Capítulo 11 (2/3)

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La luz que entra por la ventana es la causante de mi despertar, abro lentamente los ojos, me encuento una una maraña de cabello café sobre mi pecho, sonrio al ver que Merlina esta totalmente sobre mi, pero no sólo es eso, si no que Christopher tiene enredada una de sus piernas con las mias, esta de lado, con su cabeza hundida en mi cuello y su brazo me rodea junto con Merlina.
Ninguno parece dar señales de querer despertarse, y ha decir verdad tampoco me siento incómoda, así que cierro los ojos con la esperanza de volver a dormirme.

***

Siento unas cosquillas en mi nariz, abro de nuevo los los ojos, Mery está intentando despertarse con mucha dificultad, bosteza un par de veces, y restriega sus ojitos, pero vuelve a acomodarse en mi pecho. Acomoda su cabeza viendo a su papá, lleva su mamita hacia su cabello. Christopher da señales de vida, se remueve un poco.

-papi- susurra la niña -papi tengo hambre-

-mmm- gruñe en respuesta.

-papi- alza un poco más la voz -papi-

Christopher se remueve, intentando despertarse, a levanta de golpe al ver la posición en la que estamos. Cierro los ojos para que crea aún estoy dormida. Siento como se levanta con cuidado, rodea la cama y me quita a Mery.

Con su partida siento algo de frío, me remuevo un poco para que crean que me estoy despertando.

-buenos dias- susurro.

-buenos dias- dicen ambos mientras me siento en la cama.

-no vuelvo a dormir con ustedes- me quejo -habiendo tanto espacio en la cama y dormimos pegados como sardinas enlatadas- Christopher palidece.

-perdón- susurra.

-si preparas esos deliciosos hotcakes como los que hiciste la otra vez te perdono junto con la paga de esta semana- digo sonriendo.

-seguro- sonrie -sólo si tu haces la malteada-

-me parece perfecto- me bajo de la cama.

Los tres nos encaminamos hacia la cocina en nuestras fachas, el prepara los hotcakes mientras alisto todo para las malteadas.

-¿podemos ver una película de Barbie?- pregunta Mery una vez que hemos terminado de desayunar.

-si amor, ve y escogela-

Ambos limpiamos la cosina en silencio, yo lavo y enjuago mientras el seca y guarda.

-¿no queda más que lavar?- niega.

-perdón por lo de esta mañana- parece apenado.

-no hay problema- digo pasando el trapo por el Mesón.

-¡deja de hacer eso!- volteo a verlo con el ceño fruncido.

Me doy cuenta de lo que habla, la camisa se me ha subido demás, mostrando mi patético y desabrido culo.

-yo..ha...uhm...- y el perro me comió la lengua ¿o el ratón? ¡el gato! -lo siento-

-Siéntete agradecida que Merlina este en la casa- dice molesto.

Se retira dejándome avergonzada y sintiéndome como una ofrecida a la que han rechazado. Pero juro por el peluche de Bob esponja de Ariel que esa nunca fue mi intención. Dejo todo y en silencio subo a su habitación como niña castigada, me voy directo a su closet y me pongo la ropa que había dejado ahí.
Aún sigue un poco húmeda pero es mejor que nada, o a lo que traia puesto. Doblo su camisa con cuidado y la dejo en la cama.

El ruido de mis tenis al bajar las escaleras lo hace despegar la vista del televisor, frunce el ceño al verme vestida con lo que traía la noche anterior.

Sólo por ella...y por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora