Son las 7:30 de la mañana y ya tengo listo el desayuno, que consiste en huevos revueltos, papá rallada y tocino.
Me dirigo al cuarto de Merlina, pero al pararme en la puerta escuchó la risa de Mery y la de su padre, toco la puerta y de inmediato se callan.-adelante- dice ella.
-hola buenos días- digo asomando la cabeza.
-¡si te quedaste!- se baja de la cama y corre a mi -¡papi si se quedó!-
-así es cariño- le responde.
-¿tienes hambre?- pregunto cuando la tomo en brazos. Y asiente sonriendo.
-pues vamos, por que el desayuno está listo- me doy media vuelta pero recuerdo a cierto señor -¿viene señor Allen?- volteo y me sonrie.-claro- su sonrisa se esfuma.
-al menos se que Merlina no se va a morir de hambre cuando se quede sola a su cargo- dice introduciendo el tenedor en su boca.
-que tenga cara de inútil, no significa que lo sea- hago una mueca
-no tienes cara de inutil- me mira con la boca abierta.
-pues lo diste a entender-
-lamento si te di esa impresión- se rasca la nuca -¿que les parece si las invito a comer?-
***
No se que fue más gracioso, si la cara de estúpido cuando me vio con el vestido que Ariel puso en mi mochila, o el coraje que hizo cuando el mesero me dio la carta y me guiño el ojo.
No lo se, pero me dio gracia. Ahora estamos en un restaurante extremadamete lujoso, de esos que mi padres visitan a menudo, a decir verdad, espero no encontrarmelos, no se como reaccionaría. Han sido cuatro años de no verlo.
-¿me escuchaste?- Christopher interrumpe mis pensamientos.
-perdona, estaba pensando, no te escuché- sonrie.
-te preguntaba si te gustaría ir a alguna otra parte despues de comer-
-¿tienes pensado algo?- niega -bueno pues quizás... podríamos... caminar... ir a... no lo se, podemos quedarnos en casa simplemente- me encojo de hombros.
-¿tienes algo?-
-¿porque lo preguntas?-
-te noto un poco extraña-
-estoy bien- le sonrio para que me crea, pero al parecer no conseguí ese efecto.
-¿quieres que nos marchamos?-
-estoy bien de verdad. Pero si quieres irte, puedes llevarme por un cafe o un chocolate caliente- sonrie -¿verdad Mery?- asiente.
-si, chocolate- se le ilumina el rostro.
-bien, iremos por un algo caliente- Christopher paga lo que ordenamos, mientras le pongo a Mery el suéter ya que está un poco frío.
-¿Christopher?- dice una rubia. Me mira a mi y después a él.
-¡mami!- chilla Mery emocionada.
-¡¿que haces con esta?!- me mira furiosa. E ignora por completo a su hija.
-no tengo porque darte explicaciones- dice levantándose. ¿a caso esto se.
podría poner peor?-¿Margoth?- la voz del hombre me pone tensa de inmediato. Si se puede poner peor -¿quien a él?- señala a Christopher.
-lo siento señor, creo que me confunde- digo levantándome.
-cariño...-
-me confunde- digo nuevamente tomando a Mery en brazos.
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Sólo por ella...y por ti.
ChickLitEl pensamiento humano es lo mas banal, frágil y volátil. Nunca pensamos las consecuencias de nuestros actos, y cuando nos damos cuentas de nuestros errores, es muy difícil de solucionarlo. pero a veces esos "errores" son lo mejor que te puede pasar...