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Capítulo 18

3:00 a.m. y yo aqui feliz de la vida subiendo capitulo.

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Mientras vamos en el taxi que Marco solicitó para regresar a su casa, rememoro la conversación de esas mujeres en el baño, sé que no soy la mujer más bella del mundo, pero que personas que te desconocen por completo digan atrocidades de ti es horrible, no quiero pensar que esa es la impresión que causo al entrar junto Marco en una habitación, es triste que las personas crean que solo estas alrededor de alguien por interés.

Ya sé, pensarán que soy una tonta, porque me interesa el qué dirán, pero ese no es el caso, lo que realmente me entristece es que dé la impresión equivocada, sobre todo tomado en cuenta lo mucho que me detesta este hombre; y para ponerle la guinda al pastel su reacción tan extraña me confunde.

Sin levantar la cabeza decido iniciar una conversación que pretendo me sirva para solventar dudas.

-¿Por qué dijo eso? -¿Que te sucedió en el Tocador?-Pronunciamos a la vez.

Levanto la mirada y me encuentro con ojos inquisitivos y una sombra de sonrisa en sus labios.

-Tu primero- me sede la palabra.

-¿Por qué dijo que yo soy su acompañante?- cuestiono

-Porque lo has sido esta noche, Diana- Sonríe burlón

-Sabe a qué me refiero, dio a entender frente a muchas personas que soy su pareja, ¿acaso no va a causar eso un conflicto con su novia?

-¿Y con el tuyo?- Solo bastan esas palabras para que me desinfle, hace un instante estaba triste, luego confundida y ahora, pues ahora solo me siento destrozada, es impresionante como la mente humana desocupa su pedestal protagónico para cambiar de pensamientos y sentimientos a cada instante.

Si participara en los record Guinesse seguro me llevaría el premio a peor día de la historia, claro, segundo lugar, pues el primero fue cuando me entere de la muerte de Antonio.

Hoy, literalmente me subí a la montaña rusa de los cambios de humor y lo más frustrante es que todos los cambios han sido directa o indirectamente causados por el mismo demonio de ojos perfectamente grises que me miran en este momento.

Decido no preguntar más, que importa su estúpida reacción, solo quiero llegar y poder recostarme, ya que no puedo irme a mi hogar, al menos intentar dormir parece una buena idea. Ojala al despertar todo vuelva a la normalidad.

Llegamos a la casa de amplios e innumerables ventanales, Marco paga al conductor y salimos en silencio del auto.

-No has comido nada, una bestial ironía tomando en cuenta que estábamos en una cena- comenta

-No tengo hambre- respondo mirándolo a los ojos.

-Pues, yo sí. Quiero que me acompañes a cenar, ya que accediste a la primera vez que pregunte eso el día de hoy, espero que tu promesa siga en pie pues no hemos cenado.

-Solo quiero dormir- recalco

-Diana, estoy intentando ser paciente, no te entiendo, si soy grosero es malo y si intento ser amable también lo es, podrías explicarme como debo actuar contigo, así de repente me permitas conocerte.

Sus palabras hacen que recuerde algo que no había podido discutir.

-Extraño es que pida conocerme cuando me mando a investigar antes de trabajar en su empresa- digo lo más cortante que puedo.