manos buscan con desesperacion el cierre de mi falda.

Me encamina hasta el sillón, me recuesta y se echa sobre mi, busca los botones de mi camisa mientras muerde mi cuello. La desesperación es evidente y también tengo ganas de estar con él pero ahora necesito que me explique algo.

-dame un minuto- pido

-¿un minuto para que?- intenta besar mis labios pero interpongo el papel entre nosotros.

-es el contrato de una compra de un terreno en el centro- explico.

-yo no voy a comprar nada- toma el papel.

-está hecho con el valor de 12,000,000-

-¿quien lo hizo?- frunce el ceño.

-no lo se, pero sólo falta tu firma- cada vez que lee frunce más el ceño.

-¿sabes lo que significa?- gruñe.

-un desfalco por 12,000,000- respondo seria. Evidentemente está molesto, va hacia el teléfono y marca a quien sabe quien.

-¡te quiero en mi oficina ahora!- vuelta -ordenarte la ropa cariño- me habla con dulzura.

¿como es que en un segundo esta enojado y al otro puede ser tan... tierno?

Acomodo mi ropa justo cuando termino tocan la puerta, me siento en el sofá, Christopher se encamina a abrir, lo hace con mucha brusquedad, esta en un posición amenazante. Se hace un lado. Bess entra con la cara asustada.

Sólo por ella...y por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora