Sólo por ella...y por ti.

Capítulo 48

-¡Eres una exagerada!- rie Ariel.

-¡es que no entiendo!- digo exasperada -¿por que sigue conmigo cuando puede tener a cualquier mujer?-

-tu lo has dicho-

-¿que?-

-puede tener a cualquier mujer- se encoge de hombros -hablemos claro, Christopher Allen, en un hombre atractivo, muy atractivo, tiene mucho dinero, es dueño de un gran empresa, cualquier mujer caería a sus pies con sólo tronar su dedos-

-¿que quieres decir?-

-¿tu sabías quien era esa noche en el bar?-

-no-

-¿sabías exactamente lo que peseia?-

-no-

-si no mal recuerdo ¿fue el quien te dijo exactamente lo ganaba al dia?-

-si-

-¡ahí esta!-

-sigo sin entender-

-esta contigo por que no eres la típica zorra que está con él por su dinero, tu no sabías nada de él hasta que el mismo Christopher te lo contó- dice como si fuera lo obvio-

-y ahora me convertiré en una pelota-

-pero serás su pelota- me abraza -deja de pensar tonterías, Christopher te quiere, de no ser así, no te hubiera pedido que dejaras de cuidarte-

-a lo mejor me lo pidió por que sabe que si nos separamos, jamás aceptaría ni un centavo suyo partido por la mitad- siento ganas de llorar.

-¿que?- ríe -y ahí vas con tus conclusiones tan absurdas- se separa y hace que me siente en el sillón individual -tu sola te estas creando situaciones que nadie más ha imaginado. Creo que has tenido mucho tiempo libre para crear novelas mentales-

-¿novelas mentales?- río.

-es cuando tienes mucho tiempo de occio y te pones a crear situaciónes imaginarias-

-no he hecho tal cosa- me defiendo.

-¿entonces como es que llegas a esa conclusiones tan rápido?- alza ambas cejas.

-mejor cambiemos de tema- resoplo.

-como quieras- sonrie -¿ya supiste lo que trama tu sacrosanta madre?-

-no- siento que mi teléfono vibra en el bolsillo tracero de mi pantalon -y espero que no sea ella-

-iré a la cocina por algo de tomar- se levanta y se va.

-hola- contesto la llamada.

-hola- es Marintia -¿podemos vernos en 15 minutos en la pastelería que nos vimos la última vez?-

-¿por que? ¿sucede algo?- pregunto extrañada.

-¿necesito verte?-

-¿estas todo bien?-

-por favor ven- cuelga sin más.

-¡me tengo que ir!- digo llendo a la puerta.

-¡¿que sucede?!- Ariel me mira preocupada.

-no lo se, Marintia, la note...rara-

-¿quieres que te acompañe?-

-no, tienes que descansar. Ademá, Maciel no tarda en llegar. Nos vemos mañana-

Me voy al punto de encuentro con mi hermana, siento que algo grave esta por decirme, espero que mamá no tenga nada que ver, por que si es asi, tendremos serios problemas ella y yo.