Capítulo 18 (5/5)

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Las cosquillas en mi nariz es la causa de mi despertar, pero la risita angelical de cierta personita hace que habra mis ojos.
La tengo encima de mi, un poco pálida y ojerosa, pero sonriente, sonrio al ver que está bien.
Observo que estamos acostadas en la misma camilla, pero en este caso Mery se cambió de cama.
Deja caer su cabeza en mi pecho, y aprovecho para acariciar su cabello.

-Mery, tu y yo necesitamos hablar- mueve su cabeza en mi pecho -¿sabes porque estamos aquí?- levanta su cabeza y niega -estamos aquí, por que en esta semana no has estado comiendo como debe de ser-

-es que no tenía hambre- se le quiebra la voz.

-no te estoy regañando cariño, pero debes comer todos los días y a tus horas- me mira con los ojos llorosos -porque tu papi y yo hemos estado muy preocupados por ti, los dos te queremos mucho y no queremos que nada malo te pase-

-te extrañe mucho- se le escapa o primera lágrima.

-no llores- tomo su rostro para limpiar su lágrima -yo también te extrañe- me siento con ella en mi regazo -pero debes prometerme que cuando sea la hora de la comida, comerás todo lo esté en el plato, ¿me lo prometes?- asiente.

-creo que tu tambien debes hacer esa promesa- la voz de Christopher me toma desprevenida -no por Miss Nutritiva te pusieron el suero- señala mi brazo y efectivamente estoy conectada.

-eres... imposible- gruño al ver mi brazo.

-¿ya nos podemos ir?- dice Mery desesperada.

Christopher la toma para dejarla de nuevo en la camilla que le corrsponde, tomo el cable y tiro de el, el dolor en mi brazo es insorportable, la sagre no se hace esperar, y los mareos se hacen presente con sólo verla.

-¡deja ahí!- Christopher me da un manazo -¡no toques!- me da otro manazo.

-¡no quiero estar conectada!-

-¡si no es de que quieras!- me reprende con el ceño fruncido -¡si no te quedas quieta, pediré que te amarren ¿oiste?!- bufa molesto.

-si- murmuro.

-¡perdón, no te escuché!-

-¡ya te oí!- digo más alto de lo esperado.

-buenos dias- entra una linda enfermera de unos 60 años, con una rebosante sonrisa luminous white -¡pero señora Allen!- la enfermera me mira asustada -¡¿que ha intentado hacer?!- señala mi brazo maltratado.

-¿señora Allen?- Christopher sólo sonrie.

-no se preocupe, de inmediato lo solucionaré- con cuidado me quita el catéter limpia la zona dañada -se supone que para eso está usted aquí señor Allen, para cuidar a su esposa y a su hija- lo reprende.

-pero...-

-pero nada- lo interrumpe -usted debe cuidar al amor de su vida y al fruto de su amor-

Me quiero reír a carcajadas pero me tapo la boca para no ofender a la señora, Christopher está serio por que una señora lo acaba de regañar, Mery solo sonrie aunque no sepa ni de que habla la señora.

***

Estoy harta de esta situación, Christopher, Ariel, Maciel y Fabiola están confabulando en contra de Mery y de mi.

No nos dejan que nos levantemos de la cama, nos traen la comida y se que da alguien hasta que no la terminamos.

En la Universidad, Ariel se ha vuelto una pesada, en cada hora que tiene libre se me pega como achichincle, y para colmo, cuando Ariel no puede estar conmigo, Maciel es el que traigo como garrapata.

Sólo por ella...y por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora