Capítulo 94

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Narra Andy

Se tuvieron que llevar a Axel para urgencias, a Sito y a Mayte no les hizo mucha gracia pero o le hacían un lavado de estómago o se nos moría aquí vamos, si estoy exagerando aunque palabras textuales "me muero", "socorro", "hospital", por no aguantarlo más se lo llevaron. Llevamos a Lucas a dormir, quedé con él mientras Edgar se iba a preparar no sé lo que. A los 10 minutos Lucas estaba dormido, cerré la puerta detrás de mí sin hacer ruido cuando alguien me tapó los ojos, pegué un gritito y me sobresalté

-Edgar: No grites que lo despiertas

-Andy: ¿Quieres matarme?

-Edgar: Solo un susto

-Andy: Tu susto casi me cuesta un infarto

-Edgar: ¿Preparada?

-Andy: ¿Preparada para qué?

-Edgar: Cierra los ojos

-Andy: Edgar estoy cansada

-Edgar: ¿Te fías de mí?-quedé pensando pero asentí-entonces haz lo que te digo

-Andy: Está bien-cerré los ojos y me fue guiando hasta cerrar una puerta, supuse que era su habitación pues no habíamos bajado al piso de abajo

-Edgar: ¿Lista?

-Andy: Estás demasiado misterioso-me quitó las manos de los ojos, no podía creer lo que estaba viendo. Su habitación estaba llena de velitas y pétalos de rosas-¿cómo?

-Edgar: Eché pensando cómo darte una sorpresa toda la semana, antes cuando me dijiste eso en el coche me dio el último empujón

-Andy: ¿Lo tenías planeado?

-Edgar: Un poco. ¿Te gusta?

-Andy: Me encanta-un detalle que se me olvidó decir es que encima de la cama había un globo enorme con forma de corazón que ponía mi nombre-te quiero Edgar y no cambiaría nada de lo vivido contigo. Quizás los dos últimos meses antes de noviembre-dije sin pensar-pero si eso significaba tenerte conmigo volvería a repetir todo

-Edgar: TE AMO princesa-nos besamos

Al principio era un beso lento, dulce, como muchos que nos dimos pero de repente empezó a subir el tono del beso, nuestras lenguas empezaron una guerra que parecía no tener fin. Con timidez metió sus manos por mi espalda, fuimos caminando hasta caer en la cama. Acarició mi espalda con mucho cuidado, como si me fuera a romper. Le quité su camiseta en señal de querer seguir con lo que estábamos

-Edgar: ¿Seguro que quieres continuar? Si no podemos parar

-Andy: Si quisiera parar no te dejaría ni haber metido una mano en mi espalda

-Edgar: ¿Segura?

-Andy: Que si leches

Se reía, seguimos a lo nuestro. Sus besos bajaron por mi mandíbula, cuello, hombros y barriga. Me quitó la camiseta y con cuidado los pantalones. Lo ayudé a sacarse los suyos con dificultad pues no paraba de reír. ¿Hasta en estos momentos? ¿Era en serio? Cuando se calmó logré mi objetivo, ahora estábamos los dos en ropa interior, cosa que poco duró. Se puso la protección, volvió a mis labios y entró en mí. Dolía, demasiado. Se dejó estar hasta que me acostumbré a él, una vez calmada el dolor se fue transformando en placer, en un maravilloso placer. Cuando acabamos me puse su camiseta para dormir y nos tapamos.

-Andy: Gracias por cuidarme Edgar

-Edgar: Te adoro-me besó la cabeza-¿te dolió?

-Andy: Un poco al principio pero estuviste de diez-escondí mi cara en su cuello

-Edgar: Tú estuviste de matrícula de honor-estuvimos hablando hasta que el sueño hizo acto de presencia y nos quedamos dormidos

Año nuevo, propósitos nuevos. Edgar se había levantado antes para recoger su habitación. Nuestra ropa seguía por el suelo, los pétalos todos tirados y lo que quedaba de las velas también por ahí.

-Edgar: Buenos días

-Andy: Buenos días-me sonrojé al recordar la noche anterior-¿te has levantado limpiador?

-Edgar: Siii-dijo con sarcasmo-si a Axel se le da por aparecer por la puerta verás su cara

-Andy: Lo peor es que no podrás negarle lo evidente

-Edgar: Touché

-Andy: ¿Por cierto qué tal está?

-Edgar: En su habitación así que supongo que bien

Nos vestimos y bajamos a desayunar. Sus padres estaban en la cocina desayunando junto a Lucas

-Andy: Buenos días. ¿Cómo está Axel?

-Mayte: Buenos días. Le hicieron un lavado de estómago y lo mandaron para casa. Ahora está durmiendo

-Sito: Cuando salimos del hospital ya se encontraba mejor, está para otra

-Axel: ¿Tanto me echáis de menos?

-Andy: Sí, está como siempre

A la hora de comer fuimos a casa de sus abuelos. Fueron todos muy amables, me pidieron que cuidara a Edgar y a él que no me dejara escapar, que era un tesoro. Con el que mejor me llevé fue con Lucas, es un cielo de niño y sus primos pequeños otro tanto. Al final resultó que Mayte, mi suegra, es todo lo contrario a la primera impresión que me llevé de ella, me trata como a una hija, la que no tiene. Axel ya estaba para otra pero esta vez tuvo más cuidado a la hora de comer y no se cogió la comilona del siglo. Me despedí de su familia y Edgar me acompañó hasta casa. Tardamos en despedirnos lo nuestro hasta que finalmente entré en casa.


Nuevo capítulo! Siento que sea tan corto, en el próximo narra ____. Andy y Edgar dieron un paso importante, que bonitos son los dos

Corriendo por un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora