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Capítulo 2

Salí de mi casa con unos 25 minutos de sobra para la entrevista, estaba muy emocionada, tome un taxi a la dirección que me facilitaron en el correo, no quería llegar sudada para dar una buena primera impresión.

Llegamos a una parte de la ciudad donde solo se ubicaban empresas, hoteles y casas de personas acaudaladas, estacionamos frente a un edificio de más de treinta pisos y pagué al chofer.

Agradeciéndole baje del taxi y solo podía ver lo hermoso del sitio.

Entre en el lobby y le pregunte a una chica del puesto de información donde quedaba la sala prisma, ella muy amablemente me indico y me encamine hacia el lugar.

Cuando salí del elevador vi que se trataba de una oficina inmensa mientras me anuncié a la secretaria.

Una mujer muy amable de unos cincuenta y tantos años me indico entrar por una puerta, lo hice y era como una sala de juntas con paredes color beige y un ventanal que tomada toda una pared y mostraba la ciudad, tenía también una mesa gigante de madera oscura y muchas sillas idénticas alrededor, en una de las sillas se encontraba un caballero de saco y corbata no sabría bien qué edad tendría, el instinto me decía que era un hombre entrado en años pero su físico no daba signos de su edad.

-Buenas tardes mi nombre es Diana Vital, mucho gusto-dije ofreciéndole la mano en señal de saludo.

-Buenas tardes Diana, mi nombre es Marcello Giacondi, pero algunas personas me dicen Gavilán- dijo respondiendo a mi gesto.

Me sorprendo ante su apodo y él lo nota porque forma una leve sonrisa en sus labios.

-Bueno hablemos del empleo verás yo soy italiano pero llevo varios años viviendo aquí, estoy teniendo un crecimiento considerable en la empresa y tengo que viajar mucho por negocios, tengo un hijo que esta fastidiado de tener que encontrar el solo todo los papeles que le mando a buscar, el muy sinvergüenza ha despedido a sus antiguas asistentes porque las consideraba inútiles, lo digo utilizando sus palabras y bueno necesito a alguien que pueda brindarme la paz que merezco asistiendo a mi hijo archivando documentos y bueno lo que él pida.

-Entiendo, espero que no lo tome a mal pero que le hace pensar que puedo ser de utilidad para él? aún no se que hace su empresa y yo soy estudiante de diseño, no soy una asistente profesional.

-El es accionista en la empresa y cuando no estoy es el encargado que todo funcione adecuadamente, la empresa se encarga de inspecciones en la bolsa de valores nosotros alentamos a clientes a invertir y ganamos un porcentaje, tu solo tendrías que llevar la agenda de Marco y archivar algunos documentos, contar con que los mismos estén en orden así como nuestras oficinas dentro de la casa.

-Comprendo, con respecto a los horarios ¿como están establecidos? yo estudio en la noche y no quisiera atrasarme en la universidad, en realidad pensé que solo había aplicado a empleos de medio tiempo-comente lo último en voz casi inaudible.

-Si veras, más que todo tu horario sería de 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., normalmente las reuniones o cenas después de esa hora escasean pero si se dan asistiríamos solos no hay ningún conflicto en eso, si en algún momento tienes la necesidad de faltar a trabajar por proyectos o asignaciones de la universidad simplemente me informas mediante correo para yo tenerlo presente, y puedes pagar esas horas trabajando un fin de semana ya que son libres en tu puesto o puedes optar por que los mismos te sean descontados del salario, tú decide. Por otro lado después de tu hora de salida algún chofer de la empresa puede llevarte a tus clases, dicho esto el salario mensual seria de $890.65, conociendo a mi hijo también estará molestándote en horarios no laborales en este caso tendrás bonificaciones a final de mes y las mismas dependerán de las molestias ocasionadas.

Después de escuchar algunos otros beneficios del trabajo como el seguro de vida y detalles insignificantes realmente era el trabajo soñado solo trabajaría 6 horas con fines de semana libres y un salario bastante bueno, aparte de transporte hacia la universidad definitivamente no podría negarme, me mantendría ocupada y podría ayudar a mi mamá en gastos de la casa.

El Sr. Gavilán me dijo que tomara el resto de la semana para organizarme y que comenzaría a trabajar con ellos el lunes, que fuera nuevamente a las oficinas y de ahí me mostrarían mi puesto y me darían mis primeras asignaciones.

Regrese a casa y le conté todo a mi mamá estaba igual de entusiasmada que yo porque era una experiencia nueva, luego de eso solo intente ordenar un poco mi habitación .
Así se paso el resto de la semana, le comente todo a Becca, Sam y Belle y estaban muy feliz por mí, me dijeron que me apoyarían en cualquier cosa con la universidad y que le pusiera muchas ganas a realizar bien mis labores.

La semana se paso en un abrir y cerrar de ojos, el lunes a las 8:10 a.m. ya estaba vestida y preparándome algo para desayunar a pesar de que tenía más de una hora para entrar considere adecuado llegar un poco antes.
Tome 2 colectivos para llegar y cuando fui a la sala prisma me atendió la misma señora de la ultima vez
-Disculpe - dije mientras caminábamos a una oficina al final del piso- ¿cuál es su nombre, fue usted quien me atendió hace una semana cierto?-comente con una sonrisa.

-Sí te recuerdo eres la nueva asistente de Marcos- dijo con una mueca - mi nombre es Aida trabajo hace mucho con los Giacondi los conozco desde que Marco tenía 9 años, te daré un consejo El es un poco difícil pero no es un mal muchacho de hecho es muy dulce cuando lo conoces bien, espero que sea un caballero contigo si se porta mal me lo dices ¿está bien?
No me esperaba que dijera eso así que solo logre asentir con la cabeza sorprendida.

Luego entramos a la oficina y estaba el Sr. Gavilán sentado en un escritorio con un joven que imagine era Marco frente a él y dando la espalda a la puerta.

-Gavilán aquí te traigo a la joven Diana por favor me la tratan bien

-Si Aida, no te preocupes-respondió con una sonrisa de oreja a oreja

-Nada de si Aida... Marco escúchame nada de groserías con esta hermosa jovencita ¿bueno?

-Si Aida, ya mi padre me dio la charla de tratar bien a los empleados -dijo con voz aburrida y sin voltear a ver a Aida.

Ella se despidió de mí guiñando un ojo y me hizo entrar a la oficina.

-Diana, por favor cierra la puerta y siéntate junto a Marco- pidió el Sr. Gavilán.