¡¿QUE?! ¡¿COMO ES POSIBLE QUE QUE YA TENGAMOS FECHA PARA LA BOBA?!
-¿que pasa querida? Te has puesto demaciado pálida- dice preocupada.
-mamá, aún a muy pronto para hablar de eso- Christopher está igual o más tenso que yo.
-no, el tiempo se pasa volando, y cuando menos lo esperas tienes todo encima- dice sentándose en un sillón.
No, se suponía que esto no iba a ser así, todo esto es una gran farsa de mierda, ¡TODO ESTO A UNA JODIDA FARSA! Tengo muchos planes aún, debo terminar mis estudios, quiero viajar, vivir una vida de soltería, debo tocar fondo alguna vez para después emerger y ver de lo que soy capaz, no puedo casarme aún. No amo a Christopher Allen, ni siquiera tengo algún tipo de sentimiento hacia él, no puedo ni quiero casarme con él en estas circunstancias.
-disculpen, olvide que tenía algo que hacer- me levanto para ir al despacho.
Al llegar recojo todas mis cosas, ni siquiera tengo la delicadeza de organizarlas, sólo apilo todo para meterlo como sea a la mochila.
-¿que haces?- Christopher susurra tan bajo que apena si lo oí.
-esto se está descontrolado- termino de meter los últimos libros.
-lo se, pero debemos...-
-¡no!- lo interrumpo -¡esto terminará horriblemnte mal, y no quiero salir lastimada de todo este embrollo!- me quito el anillo -¡esto se termina ahora!- tomó su mano y dejo el anillo en su Palma -jamás debí aceptar éste juego-
-pero...-
-lo siento pero no- digo tomando mis cosas.
Al salir ellos no están en la sala, sus voces se escuchan en la cosina, ni siquiera lo pienso, salgo lo mas rápido que puedo de todo esto.
Creo que buscaré otro trabajo, no puedo volver y arriesgarme a que esto se complique más, tengo bastantes problemas en mi vida como para tener que resolver los problemas ajenos, y de gratis.
Camino un poco, pienso en ir a casa pero recuerdo que Maciel puede estar con Ariel, no quiero importunarlos, y además sería el primer lugar donde Christopher me buscaría.
Pido que me lleven al centro comercial, necesito despejarme y aclarar mi mente.
***
Tengo casi hora y media recorriendo el lugar, pensando y analizando cada alternativa, pero en cada una de ella llego a la misma conclusión: no me casaré con Christopher Allen.
Pasó por un local de vestidos de novia, sonrio irónicamente al verlos.
-¿Margoth?- mi nombre suena a mis espaldas en una angelical voz.
Lentamente me doy vuelta en mis talones, rezando y suplicando a Dios que no sea quien creo que es, pero mis rezos y súplicas no sirven de nada, ya que frente a mi tengo a mi minicopia, de cabello negro, piel clara, sólo que de ojos como miel.
-Marintia- susurro.
-¡hace tanto tiempo que no sabía de ti!- se abalanza a mi para abrazarme -¡¿donde has estado?!- soyoza.
-por ahí- murmuro estática sin corresponder a su abrazo.
-¡¿como has estado?! ¡¿que ha sido de ti?! ¡¿por que no me has localizado?! ¡¿por su no contestas mis mails?!- lanza las preguntas sin siquiera darme tiempo de contestar.
-estoy bien Marintia- la aparto de mi cuerpo -he estado estudiado, vivo a dos cuadras de aqui, y no he contestado tus correos por que no quiero que tengas problemas con nuestros padres o tu esposo-
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Sólo por ella...y por ti.
Literatura FemininaEl pensamiento humano es lo mas banal, frágil y volátil. Nunca pensamos las consecuencias de nuestros actos, y cuando nos damos cuentas de nuestros errores, es muy difícil de solucionarlo. pero a veces esos "errores" son lo mejor que te puede pasar...