Sólo por ella...y por ti.

Capítulo 25

La noche anterior ha sido una de las más intensas de mi vida, a penas si dormí, y cuado estaba por quedarme drmida nuevamente lo tenía entre mi piernas. Creo que oficialmente nos sepamos como a las 8:45 de la mañana, un poco cansada y adolorida, pero satisfecha. Ni siquera desayunamos, fuimos directamente las casa de sus padres, por Mery para desayunar los tres.
Después de ese me cubrió los ojos ya que nos tiene una sorpresa.

El auto se detiene, después de unos segundos abre mi puerta y y me ayuda a bajar, después escucho como baja a Mery.

-lista- dice muy serca de mi oído.

-si-

Quita mi antifaz, la luz me obliga a cerrar los ojos, los restriego un poco para adaptarme. Delante de mi está una enorme mansión, por los menos tiene 10 habitaciones, ¿por que está exageradamente enorme? Miro a Christopher quien me sonrie.

-¿y bien?- me pregunta ansioso.

-¿de quien es?-

-es nuestra-

-¿que?-

-la compré hace unos días para mudarnos a aquí-

-¿y por que hiciste eso?- me cruzo de brazos -la otra casa me gustaba-

-¿no te gusta esta?- me mira preocupado.

-es hermosa Christopher, pero no era necesario, la otra casa me parecia bien, esto es demaciado- siente desilusionado -¿me la muestras?-

Me toma de la mano para dentrarnos, en el recibidor hay 4 mujeres y 6 hombres, todos nos miran atentos.

-buenos dias señores Allen- dice Fabi sonriendo -Bienvenidos a su hogar-

-gracias- responde Christopher -ella es mi esposa Margoth y ésta pequeña es mi hija Merlina-

-Hola buenos dias- saludo.

-buenos dias señora Allen- responde a coro.

-vamos- Christopher tira de mi para guiarse a través de la casa.

No puedo ver la casa, caminamos  demaciado rápido hasta lo que parece una jardín trasero. En el césped hay dos cajas de regalo, lo miro con intriga y se encoge de hombros. Llegamos hasta ellas.

-tu aqui- deja a Mery frente a la caja rosa -y tu aqui- me deja frente a la caja azul -abranlas- ordena sonriendo.
Me inclino para quitar la tapadera.

-¡HAAAAA!- chilla Meri emocionada.
Mete sus pequeñas manitas a la caja para sacar el objeto.

Pero no es un objeto es un cachorrito, lo abraza con mucho cuidado, deja unos cuantos besos mientras sonrie emocionada.
Destapo mi caja y hay otro cachorrito hermoso y peludito, es una ternurita. Al tomarlo, siento como su pequeño cuerpecito tiembla del miedo.

-es hermoso- sonrio emocionada.

-son San Bernardos- Christopher se pone en cuclillas aún lado de mi.

-¿los compraste?-

-¡no!- dice ofendido -los adopté-

-¿y como a llaman?-

-¡mia!- responde Mery emocionada.

-este es tuyo, así que tu ponle el nombre- me sonrie -es macho-

Me levanto con el cachorrito en mis brazos, los sostengo frente a mi, intenta lamer mi rostor.

-tu te llamarás... Sitka- le doy un pequeño beso.

El cachorrito de acomoda en mi pecho mientras caricio su esponjosito cuerpo, Mery comienza a jugar con Mia, dejo a Sitka para que juegue, pero se echa sobre mis pies.