Capítulo 22

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Narra _____

Viernes por la mañana, mi madre me sacó de la cama para ir a mirar el vestido y los zapatos de la graduación. Diréis eso no es malo, no claro que no pero que te saquen a las 9 de la mañana de la cama un viernes sólo para ir a mirar tiendas no es plato de buen gusto. Andy se libró porqué estaba en el instituto sino la hubiera arrastrado conmigo. Pasamos toda la mañana entrando de tienda en tienda pero no me gustaba ninguno "demasiado corto", "muy largo", "con mucho escote" fueron las frases que más repetí, mi madre se estaba cansando de mí. No fue hasta que entramos en Stradivarius cuando lo vi, era el vestido "ese, ese es mamá" era precioso; vestido un poco más arriba de la rodilla, blanco con alguna raya negra y la espalda descubierta, escote normal eso era lo que más me gustaba del vestido. Tacones negros ni muy altos ni muy bajos. Pasadas las 2 de la tarde salimos del centro comercial camino a casa a comer. Por la tarde ayude a Andy con los deberes y salimos a caminar un rato.

-¿Entonces ya tienes el vestido?-me preguntó

-Sí, después te lo enseño. Estuvimos toda la mañana en el centro comercial-le respondí

-¿Nerviosa?

-Un poco, bachillerato ha pasado muy rápido. Hace nada era el primer día y mira ahora

-¿Y por mañana?

-Intento no pensar en ello-contesté

-Tengo el presentimiento de que será inolvidable

-Ojalá

Entre charla y charla nos encontramos con Javi, el cual me abrazó corriendo nada más verme

-Has vuelto-dijo sonriente

-No me iba a quedar a vivir en Valdeagorfa-reí

-Si por ti fuera-dijo canturreando

-Como me conoces...-contesté sin dejar de reír

-Me da a mí que la razón para querer quedarse tiene nombre y apellidos-dijo Andy interviniendo

-Opino igual-dijo Javi mofándose

-Eso Javi tú anímala-entre los dos se compincharon para torturarme hasta que me harté y le dije a Andy que volvíamos para casa, que necesitaba descansar, cosa que no era mentira entre las bromas eran casi las 8.

Al llegar me dediqué a preparar las cosas para el día siguiente; la bolsa estaba hecha, la ropa del duatlón consistía en un top donde se me marcaba todo, un pantalón corto del mismo color que el top y la sudadera donde aparecía el nombre del equipo, el dorsal obvio, los calcetines y mis adoradas convers. A mayores, ropa para cambiarme después de la competición, unos vaqueros cortos, una camiseta de manga corta y mis sandalias, una toalla y el neceser. Cenamos todos juntos entre risas y alguna que otra bromita, me fui para cama pronto pues al día siguiente a las 8 tocaba diana.

8 de la mañana del sábado, no me quería levantar pero en seguida me acordé de que hoy era el día, me levanté como un rayo, me duché y desayuné, en media hora estaba lista esperando a mis hermanos y a mis padres en el sofá metiéndoles prisa.

-Vamos a llegar tarde-les dije por enésima vez

-_____ son las 8:30 de la mañana, el camino es menos de media hora en coche, tranquilízate-dijo mi madre a lo que solo bufé

-Lo siento, estoy demasiado nerviosa-la culpa me ganó así que me disculpé

-Será mejor que vayamos yendo, al menos cuando vea que no hay nadie se tranquilizará-dijo mi padre poniendo paz

-Supongo, niños vamos-mi madre llamó a Andy y a mi hermano

-En el coche me acordé de la carta que Javi me dio el día que marché a Valdeagorfa y que le prometí leer cosa que se me había olvidado por completo. Sino me equivoco la tenía dentro de mi bolso, la busqué y bingo, aquí estaba.

Querida _____:

Cuando leas esto estarás de camino a cumplir tu sueño, aquel que llevas persiguiendo mucho tiempo. No sé me da bien decir estas cosas a la cara así que preferí escribirte unas palabras.

Nos conocemos desde que tenías 9 casi 10 añitos, desde entonces te vi crecer pero no solo como triatleta sino también como persona. Eras una niña con muchas ilusiones, como todos, pero la diferencia entre los demás y tú es que no había que decirte las cosas dos veces. Cuando te tocaba entrenar entrenabas no sin antes dejar tus deberes hechos y los exámenes estudiados. Cuando tocaba competición el entrenamiento era el doble, no recuerdo que te hubieras quejado en ningún momento. Tampoco por tener que seguir la dieta aunque tus palabras eran siempre las mismas "tengo que comer de todo pero sin abusar de la comida". Todos los deportistas deberían tener esa frase grabada. Los años pasan y con ello tu niñez pasó a la adolescencia, dicen que esa es la etapa más dura de la vida porque experimentas y te das cuenta de las cosas. Aún me acuerdo de tu cara cuando te dije lo de la competición, estabas ilusionada, alegre, entusiasmada. Eso es lo que tienes que recordar ese día, estás ahí porque has perseguido tu sueño, estás a un paso de hacerlo realidad. Sé que lo harás, conseguirás hacer historia, te convertirás en la primera jovencita de 17 en ganar el duatlón. Si no saliesen los resultados esperados quiero que recuerdes que vales mucho, mucho más de lo que digan, todo esfuerzo tiene su resultado y el tuyo llegará.

Mi diamante sin pulir tú puedes, te quiere tu entrenador

Javi

Se me saltaron las lágrimas de la emoción, es lo más bonito que me han dicho nunca. El camino se hizo muy corto normal me sumergí en la lectura de la carta. Como había dicho mi padre allí apenas había nadie por lo que fui a estirar. Ahora solo quedaba esperar a la hora.

Narra Álex

El viernes pasó lento muy lento. Estaba ansioso de que llegará el día siguiente, por consecuente a las 2 de la mañana todavía daba vueltas en la cama. Despertador traicionero a las 8 tocó. Madrugón pero a las 9 de la mañana ya estaba en el coche camino a Huesca, tenía más de hora y media de coche hasta juntarme con el resto y poder llegar a tiempo. Iba pensando en como reaccionará _____ pero rápidamente aparté esos pensamientos antes de tener ningún accidente. Encendí la radio y el camino fue más ameno. A la hora acordada estábamos todos delante del barrio donde se celebraba la competición y cuando digo todos es todos; Carlota, Pol, Aleix, Laura, María Herrera, Bati, Marc, Álex, Tito, Maverick, Edgar y Axel. Faltaba Fabio pero vive en Niza esta vez no pudo ser. Me sorprendí al ver a Tito pero luego vi a Marc y Álex así que las piezas encajaban.

-¿Cuánto falta para que empiece?-preguntó María

-Una hora, son las 11-respondí

-No debe vernos hasta que empiece, entendido-nos dijo Laura mirándonos a todos especialmente a mí

-No me mires así-le respondí

-Eres el que más peligro corre, por si acaso-contestó Carlota

-Si te llega a llamar te apartas para hablar, que no sospeche-volvió a decir Laura

-Que si leñe

Nuevo capítulo! Siento si es corto pero os prometo que va a suceder algo que os alegrará

Corriendo por un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora